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domingo, 19 de abril de 2015

Reelección y Reformas Constitucionales en Latinoamérica


Es un tema actualmente en boga en República Dominicana, donde la reelección presidencial inmediata no está permitida pero que, al mismo tiempo, se presenta la circunstancia de un presidente constitucional con la más alta popularidad de la historia.

Independientemente de las bondades o peligros que pueda significar el reformar nuevamente, y tan pronto, nuestra Constitución para legitimar otra vez la reelección consecutiva, veamos cual es el panorama en nuestra región con relación a este tema.

Reformas constitucionales
Latinoamérica ha atravesado desde hace varias décadas una verdadera oleada de reformas constitucionales, como parte de su transición de regímenes dictatoriales  o muy cerrados, a otros más abiertos y democráticos.  Esto fue mucho más notorio en los países del cono sur.

Cuántas veces han reformado sus constituciones los países de América Latina? Veamos (a partir de la fecha en que aprobaron su primera constitución republicana):

PAIS
Constituciones aprobadas
Año de la primera-ultima Constitución
Reformas Constitucionales parciales desde la última Constitución
Última Reforma Constitucional (total o parcial)
Promedio de vigencia de la Constitución
Costa Rica
3
1848-1949
15
2003
c/56 años
Chile
3
1833-1980
17
2014
c/61 años
Uruguay
6
1830-1967
4
2004
c/31 años
Panama
4
1904-1972
5
2004
c/28 años
Perú
12
1823-1993
7
2015
c/16 años
Argentina
8
1853-1994
0
1994
c/20 años
México
6
1824-1917
26
2014
c/32 años
Brazil
8
1824-1988
77
2012
c/24 años
El Salvador
12
1841-1983
6
2014
c/15 años
Colombia
2
1886-1991
39
2014
c/65 años
Paraguay
4
1870-1992
0
1992
c/36 años
Honduras
10
1865-1982
22
2005
c/15 años
Guatemala
6
1879-1985
1
1993
c/23 años
República Dominicana
23
1844-2010
0
2010
c/7 años
Cuba
4
1901-1976
3
2002
c/29 años
Nicaragua
12
1838-1987
7
2005
c/15 años
Ecuador
21
1830-2008
1
2011
c/9 años
Bolivia
17
1826-2009
0
2009
c/11 años
Venezuela
22
1819-1999
1
2009
c/9 años
          Fuente:  Elaboración propia

Como puede apreciarse en el cuadro anterior, las naciones que menos veces a modificado sustancialmente su constitución han sido Colombia (sólo 2 veces), Costa Rica y Chile (3 veces cada una), mientras que República Dominicana en el otro extremo tiene el mayor récord (23 veces), seguida por Ecuador y Venezuela (21 y 22 veces respectivamente).  Por supuesto, eso es sin incluir las reformas parciales de la Constitución.

Esa cantidad de reformas constitucionales permiten establecer la estadística de que, por un lado, en Colombia cada reforma constitucional tiene una vigencia promedio de 65 años, mientras que en República Dominicana la estamos modificando aproximadamente cada 7 años.  Es un aspecto institucional a tomar en cuenta.

Obviamente, aunque estos no son elementos suficientes para establecer un vínculo entre el desarrollo institucional y económico de un país con la frecuencia de las reformas constitucionales, vale la pena resaltar que las naciones más avanzadas en la región (desde el punto de vista institucional, económico y democrático), como Uruguay, Chile y Costa Rica; reflejan una apreciable estabilidad constitucional:  Uruguay con 31 años, Chile con 61 años y Costa Rica con 56 años de vigencia promedio de sus respectivas constituciones.

La reelección presidencial en América Latina
Ahora bien, cual es el estado de situación de la reelección presidencial en Latinoamérica? Como podemos apreciar en el cuadro anexo, la reelección, en sus distintas modalidades, está permitida en la inmensa mayoría de los países de la región.  Sin embargo, entre ese grupo de países que sí la permiten, son menos los que la aprueban de manera consecutiva, aunque debemos admitir que casi todos establecen un control para impedir la reelección indefinida, con la excepción de Venezuela, Cuba y Nicaragua.  Veamos:

   PAIS
Reelección Prohibida
Reelección Consecutiva y nunca más
Reelección con alternancia
Reelección Indefinida
Costa Rica


X

Chile


X

Uruguay


X

Panama


X

Perú


X

Argentina*

X


México
X



Brazil

X


El Salvador


X

Colombia

X


Paraguay
X



Honduras
X



Guatemala
X



República Dominicana


X

Cuba



X
Nicaragua



X
Ecuador*

X


Bolivia

X


Venezuela



X
                        Fuente:  Elaboración propia 
                              (*) Aprueban la reelección consecutiva pero permiten la repostulación luego de dejar un período de por medio

Pros y contras de la reelección presidencial
La reelección presidencial tiene argumentos, sólidos en muchos casos, para favorecerla o combatirla. A favor, se esgrime que muchos países desarrollados la contemplan, con lo que permiten la continuidad de los liderazgos políticos, como el caso de Estados Unidos, Finlandia, Francia y Alemania.  También, está el importante argumento de que es la propia democracia el mecanismo de reaseguro de las bondades de la reelección así como el mecanismo de prevención de sus supuestos males, además de ser un mecanismo válido para que el pueblo pueda favorecer la continuidad de una buena gestión gubernamental.

En contra, la reelección presidencial choca de frente con la tesis de que es perniciosa en sociedades que han sido sacudidas por la dictadura y el caudillismo, que se puede desvirtuar en continuismo, y de la necesidad de la propia democracia de que haya alternancia y periodicidad de los cargos públicos.

Ambos planteamientos son atendibles, y en ambos se pueden presentar pruebas fácticas que apoyen o refuten la tesis.  En el primer caso, ya mencionamos los ejemplos de algunos países desarrollados con reelección inmediata permitida, y sin embargo muchos países latinoamericanos tienen el mismo modelo pero con niveles inferiores de desarrollo (por ejemplo Argentina y Bolivia).  En el segundo caso, podemos mencionar naciones que prohíben la reelección, mas tienen bajísimos niveles de desarrollo institucional y económico (Guatemala y Honduras).

Podemos concluir que, aunque lo ideal es que las reglas de juego sean las mismas durante el mayor tiempo posible, con la consecuente mayor probabilidad de estabilidad social y política, más importante es que la flexibilidad que se le pueda dar al marco jurídico vigente sea respetando esas mismas reglas y bajo el más estricto apego al espíritu democrático y voluntad de la mayoría, bajo la premisa de que “la voz del pueblo es la voz de Dios”.