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domingo, 29 de noviembre de 2015

La tecnología hace daño a la salud? La verdad a la luz de la ciencia


Hoy en día muchos están convencidos de que el incremento exponencial de la capacidad tecnológica de la humanidad afecta grandemente la salud de las personas.  En muchos casos se trata simplemente de personas opuestas a incorporar a su estilo de vida las nuevas tecnologías, llamados luditas[1], y se amparan de diversos argumentos para ello, principalmente que las nuevas tecnologías obedecen al consumismo desenfrenado, promueven el desempleo, degradan los valores de la sociedad y afectan a la salud humana.

Sin embargo, no podemos dejar de reconocer que gracias a las nuevas tecnologías los seres humanos tenemos acceso a una cantidad de información y conocimiento que era impensable hace dos o tres décadas.  Somos capaces de tomar mejores decisiones, hacer más cosas en menor tiempo, reducir considerablemente los costos de producción de bienes y servicios al tiempo que mejora ostensiblemente su calidad, contar con mayores alternativas de entretenimiento, mejorar los canales de distribución y llegar a más personas, solucionar problemas sencillos y complejos que hace pocos años nos era imposible, curar enfermedades antes incurables y disponer de más eficaces mecanismos de detección o diagnóstico.  En fin, la tecnología permite un mayor desarrollo económico y social, y es un instrumento fundamental para desarrollar la sociedad de la información y el conocimiento.

Pero hay quienes insisten que la tecnología produce más mal que bien. En este artículo presentaremos en cuáles casos las tecnologías son nocivas a la salud humana, a la luz de las investigaciones científicas.  Por tanto, todo lo que no haya podido ser demostrado científicamente, queda como un mito o leyenda urbana.

El mouse y el sindrome del Tunel Carpiano
Posición ergonómica para trabajar














Efectos nocivos de la tecnología sobre la salud humana
  1. El dedo de Blackberry: El uso intensivo del touchscreen de los celulares para enviar mensajes, correos electrónicos y navegar por Internet en una pantalla tan pequeña, puede producir sobrecarga en la base de los dedos, especialmente el pulgar. Este fenómeno médico se presentaba antiguamente casi con exclusividad con las modistas y sastres, por lo que anteriormente era llamado “artrosis de las costureras”.  Para evitarlo, se recomienda que se haga un uso más moderado, y si deben hacerlo por razones de trabajo, preferir las tabletas en vez de los celulares.
  2. Síndrome del Tunel Carpiano: Es un fuerte dolor que presentan las personas en sus muñecas, producto del uso intensivo del mouse y teclado de las computadoras.  En algunos casos crónicos es necesario corregir con cirugía.  Para evitarlo, se recomienda utilizar algo que sirva para apoyar las muñecas mientras se trabaja en la computadora.
  3. Codo del tenista:  La misma lesión que produce en el codo el deporte del tenis, se puede presentar en las personas que tienen malas posturas durante largas horas de trabajo en el computador.  La mejor prevención es mantener una buena postura mientras se trabaja en el computador y lograr apoyar los brazos y muñecas para ejercer menos presión sobre los músculos extensores que van del codo hacia la muñeca.
  4. Daños cervicales:  La popularización del uso de las laptops, que permiten trabajar largas horas en posiciones no ergonómicas[2], han recrudecido los problemas cervicales porque la pantalla normalmente no está a la altura de los ojos del usuario.  La mejor solución, además de hacer ejercicios de relajación del cuello, hombros y muñecas cada cierto tiempo mientras se trabaja con la portátil, es colocarla preferiblemente en un escritorio y adoptar una posición de trabajo que sea ergonómica.
  5. Estrés visual:  El excesivo uso de tabletas, celulares, laptops y televisores producen resequedad visual.  La razón es simple, el ser humano promedio parpadea 18 veces por minuto, pero cuando está frente a un dispositivo electrónico, esta frecuencia se reduce a 7 veces por minuto, por lo que se produce resequedad y enrojecimiento de los ojos.  Si se acostumbra a ver demasiado cerca de la pantalla, también se puede desarrollar miopía en los más pequeños.  La mejor prevención es utilizar gotas o lágrimas artificiales para humedecer los ojos y mantener siempre una distancia de no menos de 50cm de la pantalla.
  6. Obesidad:  El uso excesivo de dispositivos electrónicos, especialmente videojuegos, incrementa la vida sedentaria que usualmente está acompañada de ingesta de comida chatarra, lo cual necesariamente produce un aumento de peso que eventualmente se vuelve perjudicial a la salud.  Para evitarlo, se recomienda dosificar la cantidad de tiempo dedicado a los videojuegos y fomentar las actividades al aire libre, especialmente, las actividades deportivas.
  7. Insomnio:  El utilizar excesivamente dispositivos electrónicos y la TV antes de dormir produce insomnio porque reduce la producción de melatonina, que es la hormona que produce la relajación e induce el sueño. Se recomienda no utilizarlos cuando ya se esté en cama.
  8. Sordera:  Escuchar música, ver televisión, jugar videojuegos a unos decibeles por encima de lo recomendado, puede afectar sensiblemente la capacidad auditiva. Utilizar auriculares por encima de los 70 decibeles por un tiempo prolongado puede producir daños irreversibles a nuestros oídos.  Reducir el tiempo de exposición y bajar el volumen, es la mejor prevención.
  9. Infertilidad: Está científicamente comprobado que el elevar la temperatura en la zona testicular afecta negativamente la calidad del semen y la producción de esperma en los hombres.  Por tanto, llevar siempre los celulares en los bolsillos del pantalón o trabajar frecuentemente con la laptop sobre las piernas puede aumentar el riesgo de infertilidad en los hombres.  Para evitarlo, sencillamente guarda el celular en el bolsillo trasero y coloca siempre la laptop en un escritorio para trabajar.
  10. Adicción:  El uso desmedido de videojuegos y redes sociales como Facebook pueden producir adicción, aislamiento social, insomnio, ansiedad, irritabilidad y hasta depresión.  Hay casos tan extremos que los psicólogos denomina nomofobia a la ansiedad o angustia extrema por haber olvidado el celular o porque tu batería esté agotándose.  La mejor prevención es fijar un horario para dedicarlo a los videojuegos y redes sociales, y no descuidar las relaciones interpersonales que nunca podrán ser sustituidas por las relaciones virtuales. 
Mitos sobre el efecto dañino de la tecnología

Pero también debemos llamar la atención sobre otros supuestos daños que sobre nuestra salud ejercen las tecnologías.  Por ejemplo, no está científicamente comprobado que las ondas electromagnéticas de las antenas de radio, TV y telefonía celular produzcan sean nocivas a la salud, ya que no se ha podido establecer que dichas ondas alteren la cadena de ADN, ni incidencia en el desarrollo fetal, ni en el sistema endocrino o autoinmune, como tampoco se ha podido establecer relación entre éstas y el cáncer.

Otro argumento sumamente sólido para contrarrestar la creencia de que la tecnología afecta la salud de forma generalizada es que la esperanza de vida cada vez es mayor, por lo que hay una correlación fuerte y positiva entre mayor esperanza de vida y más tecnología.  Si la tecnología realmente afectara la salud, debiera ser justamente lo contrario.  Ponemos de ejemplo a España:  Hoy en día la esperanza de vida de los españoles anda por los 80 años, y en el año 1900 la esperanza de vida era de 35 años.  En esa época no había Internet, ni celulares, ni siquiera señales de radio y TV, ni emisión de monóxido de carbono por la combustión de combustibles fósiles.  Imagínense que en el Imperio Romano solamente 1 de cada 1000 llegaba a los 80 años de edad.

Queda claro que el único daño comprobado que la tecnología puede producir en la salud de las personas es cuando se hace uso excesivo de la misma.  Y eso es lógico porque todos sabemos que “todo en exceso hace daño”, por lo que lo dañino no es la tecnología en sí sino el uso abusivo de esta en perjuicio de otras actividades necesarias para gozar de buena salud, como la alimentación balanceada, el ejercicio físico y la interacción social.




[1] El ludismo es la oposición a la adopción de las nuevas tecnologías, lo que incluye el estar en contra de la industrialización, automatización, computarización y la tecnología en general.  En la actualidad también se le denomina neoludismo.
[2] Ergonomía es la disciplina que se encarga del diseño de los lugares de trabajo, herramientas y tareas, tomando en cuenta las características fisiológicas, anatómicas y psicológicas del trabajador.

domingo, 22 de noviembre de 2015

Historia de la Divulgación Científica y su importancia




Hacer accesible al público los conocimientos científicos, los descubrimientos de la ciencia y sus teorías para explicar lo que nos rodea, es lo que se denomina divulgación científica. Gracias a ella, ha sido posible combatir el oscurantismo que durante siglos la Iglesia y regímenes totalitaristas han impuesto a los pueblos, especialmente a las clases populares.

Los divulgadores científicos, a quienes dedicamos este artículo, han permitido que las personas tengan una idea aproximada del porqué de las cosas, sus causas y consecuencias; conocer el origen del Universo y sus componentes (cosmogonía); saber el verdadero origen del hombre como especie (antropogonía) y cuáles son las leyes que rigen la Naturaleza y todo lo que nos rodea.

Sin su aporte, probablemente nos encontremos todavía en la Edad Media, época en la que cualquier enfermedad viral diezmaba pueblos enteros, los fenómenos de la Naturaleza eran temidos como manifestación de la ira de los dioses y las personas eran quemadas vivas por atreverse a pensar diferente. También, por sus obras se ha logrado popularizar diversas teorías científicas como la Teoría de la Relatividad (viajes a través del tiempo), la Teoría del Big Bang (la expansión permanente del Universo), la Evolución de las Especies (el origen común de todos los seres vivos y su permanente evolución a través de mutaciones genéticas), etc.

Los primeros divulgadores científicos
Sin lugar a dudas, Galileo Galilei fue el padre de la divulgación científica. Este insigne astrónomo, filósofo, ingeniero, matemático y físico italiano, quien inventó el telescopio astronómico, demostró la teoría heliocéntrica (de que la Tierra se movía alrededor del Sol y no a la inversa como convenientemente la Iglesia pregonaba), descubre una nueva ciencia: la Mecánica, inventor del termoscopio (para medir los niveles de calor y frío), descubridor de la Ley de Movimiento firmemente Acelerado, inventor de la bomba de agua, descubridor de la primera estrella supernova en el firmamento y de su desaparición (entrando nuevamente en contradicción con la Iglesia que planteaba la inalterabilidad de los cielos), descubre los anillos de Saturno, las manchas solares, los satélites de Júpiter y los cráteres y montañas en la Luna.  Sin dudas y fue el sepulturero de las teorías de Aristóteles, aceptadas universalmente en su época y refrendadas por la Iglesia Católica que defendía que la Tierra era el centro del Universo y que todo giraba alrededor de ella (geocentrismo).  Por tal razón, Galileo confrontó tantos problemas, interrogatorios, inquisiciones, censuras y condenas de prisión.

Galileo enseñando al Duque de Venecia a utilizar el telescopio

Su labor como divulgador científico inició con la publicación de la obra “Diálogo sobre los dos máximos sistemas del mundo”, en el año 1632, donde tres personajes conversan durante 4 días sobre las ideas aristotélicas y copernicanas con relación al Universo.  Además de ésta, publicó varias más para dar a conocer sus descubrimientos y teorías.

Denis Diderot y la portada de la primera versión de su Enciclopedia

Otra obra fundamental en la historia de la divulgación científica, lo fue la Enciclopedia editada por Denis Diderot y Jean le Rond d’Alembert, y cuyo propósito fue reunir y difundir en prosa clara y accesible los conocimientos científicos y filosóficos acumulados hasta el año 1772.  Entre sus artículos habían aportes de grandes mentes de la época como Rousseau, Voltaire, Condillac, etc.  Fue la obra central del movimiento cultural e intelectual conocido como La Ilustración, que hizo germinar la semilla de la Revolución Francesa y por el cual fue conocido ese siglo como el Siglo de las Luces.

Johann Wolfgang von Goethe

Entre los precursores de la divulgación científica debemos incluir a Johann Wolfgang von Goethe, quien además de ser un notable poeta, novelista y dramaturgo alemán, muchos no saben que fue un inquieto científico.  El autor de las célebres obras Fausto y las Penas del Joven Werther, también fue un acucioso científico que investigó en los campos de la Óptica, Geología, Química y Osteología.  Incluso fue el descubridor del hueso intermaxilar en el año 1784, pieza clave para apoyar la teoría de la evolución del hombre.  En 1810 publicó la obra científica Zu Farbenlehre (Teoría de los Colores), cuyo primer volumen contiene lo que se considera la primera historia comprensiva de la ciencia.

Camille Flammarion en el Observatorio de París
Ejemplar de la Revista La Astronomía




















Otro gran divulgador científico lo fue Camille Flammarion, un astrónomo francés que se hizo famoso por popularizar la astronomía en el siglo XIX. Fue fundador de la Sociedad Astronómica Francesa y de la revista L’Astronomie, ambas en 1887.  Escribió más de 50 obras cubriendo numerosos campos de la astronomía.

Julio Verne junto al diseño artístico de su submarino

Para muchos, Julio Verne fue un prolífico escritor de ciencia ficción.  Sin embargo, debe ser resaltado como uno de los más importantes divulgadores científicos, porque muchas de sus obras fueron visionarias y cargadas de predicciones científicas y tecnológicas muy adelantadas a su tiempo, no menos cierto es que Verne estaba siempre muy al tanto de los avances de la ciencia de la época y contaba con una capacidad única de anticipación lógica y predecir con certeza. En su obra “Vente mil leguas de viaje submarino” (1869) predijo el submarino y los motores eléctricos, en “Robur el Conquistador” (1886) se adelantó al helicóptero al describir un yate que en la punta de su mástil tenía hélices que lo sostenían en el aire, en “De la Tierra a la Luna” (1865) describió los viajes espaciales y los cohetes, en “Una ciudad flotante” (1871) se adelantó a los transatlánticos y las muñecas parlantes, en “París del siglo XX” (1861 pero se publicó póstumamente en 1994) se adelantó al Internet y a los motores de combustión.

Charles Darwin
Portada del Origen de las Especies de Darwin




















Antes de pasar a la era contemporánea, no podemos dejar de mencionar a Charles Darwin, cuya Teoría de la Evolución conmovió a la sociedad de su época, por lo que publicó en 1859 su obra “El Origen de las Especies” para explicar al gran público sus hallazgos, ya que estaba consciente del impacto de su teoría a las convicciones religiosas de la mayoría. Este libro es considerado como la obra de divulgación científica más influyente de toda la historia de la humanidad, según un estudio realizado por la revista inglesa New Scientist.

La divulgación científica en la era contemporánea
A partir del siglo XX surgieron varios periodistas y científicos que dedicaron su vida a promover y difundir los avances de la ciencia.  Sus obras llegaron a convertirse en auténticos best-sellers, llevando la difusión de la ciencia a rincones inimaginados y, en ocasiones, a su popularización.

Carl Sagan durante la presentación de su serie de TV
Portada de su libro Cosmos














Carl Sagan fue uno de ellos.  No solamente fue el pionero en la exobiología (estudio de la vida en otros mundos), sino también en la búsqueda sistemática de vida inteligente extraterrestre a través del proyecto SETI.  Fue muy popular por sus libros de divulgación científica, incluso por uno de ellos gano un Premio Pullitzer en 1978 (por el libro Los Dragones del Edén), pero sobre todo por la serie de TV que produjo en 1980 llamada “Cosmos: Un viaje personal”, la cual es sin dudas la serie científica de TV más exitosa de todos los tiempos y que sirvió para publicar ese mismo año un libro con el mismo nombre.  Una de sus obras, Contacto, fue llevada al cine en 1997 y protagonizada por Jodie Foster. En lo personal puedo decir que Sagan ha sido uno de los autores más influyentes en mi forma de pensar y ver el mundo.

Isaac Asimov

Isaac Asimov es otro de los más importantes divulgadores científicos contemporáneos y sin dudas el más prolífico.  Escribió cerca de 500 obras, siendo la Saga de la Fundación la más famosa.  Sus escritos abarcaron prácticamente todos los temas:  Ciencia, Historia, Ficción, Religión, Filosofía, Biología, etc. y muchas de sus obras fueron llevadas al cine también como El Hombre Bicentenario (En 1999 con Robin Williams), Yo, Robot (2004 con Will Smith) y en vida fue un estrecho colaborador de la saga cinematográfica Star Trek.

Stephen Hawking
Portada de Breve Historia del Tiempo














Stephen Hawking tiene también un lugar especial en esta lista.  No solamente es un reconocido físico teórico, astrofísico y cosmólogo, mundialmente conocido por padecer de Esclerosis Lateral Amitrófica (ELA) que lo tiene prácticamente paralizado en una silla de ruedas y a pesar de ello no dejar de escribir libros y dictar charlas a través de un aparato electrónico sintetizador de voz, sino que es uno de los científicos que han aportado sólidas pruebas para comprobar la Teoría de la Relatividad de Albert Einstein y la existencia de los agujeros negros. Su obra cumbre hasta la fecha, Breve Historia del Tiempo (1988), es un best-seller que llegó a encabezar la lista de ventas durante casi un año a nivel mundial, y El Universo en una Cáscara de Nuez (2001), ambos de divulgación científica.

Medios de divulgación científica
Además, debemos elevar un tributo a diferentes medios de comunicación que se han dedicado por entero a la divulgación científica, demostrando que este género es incluso económicamente rentable, debido a un crecimiento sostenido del interés público en estos temas.

Artículo de Popular Science de 1872
Portada de la revista Muy Interesante




















Tal es el caso de revistas científicas como la Popular Science, fundada en Estados Unidos en 1872, convirtiéndose en la primera revista de la historia especializada en la divulgación científica, orientada al público en general.  Entre sus primeras ediciones aparecieron artículos de personajes de la estatura de Alexander Graham Bell, Thomas Edison y Louis Pasteur. Otras revistas de incidencia mundial son la National Geographic Society y La Science Illustrée.  En español hay que destacar GEO  y Muy Interesante, esta última es la líder en este idioma con más de 2 millones de lectores mensuales.

Logo de Discovery Channel

En TV por cable, tenemos a Discovery Channel (lanzado en 1985 con más de 2,000 millones de televidentes) y National Geographic Channel (lanzado en 1997 con más de 160 millones de televidentes), son hoy por hoy los canales de TV por paga especializados en divulgación científica más populares.


Gracias a estos autores y medios dedicados por entero a difundir el conocimiento científico y los nuevos hallazgos, los días oscuros de la Edad Media seguirán siendo cosas del pasado, y cada vez menos influyentes serán las arengas religiosas y fanáticas que llaman a creer en dogmas y en la fe ciega, promoviendo el destierro de la razón, y con ello, convirtiendo a sus creyentes en víctimas de la ignorancia, que ya muchas hemos tenido desde el principio de los tiempos.

www.reysonl.blogspot.com