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jueves, 17 de febrero de 2022

Claves para entender el conflicto entre Rusia y Ucrania

 


El mundo ha visto como en los últimos meses las tensiones existentes en el extremo oriental del continente europeo han caldeado ánimos y elevado el tono de países y organizaciones como Estados Unidos, la Organización para el Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Rusia y Ucrania, disparando de paso las cotizaciones de diversos commodities que han generado a su vez mayor inflación a nivel global.

Desde el punto de vista de la capacidad militar, obviamente Rusia aventaja por mucho a Ucrania. Según el portal especializado Global Fire Power[1], los rusos actualmente son la 2da potencia militar del mundo, con capacidad nuclear, incluyendo la fuerza de infantería más poderosa que existe (que en un conflicto entre países fronterizos sería decisiva), frente a una Ucrania con unas fuerzas armadas posicionadas en el lugar #22, sin armas nucleares, y con una armada casi inexistente (rodeada en el 100% de sus costas por los rusos con su poderosa Flota del Mar Negro). Claro, la posible participación de la OTAN si se declarara la guerra alteraría esa balanza, aunque eso tal vez no sea tan probable, toda vez que Estados Unidos y OTAN nos tienen acostumbrados a intervenir militarmente solo cuando van en amplia ventaja (Yugoslavia, Irak y Siria son el mejor ejemplo) y este no es el caso. Pero esa es otra historia.

La infantería rusa es la más poderosa del mundo, según Global Fire Power

Como veremos más adelante, la relación entre Rusia y Ucrania ha tenido numerosos altibajos desde hace siglos, la presente escalada inició en diciembre 2021 cuando Washington Post publicó un informe de inteligencia[2] que advierte sobre la inusual concentración de tropas rusas alrededor de la frontera ucraniana y la “inminencia” de una invasión, lo cual fue inmediatamente confirmado por las autoridades de Estados Unidos.

A pesar de que Rusia ha negado en todo momento esas intenciones, alegando que son ejercicios militares “defensivos”, con el transcurso de los días Estados Unidos y aliados de la OTAN no han hecho más que caldear los ánimos insistiendo en que la invasión ocurrirá en cualquier momento, incluso pronosticando fechas (que, por cierto, todas se han vencido), retirando personal diplomático, enviando toneladas de armamento y municiones a Ucrania y tocando los tambores de guerra.

Ejercicios militares realizados por Rusia y China

Llama la atención que, de ser cierta una invasión, sería la más torpe de la historia porque no contaría con el factor sorpresa, imprescindible para lograr victorias tempranas y ganar rápidamente territorio mientras el enemigo mantiene la “guardia baja”. Obviamente en este caso no es así porque ya son tres meses que esos “ejercicios” militares tienen realizándose a la vista de todos, donde han participado otros países aliados a Rusia como Bielorrusia[3], Irán y China[4], y se han realizado en distintas partes del mundo.

Hitos de los últimos 1200 años de relación entre Rusia y Ucrania

Pero la creciente preocupación de muchos, especialmente europeos, por una eventual guerra entre ambos países fronterizos no surge del capricho necesariamente. Entre Rusia y Ucrania hay una larga historia que refleja una compleja relación de amor y odio que cíclicamente se inclina alternadamente hacia ambos extremos. Veamos:

  • Tanto Rusia como Ucrania, incluso Bielorrusia, comparten un origen común. Se trata de la Rus de Kiev, el primer estado eslavo que consistió en una federación de pueblos, organizados por “principados”, que surgió en el año 882, adoptó el cristianismo ortodoxo y permaneció casi 400 años hasta la invasión mongola de 1240. Alrededor del año 1000, la Rus de Kiev llegó a ser el estado más poderoso de Europa, siendo Kiev (actual capital de Ucrania) también la ciudad con mayor población en ese continente.
    Dominios de la Rus de Kiev

  • Después de la desintegración de la Rus de Kiev, se formaron varios reinos independientes, entre los cuales estaban el Reino de Rutenia y el Principado de Moscú, los cuales devinieron con el tiempo en las actuales Ucrania y Rusia, respectivamente.
  • El Reino de Rutenia desapareció en el siglo XIV y el territorio hoy ucraniano pasó al control de Polonia y Lituania. En la zona controlada por los polacos, los ucranianos fueron forzados a convertirse al catolicismo y a una “polonización” forzosa.
  • Para entonces, en el siglo XV, los otomanos conquistaron la península de Crimea, creando allí el Kanato de Crimea, administrado por el pueblo tártaro hasta el siglo XVIII.
    Kanato de Crimea

  • Durante la ocupación polaca-lituana, en el centro de la actual Ucrania existía un pueblo nómada, los cosacos, quienes profesaban el cristianismo ortodoxo y crearon una región autónoma llamada Zaporozhia que eventualmente se convirtió en un potente contingente militar que enfrentaba a los católicos polacos y lituanos en el norte, así como a los musulmanes tártaros en el sur.
  • En 1648 estalla la Rebelión de Jmelnitski en la que los cosacos piden ayuda al Zarato ruso (nombre que se le concedió al antiguo Principado de Moscú) para expulsar a los polacos, lo cual condujo eventualmente a la incorporación de Ucrania a Rusia.
  • En 1783 el Imperio ruso (Pedro I el Grande años antes se había proclamado emperador) invade a Crimea, expulsando a los tártaros. Desde entonces Rusia inició una campaña para la “rusificación” del territorio, prohibiendo el idioma ucraniano de forma impresa y pública.
  • Al estallar en 1914 la Primera Guerra Mundial, el colapso del ejército de Rusia y de Austria (estos últimos controlaban la región ucraniana de Galitzia), hizo resurgir el movimiento nacionalista ucraniano que enfrentó a diversos bandos (anarquistas, socialistas, entre otros), desatándose una guerra civil.
    Región de Galitzia (Galicia)

  • Con el triunfo de la Revolución Bolchevique de 1917 en Rusia, éstos pactan con Polonia para entregarles Galitzia mientras que en el resto del territorio se proclamaba la República Socialista Soviética de Ucrania, uno de los estados que eventualmente fundaron la Unión de República Socialistas Soviéticas (URSS) en 1922.
  • En 1921 en la región se produjo una sequía devastadora que afectó tanto a Ucrania como a Rusia y provocó una hambruna que produjo la muerte a 5 millones de personas.
  • Entre 1932 y 1933 la política de colectivización forzosa impulsada por Josef Stalin cobró la vida de millones de personas (algunas fuentes hablan de 12 millones). A esta política de Estado se le denominó Holodomor y también conllevó represión política que eliminó a las ¾ partes de la intelectualidad y alta oficialidad ucraniana.
    Espantosa imagen de víctimas del Holodomor en Ucrania

  • Con la invasión a Polonia por parte de la Alemania nazi en 1939, la URSS aprovechó la confusión reinante para invadir el oriente polaco y así recuperar la región de Galitzia, bajo la excusa de “garantizar la seguridad” de los habitantes rusos y ucranianos de esa zona. Ese año es recordado como aquel en que se logró la reunificación de Ucrania.
  • Cuando Adolf Hitler invadió la URSS en 1941, ucranianos y rusos lucharon codo a codo contra los nazis. De los 8.7 millones de soldados soviéticos que cayeron en ese conflicto, 1.4 millones fueron ucranianos. El 9 de mayo es celebrado en ambos países como el Día de la Victoria.
    Fueron los soviéticos los que tomaron Berlín, muchos de ellos ucranianos

  • En 1954, bajo el liderazgo de Nikita Krushchov, que había ejercido la mayor parte de su vida política en Ucrania, Crimea fue cedida por la República Socialista Soviética de Rusia a Ucrania, bajo el pretexto de la imposibilidad de llevar agua a esa península desde Rusia.
    Nikita Krushchov

  • En 2013 el presidente ucraniano de entonces, Víktor Yanukóvich, suspendió la firma del Acuerdo de Asociación con la Unión Europea, idea ampliamente respaldada en la parte occidental del país, y propuso en cambio una Unión Aduanera Euroasiática liderada por Rusia, lo que desencadenó una serie de protestas, conocidas como Euromaidán, con un saldo de cientos de muertos.
    Protestas del Euromaidán en 2013

  • La crisis política generada indujo la caída de Yanukóvich en 2014, quien tuvo que exiliarse en Rusia. En medio del caos generalizado, Rusia aprovechó para invadir Crimea mientras fuerzas prorrusas se levantaron en armas en la región de Donbás, en el este ucraniano, declarando su independencia. El presidente ruso, Vladimir Putin, alegó entonces que tomó por la fuerza a Crimea para proteger vidas y bienes de ciudadanos de origen ruso, los cuales son predominantes en esa región[5]. A finales de ese año, las autoridades de Ucrania, Rusia y los líderes separatistas firmaron el Protocolo de Minsk para declarar un alto al fuego, que hasta la fecha no se ha cumplido del todo.
    Ocupación militar rusa en Crimea

Ya más recientemente, a finales del 2021, informes de inteligencia de Estados Unidos alertaban sobre un movimiento inusitado de tropas rusas en la frontera con Ucrania, pronosticando una “inminente” invasión. Aunque Ucrania tiene varios años interesada en formar parte de la OTAN, Rusia ha manifestado firmemente su oposición alegando que pone en riesgo su propia seguridad, ya que eso abriría la posibilidad de que sean instalados misiles de mediano y largo alcance en su patio trasero.

Todo luce que Rusia ha incrementado los “ejercicios militares” alrededor de sus fronteras, no solamente en el borde con Ucrania, como un elemento disuasorio más que como una amenaza real de invasión. De hecho, en más de una ocasión ha advertido a Europa y el resto de la comunidad internacional que instalar bases permanentes de la OTAN en Ucrania sería incitar a un conflicto bélico en el que ni Rusia ni el resto de Europa querrán verse enfrascados[6].

Cargamento de material bélico enviado por EEUU a Ucrania

Lo que sí llama la atención es que, mientras todos estos hechos se desarrollan, el suministro de armas a Ucrania no ha cesado desde Estados Unidos y Reino Unido, incluso con el arribo de tropas “asesoras”. Eso significa que alguien se está beneficiando de esta escalada y, obviamente, no es Rusia, ni mucho menos Ucrania, que incluso ha reiterado no ver reales indicios de invasión inminente y hasta se ha visto obligada a rogar a Estados Unidos y a la OTAN que bajen el tono porque están arruinando el clima de inversiones y la economía en general del país. Y a todo esto se suma el hecho de que varios países miembros de la OTAN han asumido posiciones divididas con relación al conflicto, como es el caso de Alemania y Francia[7], lo cual favorece a Rusia.

Tampoco perdamos de vista el tema del suministro ruso de gas propano, del cual Europa es muy dependiente. Pues resulta que los gasoductos rusos pasan por territorio ucraniano y un conflicto a gran escala en ese país devendría en una suspensión del mismo, lo que obligaría a Europa a importarlo desde Estados Unidos, a un costo significativamente mayor. Nuevamente, se ve claramente quién saldría ganando en este río revuelto.

La mayor parte del gas ruso que suple a Europa pasa por Ucrania (cortesia El Mundo)

El bienestar de Ucrania y su gente nunca ha sido la preocupación de los “Señores de la Guerra”. Es un país que apenas está la posición #92 del mundo en PIB per Cápita (FMI) y #74 en el Índice de Desarrollo Humano (PNUD),  el segundo y tercer peor posicionamiento en Europa, respectivamente.

Dejarse arrastrar en un conflicto en que ambos, Rusia y Ucrania, tienen mucho que perder y muy poco que ganar, definitivamente sería poco inteligente. La diplomacia y la cabeza muy fría deberán ser suficientes para disipar el nubarrón. Aunque aquellos que se lucran de las guerras de otros, terminen con el moño hecho.

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