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domingo, 4 de febrero de 2018

Las criptomonedas: ¿Son una realidad o un fraude?




La revolución tecnológica que estamos viviendo ha llegado para transformar totalmente el mundo que conocemos. De hecho, y solo para poner un ejemplo, la cantidad de cosas que podemos hacer hoy desde un móvil era impensable cuando nuestros padres tenían nuestra edad actual. Esta radical transformación ha tocado al sistema financiero y al concepto de moneda en sí mismo.

Conocemos como criptomonedas a los medio digitales de intercambio que, dotados de mecanismos de seguridad, integridad y trazabilidad a toda prueba, han emergido desde hace menos de una década. Todo empezó en el 2009, cuando un creador todavía anónimo (utilizando el seudónimo Satoshi Nakamoto) lanzó el Bitcoin. Aunque no es la única criptomoneda, sigue siendo la más popular y conocida.

Bitcoin

Blockchain, la tecnología detrás del Bitcoin
Sin lugar a dudas, la clave del relativo éxito que muestran las criptomonedas es la base de datos distribuida que la respalda, denomina cadena de bloques o blockchain. Esta base de datos es construida en base a bloques de datos encadenados que son diseñados para evitar su modificación una vez el dato ha sido publicado. De esta forma la información queda sellada y encadenada en el tiempo a un bloque anterior.

El blockchain se basa en estos principios:
  • Almacenamientos de datos mediante la replicación de la información en la cadena de bloques
  • Transmisión de datos a través de redes de pares (peer to peer) que garantizan el anonimato, robustez y escalabilidad de los cientos de millones de usuarios potenciales
  • Confirmación de los datos mediante un mecanismo de consenso entre los nodos que participan. Usualmente utilizan el algoritmo de “prueba de trabajo” en el que hay un proceso competitivo y transparente de validación de nuevas entradas, también conocido como “minería”

En el caso de las criptomonedas, el blockchain funciona como un notario público no modificable que certifica todas las transacciones, lo que prácticamente elimina la posibilidad de fraude, duplicación de gastos y, por tanto, lavado de dinero.

¿Bitcoin, una realidad o una burbuja?
Como se define a sí mismo en su página web oficial[1], Bitcoin (cuya nomenclatura internacional es BTC) es una innovación dentro de los sistemas de pago que incorpora muchísimas funciones más allá del dinero tradicional y que la mayoría de sus posibilidades están todavía por descubrir. Ofrece alternativas para el crowdfunding[2], micropagos (al no tener cantidades mínimas para transferir), donaciones a fundaciones y proyectos, optimización de costos (al no requerir intermediación financiera), protección contra el fraude, accesibilidad global, transacciones de múltiples firmas, etc.

Los cajeros de Bitcoins son cada vez más frecuentes en todo el mundo

El Bitcoin se basa en los siguientes principios fundamentales:
  • Límite de emisión:  La cantidad de total de unidades posibles a emitir son 21 millones de bitcoins
  • Sin censura: Nadie puede censurar o prohibir transacciones válidas
  • Código abierto: El código fuente de Bitcoin es accesible a todo el mundo
  • Sin permiso: Nadie puede impedir la participación en la red
  • Pseudoanónimo: No se requiere identificación para participar en la red
  • Permutable: Cada unidad es intercambiable
  • Pagos irreversibles: Las transacciones confirmadas no pueden ser eliminadas ni modificadas

Hasta el año 2009, todas las transacciones de comercio electrónico necesariamente debían realizarse a través de entidades centralizadas de confianza, como los bancos, quienes gestionaban el seguimiento de cada transacción. Con la llegada del Bitcoin, todo eso cambió.

En los últimos años, especialmente a partir del 2014,  importantes empresas han empezado a aceptar el Bitcoin:  DISH Network, Microsoft, Dell, Expedia, Overstock, Shopify, Steam, Save the Children, NameCheap, MEGA, Destinia, Subway y Starbucks (en algunos establecimientos), WordPress, REDDIT, NewEgg, PayPal, etc. Incluso, BBVA Ventures, Goldman Sachs, Master Card y VISA han invertido en startups relacionadas a esta moneda virtual. Muy recientemente, en Canadá fue aprobado el primer Fondo de Inversión Cotizado (ETF en sus siglas en inglés) basado en blockchain para aceptar inversiones en bitcoins. Igualmente Japón decretó que las operaciones realizadas con criptomonedas no serán gravadas con el 8% de impuesto al consumidor, aunque sí se mantiene el impuesto sobre la renta para los ingresos en este tipo de divisas. Por igual la Unión Europea hizo lo propio en el 2015.
Sucursales de Subway aceptando criptomonedas

Según el portal https://blockchain.info, a la fecha de hoy (04 de febrero 2018), estas son las estadísticas del Bitcoin:
  • El valor de un una moneda BTC (Bitcoin) es equivalente a US$8,220.66 (en diciembre 2017 tuvo un valor pico que superó los US$19,000)
  • El promedio de transacciones por día durante el presente mes supera los 220,000 (en diciembre 2017 tuvo una semana pico que supero las 380,000 transacciones)
  • Total de Bitcoins emitidos a la fecha: más de 16,800,000
  • En febrero 2018 el volumen de comercio con bitcoins supera el promedio diario de US$1,070,000

Una pregunta que muchos hacen es ¿Por qué los bitcoins son limitados (21 millones el límite de emisión)? Y ¿qué pasará cuando se terminen los bitcoins? El hecho es que al ser un recurso limitado, el Bitcoin automáticamente se convierte en una moneda que mantendría su valor en el tiempo, ante la imposibilidad de una emisión inorgánica de la divisa electrónica. Es exactamente igual al mecanismo que valoriza al oro. Con relación a qué pasará cuando se agote la emisión, dependerá de cuánto se acepte como criptomoneda cuando ese momento llegue.  Una vez se agote, la principal amenaza será que ya no habrá incentivo para los “mineros” dedicados a encontrar bitcoins y eso pone en riesgo la propia labor de creación y validación de nuevos bloques de datos (actividad que se genera durante el proceso de minería). La respuesta oficial es que esa cantidad finita de monedas no será un problema, ya que el BTC está concebido para subdividirse en hasta 8 cifras decimales y esto facilita el comercio con subunidades en la medida en que las transacciones disminuyan. Con relación a los “mineros”, se prevé en el futuro que su principal fuente de ingreso, que ya no será el descubrimiento de “nuevos” bitcoins, se fundamentará en el cobro de pequeñas comisiones por el servicio de confirmación de transacciones.

Pero, después de llegar a un tope que superó los US$19,000 por Bitcoin en diciembre 2017, el mercado de las criptomonedas ha sufrido grandes pérdidas desde hace varias semanas. Esto ha despertado muchos temores y se empieza a hablar de que el Bitcoin es una gran burbuja a punto de explotar o que simplemente consiste una pirámide tipo Ponzi que está a punto de descalabrarse. Los defensores de las criptomonedas aseguran que la volatilidad del mercado no tiene nada que ver con una burbuja, sino más bien que la nueva economía que representan estas monedas virtuales todavía están en proceso de estabilización y son todavía muy sensibles a campañas mediáticas, decisiones gubernamentales o corporativas y a euforias e incertidumbres coyunturales. Recuerdan que medios de pago tradicionales como el oro, dólar, euro, libra esterlina, etc. tampoco pueden garantizar un valor estable y están sujetos a las mismas volatilidades.

Es el caso del reciente anuncio de JP Morgan Chase, Bank of America y Citigroup que prohibieron la compra de criptomonedas con sus tarjetas de crédito. Igualmente, el anuncio hecho por China en septiembre 2017 prohibiendo las operaciones con bitcoins. Obviamente, ambos anuncios impactaron el proceso de revalorización del Bitcoin y otras criptomonedas.

Lo que sí es un hecho que tanto el Bitcoin como las otras criptomonedas no cuentan con respaldo de ningún gobierno o banco central, hasta el momento, y casi todos los reguladores financieros advierten contra su uso. Por tanto, ante un potencial colapso los tenedores de inversiones en criptomoneda se encontrarán indefensos.
Ethereum, uno de los Alcoins más importantes

Otras criptomonedas
El Bitcoin, si bien es cierto es la más popular y conocida de las criptomonedas, no es la única. A las demás criptomonedas de les conoce como Alcoins, o monedas alternativas. A continuación detallamos las de mayor relevancia y con la tasa de cambio calculada al 4 de febrero 2018:
  1. Bitcoin Cash (BCH): Es un hard fork o bifurcación del Bitcoin creada en 2017 con el fin de disminuir los tiempos de procesamiento de las transacciones, por incorporar bloques que son 8 veces de mayor capacidad a los bloques del Bitcoin original. Tasa de cambio: 1 BCH = US$1,123.00
  2. Ethereum (ETH): Fue creada en el 2015 y es la primera criptomoneda que permite la creación de contratos inteligentes. Es considerada la segunda más importante después del Bitcoin. Tiene una emisión tope de 100 millones de monedas. Tasa de cambio: 1 ETH = US$813.43
  3. Ripple (XRP): Es una red de pagos de última generación, diseñada especialmente para atraer a las instituciones financieras. Tiene una emisión tope de 100,000 millones de monedas y fue creada en el 2012. Tasa de cambio: 1 XRP = US$0.839
  4. Dash (DASH): Le denominan el Bitcoin 2.0, porque fue diseñado para mejorar algunas debilidades de aquél. Los programadores añadieron algunas funcionalidades que permiten que sea más rápido y más anónimo que se predecesor. Fue creado en 2014 con una emisión tope de 18.9 millones de monedas. Tasa de cambio: 1 DASH = US$545.60
  5. Litecoin (LTC): Fue creada en el 2011 y es muy parecida al Bitcoin, aunque es la velocidad de creación de un bloque es 4 veces mayor y tiene un límite mayor de emisión (84 millones de monedas). Tasa de cambio: 1 LTC = US$148.23

Criptomonedas latinoamericanas
Latinoamérica no se queda atrás y ya se han lanzado varias iniciativas de criptomonedas. Aquí compartimos algunas:
  1. CelCoin (CELC): Lanzado en 2017 en Colombia, con una emisión tope de 840 millones de monedas. Tasa de cambio: 1 CELC = US$0.519
  2. MerCoin (MRN): Está todavía en proceso de formalización y prevé una emisión de 100 millones de monedas. Está pensado para toda la región latinoamericana y su nombre fue escogido en honor al MERCOSUR (Mercado Común de Sudamérica).
  3. Chaucha (CHA): Creada en 2017 en Chile, tiene una emisión tope de 123 millones de monedas. No fue posible establecer la tasa de cambio vigente al momento de redactar este artículo.
  4. Petro (PTR): Creada en 2017 en Venezuela, aunque será lanzada al mercado en las próximas semanas, estará respaldada nominalmente por 5,000 millones de barriles de petróleo. La emisión tope serán 100 millones de monedas PTR.

A pesar de toda la incertidumbre que rodea todavía al mundo de las criptomonedas, es innegable el extraordinario empuje que han tenido en los últimos años. A la fecha, según el portal especializado Coinmarketcap[3], el volumen de ese mercado haciende a los 400 billones de dólares, involucrando a unas 1,512 criptomonedas diferentes, donde el Bitcoin se mantiene al frente con un 35.2% de ese mercado.

Como toda innovación, generará temores y tomará un tiempo a que el mercado se estabilice y asuma esta nueva modalidad. Recordemos que hace poco más de 25 años iguales pronósticos existían del Internet y su futuro. Lo que nos queda claro es que, ante un futuro donde la tecnología, ubicuidad y permanente conectividad esté presente en todas las cosas que nos rodean, es impensable que el medio de pago no se vea afectado y no evolucione en la medida de las circunstancias. Y por supuesto, las nuevas y más estrictas regulaciones no deben faltar para el dinero virtual. La nueva Sociedad de la Información y el Conocimiento no puede ser de otra forma.






[2] Mecanismo colaborativo de financiación de proyectos, también conocido como micromecenazgo

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