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miércoles, 23 de marzo de 2022

¿Sabes qué hora es en el Reloj del Apocalipsis?

 


Desde hace 75 años se mide cuán cerca estamos de una guerra nuclear que decrete el fin del mundo como lo conocemos. Esta es su historia.

Bomba de Hiroshima y su secuela de destrucción en 1945

Corría el día 6 de agosto de 1945 cuando desde el bombardero estadounidense Enola Gay fue arrojada la primera bomba atómica de la historia sobre la ciudad japonesa de Hiroshima, supuestamente con el propósito de acabar con la Segunda Guerra Mundial (aunque ya Alemania e Italia se habían rendido 3 meses antes) y evitar más bajas norteamericanas en el frente de Japón. En ese momento murieron de forma instantánea cerca de 80,000 personas (75% de ellas civiles).

Restos de la ciudad de Nagasaki en 1945

Como la destrucción de Hiroshima no fue suficiente para inducir la rendición japonesa, y un día después de que los soviéticos entraran en guerra con Japón para desalojarlos de Manchuria, el 9 de agosto es lanzada una segunda bomba nuclear sobre la ciudad de Nagasaki, donde perecieron 40,000 personas más.

Ese fue el principio de una carrera armamentista nuclear que todavía no termina.

Proyecto Manhattan, donde todo empezó sin casi nadie saber que fabricaba una bomba atómica

El descubrimiento de la fisión nuclear en 1938 por los científicos alemanes Otto Hahn y Fritz Strassmann, desató una carrera en las distintas potencias militares de entonces por fabricar la primera bomba atómica, en un momento en el que soplaban en el mundo vientos de una nueva guerra mundial. Después de haberse creado varios comités y grupos de trabajo de científicos, es así como en 1942 Franklin D. Roosevelt pone en marcha el Proyecto Manhattan como una dependencia del Ejército, sobre todo alentado porque el ataque japonés del año anterior al puerto de Pearl Harbor en el Pacífico empujó a Estados Unidos a finalmente declarar la guerra a las Potencias del Eje (Alemania, Italia y Japón).

Planta K-25 en Oak Ridge, Proyecto Manhattan

De los más de 130,000 empleados que llegó a tener contratados el Proyecto Manhattan, solo un puñado de ellos sabía que el objetivo era crear una bomba atómica. Para mantener el secreto, el proyecto fue distribuido entre cerca de 20 locaciones diferentes con un alto nivel de departamentalización de los procesos, además de una fuerte intervención del personal de seguridad que hasta se infiltraba en las fiestas privadas de los empleados. Hubo personas que no fue hasta décadas después que se enteraron que habían formado parte de dicho proyecto.

Panel de Control de Calutrón, donde las operarias no sabían que trabajaban para construir una bomba atómica. Glady Owens (primer plano) lo supo 50 años después.

El Boletín de los Científicos Atómicos, para alertar al mundo del mal que ellos habían creado

El hecho es que, tras ver los devastadores efectos sobre las ciudades japonesas, los científicos que participaron en el Proyecto Manhattan, fundaron el Boletín de los Científicos Atómicos, quienes se dedicaron desde entonces a publicar esa revista académica dedicada a concientizar al público sobre las amenazas que representan las armas nucleares para la supervivencia humana.

Entre los fundadores de la revista, se encontraban 6 premios Nóbel, entre ellos Albert Einstein y el propio exdirector científico del Proyecto Manhattan, Robert Oppenheimer. Desde entonces, se han sumado a su junta directiva unos 16 premios Nóbel más, así como destacados científicos de todo el mundo.

Portada del primer boletín con el Doomsday Clock (1947)

Es a partir de 1947 que empieza a aparecer en el boletín el “Reloj del Apocalipsis” o “Doomsday Clock”, que representa la cantidad de “minutos” que restan para la “medianoche”, que simboliza el momento de destrucción total de la Humanidad. Mientras más cerca estén las manecillas de las 12, más cerca estaremos de ese catastrófico final.

Adelantando el Doomsday Clock a las 23:57 en 2015

La idea del reloj era para simbolizar la urgencia, ante los aprestos armamentistas nucleares que se dieron a partir de 1945. En la medida en que los acontecimientos mundiales agudizan o atenúan el peligro, el minutero del Reloj del Apocalipsis se acerca o aleja de la medianoche.

Como refleja el gráfico que presentamos a continuación, durante la Guerra Fría el punto más cercano a la destrucción nuclear global fue en 1953, cuando tanto Estados Unidos como Unión Soviética desarrollaron sus primeras Bombas de Hidrógeno. En ese año, el Doomsday Clock se paró a las 23:58, es decir, 2 minutos para la medianoche.

El fin de la Guerra Fría en 1991 atrasó el Doomsday Clock hasta las 23:43

En la medida en que ambas potencias firmaron diversos acuerdos para limitar la proliferación de armas nucleares, la amenaza fue disminuyendo, llegando a estar a 17 minutos en 1991 (23:43) al terminar oficialmente la Guerra Fría y los Estados Unidos y Rusia acordar el desmantelamiento de su arsenal nuclear.

Las pruebas nucleares de Corea del Norte dispararon las alertas a partir de 2018

Sin embargo, desde entonces, con el desarrollo de la capacidad nuclear de varias naciones, como es el caso de la China, India, Pakistán, Corea del Norte, entre otras, además de la confluencia de otras amenazas globales como el Cambio Climático, el Boletín de los Científicos Atómicos ha alertado en su última medición al 2020 que la Humanidad está a solo 100 segundos (23:58). Las mediciones vigentes e históricas pueden ser consultadas en https://thebulletin.org/doomsday-clock/

La última medición nos coloca a 100 segundos de la medianoche

Sin lugar a dudas, el actual conflicto entre Rusia y Ucrania, en el cual se ha movilizado armamento nuclear de forma disuasoria y apunta a que más naciones podrían sumarse al enfrentamiento militar directo, posiblemente la próxima actualización del Doomsday Clock refleje que nos encontramos más cerca que nunca de la aniquilación total.

Ojalá que la sensatez se imponga y los intereses de dominio geopolítico de los distintos actores puedan parquearse a un lado, o, al menos, bajar las tensiones lo suficiente como para disminuir la amenaza nuclear. De lo contrario, muy pronto podría terminar el experimento llamado Homo Sapiens y con él, todas las demás especies vivientes que no tuvieron ninguna culpa ante tanto afán porque llegue la medianoche.

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miércoles, 9 de marzo de 2022

Mujeres astronautas

 


Desde los albores de la exploración humana del espacio, las mujeres han tenido una participación cada vez más importante. En una fecha en que recién celebramos el Día Internacional de la Mujer, dedicamos este artículo a las mujeres astronautas más destacadas:

Valentina Tereshkova, la pionera

Apenas dos años después de que Yuri Gagarín se convirtiera en el primer hombre en viajar al espacio en 1961, Valentina Tereshkova, de 26 años y también soviética, abordó la nave Vostok 6 un 16 de junio de 1963 que la llevó a circunnavegar 48 veces a la Tierra durante 3 días de misión, siendo así la primera mujer en viajar al espacio. A su regreso, la URSS la declaró Héroe de la Unión Soviética y ella pidió como única recompensa a su hazaña que se ubicara el lugar donde murió su padre en la Guerra de Invierno contra Finlandia para que se le erigiera allí un monumento, lo cual se hizo en el área de Lemetti en Karelia.

Valentina Tereshkova

Svetlana Savitskaya, la primera mujer en caminar en el espacio

Aunque la soviética Svetlana Savitskaya fue la segunda en viajar al espacio, sí logró algunas primicias. Fue la primera mujer en realizar una caminata espacial (EVA por sus siglas en inglés) y la primera en viajar dos veces en fechas diferentes: 1983 en la nave Soyuz T-7 y 1985 en la Soyuz T-12.  Luego desarrolló la carrera política llegando a ser diputada por varios períodos.

Svetlana Savitskaya y su caminata espacial

Sally Ride, la mujer más joven en viajar al espacio

Tenía solo 22 años cuando viajó al espacio a bordo del transbordador espacial Challenger en 1983, siendo la primera mujer estadounidense en viajar al espacio y la más joven en hacerlo. Volvió a volar en el mismo transbordador al siguiente año y llegó a acumular 343 horas en el espacio. Fue parte de la comisión técnica que investigó la explosión tanto del transbordador Challenger en 1986, como del Columbia en 2003.

Sally Ride en una de sus misiones

Mae Jemison, la primera astronauta afroamericana

A bordo del transbordador Endeavour en la misión STS-47, se convirtió en 1992 en la primera mujer afrodescendiente en explorar el espacio, en una misión de 8 días en los cuales realizó experimentos relacionados con la ingravidez y la cinetosis de la tripulación, totalizando 44 experimentos. Al salir de la NASA, fundó una empresa con la que desarrolló un sistema de telecomunicaciones satelitales para uso médico que implementó en países del Tercer Mundo. Participó en uno de los capítulos de la serie Star Trek: The Next Generation.

Mae Jemison

Yelena Kondakova, la primera astronauta en un vuelo de larga duración

En 1994, Yelena abordó la nave Soyuz TM-20 para una misión que duró 169 días, siendo el primer viaje al espacio de larga duración en el que participa una mujer. Tres años después, en 1997, participó en la misión STS-84 del transbordador Atlantis en la que se acoplaron a la estación rusa MIR. Al terminar su carrera como cosmonauta, también se dedicó a la política llegando a ser electa como diputada en la Federación Rusa.

Yelena Kondakova

Eileen Collins, la primera piloto y comandante de una nave espacial

Desde 1979 era piloto de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos. En 1995 tuvo la oportunidad de pilotar el transbordador espacial Atlantis, llegando a ser la primera mujer en comandar una misión espacial y la primera en pilotar una nave espacial, realizando un total de 4 misiones, siendo la última en 2005. Llegó a contabilizar 872 horas en órbita.

Eileen Collins

Ellen Ochoa, la primera hispana en viajar al espacio

De abuelos mexicanos, esta norteamericana se convirtió en 1993 en la primera mujer latinoamericana en explorar el espacio a bordo del transbordador Discovery, llegando a acumular 978 horas en el espacio distribuidas en 4 misiones diferentes. Es la única hispana en el Salón de la Fama de la NASA.

Ellen Ochoa

Anna Lee Fisher, la primera madre en el espacio

Esta doctora en medicina e ingeniera química logró viajar al espacio en 1984, después de 6 años de entrenamiento, en la misión STS-51A del transbordador Discovery. En ese momento estaba casada y con una bebé de un año, por lo que se convirtió en la primera madre en explorar el espacio. Su imagen mirando de perfil con casco y traje espacial se volvió icónica en la década de los 80s.

Icónica imagen de Anna Lee Fisher

Liu Yang, la primera taikonauta de la historia

Los astronautas chinos se denominan “taikonautas” y no fue hasta junio de 2012 que la primera mujer de China viajó al espacio. Se trata de Liu Yang, mayor del Ejército Popular de Liberación de China y veterana piloto, quien participó en la primera misión tripulada a la estación espacial Tiangong 1.

Liu Yang

Wally Funk, la astronauta de mayor edad

Ella toda su vida estuvo ligada a la aviación. Llegó a convertirse en piloto a los 21 años y fue la primera instructora de vuelo civil de las fuerzas armadas de Estados Unidos. En múltiples ocasiones, durante la década de los 60s y 70s intentó entrar en el programa de entrenamiento de astronautas de la NASA, pero sin éxito. No fue hasta el año 2021, ya con 82 años, que logró formar parte de la misión NS-16 de Blue Origin, logrando con eso ser la mujer de mayor edad que viaja al espacio. Aunque fue una misión de poco más de 10 minutos, Wally cumplió su sueño de juventud de llegar al espacio.

Wally Funk

La participación cada más activa y relevante de las mujeres en la exploración espacial es un hecho irreversible. De hecho, el próximo gran hito en la exploración espacial será el envío de misiones tripuladas a la Luna, en las cuales se contempla la participación de mujeres astronautas, tanto por Estados Unidos como China, que son las potencias con planes a corto-mediano plazo en esa dirección.

Una de ellas será la primera mujer en llegar a la Luna en 2024 (misión Artemis)

En el caso de Estados Unidos, su programa Artemisa pretende lanzar una misión tripulada a nuestro satélite natural en 2024 y ya dio a conocer las 12 astronautas que actualmente se encuentran en entrenamiento, una de las cuales será la seleccionada para ser, probablemente, la primera mujer que pise la superficie lunar.

Como en todos los demás órdenes y disciplinas, la brecha de género cada vez se va cerrando más, y la exploración espacial no es la excepción. Como debe ser.

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