Entrada destacada

Peores bombardeos de la historia

El bombardeo es una de las estrategias militares más devastadoras, ya que son acciones que causan  destrucción masiva, pérdidas humanas inca...

martes, 6 de febrero de 2024

La República de Texas: Una vez lo fue, pero ¿podría volverlo a ser?

 


Los recientes acontecimientos en Texas relacionados con la frontera entre Estados Unidos y México, donde las autoridades del estado han enfrentado a las federales, ha hecho resurgir en muchos medios, sobre todo texanos, el tema de una posible secesión.

Muchos se sorprenden por la noticia, pero si repasaran la historia, verían que Texas justamente es el único estado de Estados Unidos que llegó en el pasado a ser una república independiente.

En este artículo analizaremos el origen de ese estado y, probablemente, ahí encontremos explicación a ese sentimiento de orgullo, pertenencia y autonomía que caracteriza a sus habitantes.

República de Texas

Pocos años después del Descubrimiento de América, los españoles al mando de Álvar Núñez Cabeza de Vaca desembarcaron en la Isla de Galveston frente a la costa de la actual Texas, en 1528. Fueron los españoles que denominaron el territorio como “Reino de los Tejas”, refiriéndose a los pobladores indígenas que encontraron.

Después del establecimiento de los españoles, el actual territorio de Texas ha sido dominado por Francia, México y Estados Unidos.

Las "Seis Banderas" que han regido en Texas


De hecho, también es conocido como el estado de las “Seis Banderas”, por la cantidad de insignias que han ondeado en su territorio. Cabe destacar que, aunque Francia llegó a levantar un pequeño asentamiento en Texas en 1685, fue de manera accidental y por muy poco tiempo (solo 5 años).

En 1690 ese territorio volvió a ser controlado por España hasta 1821, período que principalmente se caracterizó por las diversas misiones católicas que tenían como propósito “convertir” a los indígenas.

Así de grande era México en 1824


Con la independencia de México en 1821, Texas pasó a ser parte de la provincia mexicana de “Coahuila y Tejas”. El emperador Agustín de Iturbide, con el fin de poblar el extenso territorio, inició una política de tolerancia a los asentamientos de colonos extranjeros, principalmente provenientes de Estados Unidos.

Ahí fue que iniciaron los problemas.

Ya en 1830, la rebeldía de los colonos estadounidenses hizo que el gobierno mexicano prohibiera la inmigración anglosajona. El ascenso al poder del Gral. Antonio López de Santa Anna significó el recrudecimiento de las reformas centralistas. El líder texano Stephen Austin solicitó a Santa Anna que convirtiera a Texas en una provincia mexicana independiente de Coahuila, lo cual fue rechazado por el presidente. Esta respuesta no fue bien acogida por los colonos extranjeros, que sumada a la prohibición de la esclavitud por parte del gobierno mexicano, empezó a germinar en Texas el deseo de independizarse.

Es así como, en 1836, los colonos formaron su propio ejército, al mando de Samuel Houston, y tomaron la ciudad de San Antonio y la Bahía de Espíritu Santo. La respuesta de Santa Anna fue la conformación de un ejército de 6000 hombres para sofocar la rebelión texana.

Fuerte del Álamo, escenario del 1er enfrentamiento entre Texas y México


Houston había dividido su ejército en tres frentes, uno en el Álamo (actualmente San Antonio), otro en Goliad y otro en San Jacinto, en el norte. Santa Anna derrotó con facilidad a la dotación militar que defendió el Álamo y Goliad, pero al marchar hacia San Jacinto la milicia comandada por Houston le tendió una trampa, derrotándolo de forma definitiva.

Es así como surge la República de Texas, que designó a Samuel Houston como su primer presidente. Desde su surgimiento como nación, muchos líderes texanos procuraron negociar su anexión a los Estados Unidos de América, pero eso no fue posible en lo inmediato.

Durante los 10 años que existió la República de Texas, se estableció la capital en Austin (ciudad fundada en honor a Stephen Austin, quien había fallecido pocas semanas después de lograrse la independencia), y logró el reconocimiento de Estados Unidos, Francia y Reino Unido.

En un contexto en el que México se resistía a reconocer a Texas como nación soberana, en más de una ocasión tropas de la nueva república invadieron territorio mexicano. Es así como, en 1841, tropas texanas invaden a Nuevo México sin éxito, siendo derrotados en Santa Fe. Igualmente, por esos años enviaron barcos y tropas a apoyar a los rebeldes de Yucatán, pero también fracasaron.

Es así como en 1845, después de largos años de negociaciones, la República de Texas es anexada a los Estados Unidos, bajo la presidencia de James K. Polk. La disputa por la delimitación fronteriza con México fue lo que desencadenó la guerra con Estados Unidos. Con la subsecuente derrota en 1848, México se vio forzado a reconocer a Texas como un estado de Estados Unidos y pierde la mitad de su territorio al ceder California, Nevada, Utah, Nuevo México, Arizona y algunas partes de lo que hoy son Wyoming y Colorado.

La identidad texana

La peculiar historia y cultura de Texas ha generado a través del tiempo una fuerte identidad y orgullo a nivel estatal. No es casualidad que el sobrenombre del estado sea “La Estrella Solitaria” o “The Lone Star State”, frase utilizada desde el siglo XIX, aunque no fue oficializada hasta 2015.

El orgullo texano está presente en todo...hasta en la pastelería


Aunque fuera una derrota, muchos piensan que la Batalla del Álamo fue la chispa que encendió ese sentimiento. Fue tal el arrojo y valentía que demostraron los defensores de aquel fuerte (murieron todos sus ocupantes) que desde entonces el deseo de independencia y orgullo nacional no hizo más que crecer. Personajes como James Bowie y David Crockett se volvieron verdaderas leyendas del folclore popular.

Campaña cívica nacionalista: "Don´t mess with Texas"


En 1985, el Departamento de Transporte de Texas inició la campaña “Don´t mess with Texas” o “No te metas con Texas” para combatir el lanzamiento de basura en las vías públicas, pero terminó convirtiéndose la frase en un slogan que promueve el orgullo texano.

Por supuesto, buena parte de ese orgullo estatal es inculcado a los ciudadanos desde que son niños. Una parte significativa de los estudios sociales del programa educativo en las escuelas públicas del estado está dedicado a la historia de Texas.

Solo en Texas la bandera estatal es omnipresente


Por ejemplo, la ley de Texas requiere que el juramento de lealtad a la bandera de los Estados Unidos, así como el juramento de lealtad a la bandera de Texas, se diga diariamente en todas las escuelas públicas, seguido de un momento de silencio.

Aunque es normal que en todos los estados de Estados Unidos exista orgullo por la patria chica, ninguno es comparable al de Texas.

Su bandera como estado, The Lone Star Flag, tiene el mérito de ser la misma que utilizaron siendo república independiente, único caso en los 52 estados de la Unión Americana. Todos los demás estados formaron parte de Estados Unidos por anexión territorial, mientras que Texas lo fue mediante un tratado refrendado por ambos congresos.

Culturalmente, Texas es una mezcla de influencia sureña (cultura Dixie) con la fusión mexicana/anglosajona. La imagen del vaquero o cowboy y su música country es de origen 100% texano.

Su comida, mundialmente conocida como Tex-Mex, integra la gastronomía mexicana con la anglosajona, donde el chili con carne, burritos, frijoles, barbacoa y jalapeños están siempre presentes.

Pero todo ese orgullo no solo proviene de su historia única y rica mezcla cultural.

Poderío económico de Texas

Texas no solamente es el 2do estado más grande (695.000 km2), el 2do más poblado (25 millones de habitantes en 2010), tiene 3 de las 10 ciudades más pobladas del país (Houston, Dallas y San Antonio), y uno de los 10 puertos más activos de EEUU, sino que en su tierra se explotan innumerables riquezas.

Su PIB superó al 2022 los US$2,400 billones (2do estado más rico), la mayor reserva y producción de petróleo de Estados Unidos (el 30% de la producción nacional), el mayor productor de gas natural, de energía eólica, de algodón, de ganado ovino y caprino, y el que mayor número de granjas tiene en su territorio (un solo rancho en Texas, King Ranch, es más grande que el estado de Rhode Island). Además, es el centro de la industria aeroespacial, cuenta con el puerto interior más grande del país (Laredo) y es uno de los mayores productores de tecnología informática.

La mayor reserva petrolera de EEUU la produce y almacena Texas


De hecho, de las empresas Fortune 500 (las 500 compañías más grandes del mundo), 52 tienen sede en Texas.

Si Texas fuera una república independiente, sería la 8va nación más rica del planeta (con un PIB mayor que el de Italia, Canadá, Brasil o Rusia) y el 11vo país más grande del continente (#39 del mundo, más grande que Francia, España o Suecia).

Definitivamente no es un estado cualquiera.

Crisis migratoria y vientos de secesión en Texas

En los últimos años, el mundo ha visto como se ha incrementado exponencialmente el cruce a Estados Unidos de inmigrantes ilegales desde México, a veces consistiendo en largas caravanas de personas de diferentes nacionalidades, principalmente latinoamericanas.

La flexibilización de medidas para evitar el cruce ilegal por parte de la administración federal de Joe Biden aparentemente ha disparado la cantidad de inmigrantes, lo cual ha ocasionado una crisis humanitaria a todo lo largo de esa frontera.

Interminables caravanas migratorias han hecho colapsar la frontera con México


La situación pareció llegar a su punto más álgido en diciembre 2023, cuando las autoridades federales contabilizaron 225.000 inmigrantes detenidos solo en ese mes.

Ante ese hecho, que afecta directamente a Texas por poseer en su jurisdicción la más extensa porción de la frontera que separa a Estados Unidos de México, el gobernador de ese estado, Greg Abbott, promulgó una ley[1] que faculta a las autoridades locales a arrestar inmigrantes y faculta a sus jueces a deportarlos, asumiendo una facultad que constitucionalmente está en poder de las autoridades federales.

La Guardia Nacional de Texas se ha hecho cargo de proteger la frontera


Desde entonces, la Guardia Nacional de Texas ha asumido de facto el control de la frontera del estado, ha colocado alambres de púas para no permitir que los inmigrantes ilegales crucen y ha impedido que las patrullas fronterizas federales interfieran. Es así que, el 22 de enero 2024, la Corte Suprema ordenó que las tropas texanas se retiraran y que las patrullas federales corten la referida cerca y asuman el control.

Entidades estatales desafían abiertamente al gobierno federal 


A pesar del fallo, Abbott se declaró en rebeldía y hasta el momento no ha retirado sus tropas ni ha permitido que se corten los alambres de púas, aduciendo que el gobierno federal ha abandonado su deber de asegurar la frontera. En este diferendo, Texas ha recibido el respaldo de más de 20 estados, incluyendo la casi totalidad de los estados fronterizos, algunos de los cuales han aprobado leyes para “prestar” tropas de su propia guardia estatal para reforzar a la guardia texana, como fue el caso de Florida[2].

En medio de esta inédita tensión, en Texas han empezado a aflorar nuevamente los sentimientos nacionalistas.

Aunque, ciertamente, hay que admitir que desde antes del presente conflicto esporádicamente se han levantado voces incitando a la secesión. En 2016, cuando en Reino Unido triunfó el “BREXIT” y su consecuente salida de la Unión Europea, en Texas resurgió el movimiento nacionalista con el término “TEXIT”.

El movimiento independentista ha vuelto a tomar fuerza


Más recientemente, en marzo 2023, el congresista estatal Bryan Slaton sometió un proyecto de ley, denominado HB 3596, con el título “TEXIT Referendum Bill” para impulsar un referéndum que permitiera a los texanos decidir si se mantenían o se salían de la Unión Americana. Dicho proyecto de ley nunca fue puesto en la agenda de la cámara para someterlo a votación.

El TEXIT ha vuelto a ser tendencia


Pero, después de la crisis surgida a raíz del acto de rebeldía exhibido por el gobernador texano Abbott, son cada vez más las voces de políticos, personalidades y población en general de ese estado que se han pronunciado abiertamente en favor de la secesión.

Cada vez son más los que empiezan a sacar números y empiezan a concluir que es mucho más lo que Texas aporta a los Estados Unidos que lo que el gobierno federal retribuye al rico estado fronterizo.

Recordemos que, en 1861, cuando la abolición de la esclavitud fue promulgada por Lincoln y desató la insurrección de los estados sureños (lo cual desencadenó la Guerra Civil Americana), uno de los alegatos de los delegados texanos que votaron a favor de la secesión (166 a 8 terminó esa votación, ratificada luego por un referéndum) era que el gobierno federal no había cumplido los compromisos asumidos con Texas en el tratado de anexión.   

Igual que entonces, hoy los texanos alegan que Washington incumple con su deber de proteger a los estados federados, en este caso, de la avalancha de inmigrantes indocumentados que ponen en riesgo la economía y seguridad del estado.

Y si, por un momento, ante esta amenaza calzamos sus zapatos y lo vemos desde su punto de vista…tienen la razón.

www.reysonl.blogspot.com

Sígueme en Twitter: @ReysonLizardo

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 



[1] https://cnnespanol.cnn.com/2023/12/29/crisis-frontera-eeuu-mexico-arresots-trax/

[2] https://www.swissinfo.ch/spa/eeuu-inmigraci%C3%B3n_desantis-env%C3%ADa-m%C3%A1s-efectivos-de-la-guardia-nacional-y-estatal-de-florida-a-texas/49178936

martes, 31 de octubre de 2023

Palestina: ¿Tierra Prometida o de la Discordia?

 


Sin dudas, uno de los acontecimientos geopolíticos que más ha capturado la atención mediática en los últimos días ha sido el último episodio del prolongado conflicto entre Israel y los palestinos, pero que parece va a escalar a niveles nunca antes vistos.

En este artículo vamos a concentrarnos en el contexto histórico de un territorio que, como veremos, desde el inicio de los tiempos ha sido escenario de conflictos entre etnias y religiones que parecen nunca acabar.

Palestina y su contexto histórico

Desde el año 3000 a.C., toda la zona comprendida entre el mar Mediterráneo (Oeste), el río Jordán (Este), la actual Gaza (Sur) y el río Orontes (Norte), era denominada Canaán, caracterizada por la fertilidad de su tierra.

Mapa del siglo XIX de la Tierra de Canaán


Poco a poco se fueron asentando distintas tribus semitas (provenientes del Cercano Oriente), como los amorreos, jebuseos, hicsos, arameos y hebreos. A partir del siglo XIV a.C. incursionaron también los hititas y los egipcios que durante siglos se repartieron ese territorio.

Ya en el siglo XII a.C. llegaron pobladores desde el Mar Egeo, que los egipcios les bautizaron como “Pueblos del Mar”. Los más dominantes fueron los fenicios, quienes inventaron el alfabeto y forjaron una civilización basada en el comercio que tuvo presencia en todo el Mediterráneo, y los filisteos, que llegaron a convertirse en un aguerrido pueblo que llegó incluso a emplear el hierro, lo cual les permitió expandirse hacia el Este, hasta el río Jordán.

Territorio de los Filisteos


Los fenicios llegaron a fundar muchas ciudades en esa región, siendo las principales en esa época Arvad (actualmente en Siria); Biblos, Sidón y Tiro (actual Líbano); Acre y Dor (actual Israel). En el caso de los filisteos, estaban organizados en una pentápolis (cinco ciudades), que eran: Ascalón, Asdod, Ecrón y Gat (actual Israel); y Gaza (actualmente conocida como Franja de Gaza).

Territorio de los Fenicios


Según los expertos, el nombre “Palestina” ha sido producto de la evolución de la palabra con la que otros pueblos identificaban el reino de los filisteos: “Palastu” (acadios), “Palusata” (egipcios) y “Pleshet” (hebreo). Ya en los tiempos del historiador griego Herodoto (siglo V a.C.) se le denominaba al reino filisteo “Palaistine”.

Por otro lado, en el siglo XIV a.C., diversas tribus hebreas seminómadas que se establecieron en el interior de Canaán emigraron hacia Egipto, donde con el tiempo llegaron a ser esclavizados hasta que en el XIII a.C., guiados por su líder Moisés, se rebelaron y retornaron a Canaán. Los hebreos migrantes y los que permanecieron llegaron a confederarse, teniendo frecuentemente enfrentamientos con los filisteos.

Lo cierto es que, con el transcurrir de los siglos, toda esa región, además de los permanentes conflictos bélicos que estallaban por el control de la tierra entre filisteos, hebreos, arameos y demás pueblos; cayó sucesivamente en manos de diferentes imperios: Asiria (entre siglos IX y VIII a.C.), Caldea (entre siglos VI y VII a.C.), Persia (siglo VI a.C.), Macedonia (entre siglos III y II a.C.), Roma (entre siglo I a.C. hasta el IV d.C.) y Constantinopla (entre siglo IV y VII d.C.).

Es importante mencionar que, durante un corto lapso de tiempo (entre el año 134 a.C. hasta el 37 a.C.), se estableció el Reino Asmoneo, descendientes del pueblo macabeo, que abarcó desde Galilea al norte hasta la parte sur de la actual Palestina, coincidiendo bastante su territorio con lo que hoy es el Estado de Israel. Durante casi 100 años impusieron el judaísmo a los pueblos no hebreos, incluyendo la circuncisión forzosa.

Cuando el Imperio Romano conquista Levante, toda la región de Canaán fue llamada oficialmente Palestina, después de lo cual se produjo la expulsión de los judíos y destrucción de la ciudad de Jerusalén en el siglo II d.C.

Mapa de la región de Palestina bajo el Imperio Romano


A partir del año 638 d.C., Palestina cayó bajo control musulmán durante 1300 años bajo la administración de diferentes califatos e imperios, con algunas interrupciones durante las Cruzadas. En ese largo período el islamismo se convirtió en la religión mayoritaria, aunque otras profesiones religiosas monoteístas eran toleradas, como la cristiana y judía, cuyos practicantes eran denominados como “Gentes del Libro”, refiriéndose a la Biblia, debido a que las tres religiones tenían a Abraham como antepasado común.

Cabe destacar que entre el año 1099 y 1291 se estableció intermitentemente en gran parte de Palestina el Reino de Jerusalén, administrado por los cruzados cuando lograban la victoria, bajo asedio constante de los musulmanes que procuraban controlar Jerusalén.

Extensión del Imperio Otomano


En el año 1517, los árabes musulmanes fueron derrotados por el Imperio Otomano, el cual dominó Palestina hasta 1917, año en que perdió control de ese territorio en el marco de la Primera Guerra Mundial. Es a partir de ahí que Palestina cae en control del Imperio Británico hasta 1948, año en que fue fundado el Estado de Israel.

Lugar sagrado para las principales religiones

Pero Palestina y sus alrededores no es solamente una zona geográfica en la que se han asentado diferentes tribus y reinado diversas culturas o civilizaciones. Con el tiempo se fue convirtiendo en algo aún más trascendental.

Ante todo, toda la región de Canaán históricamente ha sido considerada por los hebreos como la Tierra Prometida, ya que, según su creencia, el Dios Yahveh se la prometió a Abraham, patriarca de ese pueblo (y de cuya descendencia también surgieron los árabes). En varios pasajes del Viejo Testamento (en los libros de Génesis, Deuteronomio y Éxodo), se reitera dicha promesa a su hijo Isaac, a su nieto Jacob y al profeta Moisés.

El territorio prometido por el dios hebreo, que los había identificado como su pueblo “elegido”, implicaba la expulsión de sus habitantes naturales (cananeos, amorreos, heteos, cadmoneos, jebuseos, etc.), como se puede apreciar en Génesis 15:18-21 y Éxodo 33:1-3, y abarcaba desde el “monte del amorreo y a todas sus comarcas, en el Arabá, en el monte, en los valles, en el Neguev y junto a la costa del mar, a la tierra del cananeo y al Líbano, hasta el gran río, el río Éufrates”.

Como podemos apreciar, el germen del conflicto entre Israel y Palestina surgió hace miles de años desde que las primeras tribus hebreas migraron a Canaán con una orden de desalojo divina bajo el brazo.

Con el tiempo los hebreos cambiaron de rumbo y abandonaron la tierra que le habían prometido migrando hacia Egipto; allí los maltrataron, cambiaron de opinión otra vez y retornaron a la tierra que siglos atrás le había sido concedida a Abraham y su descendencia. Eventualmente, los hebreos dominaron gran parte del territorio a través de diversos reinos, como el de Judá e Israel, y edificaron lugares que terminaron siendo sagrados para la religión judaica, como el Templo de Jerusalén, construido por el rey Salomón como único centro de culto para las doce tribus de Israel. A través de los siglos fue destruido y reconstruido varias veces, siendo su principal vestigio el Muro de las Lamentaciones, el lugar más sagrado de los judíos hoy en día.

Muro de las Lamentaciones, lugar sagrado para los judíos


Igualmente, para los hebreos es particularmente significativo el Monte Sinaí, actualmente en Egipto, lugar donde el profeta Moisés, también venerado por los musulmanes, recibió las tablas con los X Mandamientos.

Pero eso no terminó ahí, la historia de esta región no hizo más que complicarse.

Cuando en el año 610 d.C. Mahoma funda el islam y empieza difundirlo, la nueva religión empezó a propagarse con intensidad en todo el Oriente Medio y, eventualmente, en todo el mundo, llegando a ser en la actualidad la 2da religión más popular del globo.  En una de sus peregrinaciones, el profeta visitó una noche a Jerusalén y desde un lugar denominado Masyid al-Aqsa ascendió a los cielos, según narra el Corán en el capitulo dedicado al “Viaje Nocturno”.

Mezquita de al-Aqsa en Jerusalén, uno de los lugares más sagrados del islam


Luego, en conmemoración de ese hecho, a partir del año 690 fueron construidas la Cúpula de la Roca, la Cúpula de la Cadena y la Mezquita de al-Aqsa, por lo que es conocida hoy esa zona de Jerusalén como la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén, convirtiéndose en el tercer lugar más sagrado de los musulmanes.

Pero el atractivo de la tierra palestina para las religiones no termina ahí. Resulta que esta pequeña región fue la cuna del cristianismo, la religión más popular del mundo al día de hoy. Su profeta Jesús, considerado por los cristianos como Hijo de Dios, nació en Belén, actual Cisjordania, y criado en Nazareth, actual Israel. Igual de venerado es el Mar de Galilea, donde inició el ministerio de Jesús, y muchos otros mencionados en el Nuevo Testamento bíblico. Pero, sin lugar a duda, el lugar más sagrado para los cristianos es la Iglesia del Santo Sepulcro, en Jerusalén, edificada en el sitio donde se supone que fue crucificado, enterrado y resucitado Jesucristo.

Iglesia del Santo Sepulcro en Jerusalén, sagrada para los cristianos


Justamente por la importancia religiosa de estas tierras fue que iniciaron en la Edad Media las Cruzadas, guerras religiosas impulsadas por la Iglesia Católica para recuperar la Tierra Santa, como era denominada esa zona, dominada por los musulmanes desde el siglo VII. Estos conflictos bélicos se extendieron desde el año 1096 hasta 1291, a través de 9 campañas, de las cuales cinco ganaron los musulmanes, tres los cristianos y una no tuvo ganador (8va Cruzada). Algunas fuentes calculan en 5 millones la cantidad de muertos que ocasionaron las ocho campañas en ambos bandos.

Palestina: solución definitiva al antisemitismo, pero con daños a terceros

A través de los siglos, el pueblo hebreo ha sido uno de los más perseguidos en todo el mundo. El antisemitismo fue uno de los pilares del nazismo alemán del siglo XX, pero siglos antes ya había hecho aparición en distintos lugares, especialmente en Europa.

Expulsión de los judíos por los Reyes Católicos


Solo debemos recordar la expulsión de los sefarditas (judíos de la península Ibérica) por los Reyes Católicos en el siglo XV, el caso Dreyfus en la Francia del siglo XIX, entre otros sonados episodios.

Ya en 1917, cuando Palestina estaba bajo el dominio inglés, el Reino Unido proclamó la Declaración de Balfour, en la que planteaba la posibilidad de crear un Estado judío en el territorio palestino. Luego, en 1948, tras finalizar la 2da Guerra Mundial, y con el apoyo de Estados Unidos y el movimiento sionista, es oficialmente creado el Estado de Israel.

Distribución de la tierra entre palestinos y judíos desde 1947


Desde entonces, no ha habido paz. Aunque la ONU resolutó que fueran creados dos estados independientes, uno judío y otro palestino, la realidad es que Israel ha ido tomando por la fuerza mucho más territorio del que originalmente le había sido concedido en 1948, desalojando a los palestinos de las tierras que por siglos ocuparon, en un episodio histórico conocido por los árabes como “Nakba”, y prácticamente encerrándolos en territorios cercados y militarizados por los israelíes (Gaza y Cisjordania).

Claro, Israel justifica su accionar como un acto de defensa propia ante la amenaza constante de los países árabes y grupos terroristas, pero el uso excesivo de la fuerza y coerción total de libertades contra los palestinos ha hecho que una gran parte de la comunidad internacional esté cada vez más inclinada porque finalmente se cree un Estado palestino que goce de libertad y autodeterminación.

Los recientes hechos acaecidos en octubre 2023, que iniciaron por una sorpresiva incursión en Israel del grupo militar Hamás, ocasionando la muerte de más de 1300 personas, civiles y militares, pero que desencadenaron una respuesta brutal de parte del ejército israelí, el cual desde entonces está bombardeando de forma inmisericorde a la Franja de Gaza, sin distinguir civiles de militares; han puesto al mundo en vilo y horrorizado.

Gaza está siendo literalmente borrada del mapa


Aunque la sed de venganza de Israel por la barbarie cometida por el grupo Hamás parece aún no saciarse con las 8.000 víctimas que hasta el momento se contabilizan en Gaza, de la cual el 50% son niños, definitivamente la vía militar, sea cual fuere su resultado, no parece poder garantizar una paz sostenible en el tiempo. Mientras más víctimas civiles haya, más profunda será la herida que separe a ambos pueblos y más difícil será cerrarla.

Dicen que la noche es más oscura cuando está a punto de amanecer, tal vez este sea el caso y el agudizamiento de este antiguo conflicto haya llevado las cosas a un punto tal que estemos hoy más cerca de una solución definitiva, aunque no sea la esperada por los más radicales de ambos bandos: los sionistas de Israel y los extremistas de Palestina.

www.reysonl.blogspot.com

Sígueme en Twitter: @ReysonLizardo

 

martes, 3 de octubre de 2023

Soberanía Digital: ¿Qué es y cuál es su importancia?

 


La Era Digital en la que vivimos ha transformado y/o complejizado una serie de conceptos que van adoptando nuevas dimensiones en la medida en que “lo digital” va ampliando su alcance.

Es el caso del concepto soberanía. Según la RAE[1], significa “Poder supremo e ilimitado, tradicionalmente atribuido a la nación, al pueblo o al Estado, para establecer su constitución y adoptar las decisiones políticas fundamentales tanto en el ámbito interno como en el plano internacional”.

Pero cuando nos referimos a soberanía digital, estamos hablando de la capacidad de un Estado de ejercer la autodeterminación en materia de desarrollo digital, y, por tanto, de controlar el presente y destino de la nación mediante el uso de tecnologías y redes digitales.

Pero ¿cuáles son las implicaciones de este concepto relativamente nuevo? Veamos.

Componentes de la transformación digital que pueden afectar la soberanía

Desde el mismo momento que un país importa bienes o servicios, de alguna forma se crea una dependencia. Al igual que con el arroz, carne, petróleo o servicios financieros, cuando importas mucha cantidad de forma regular para que tu economía funcione, de manera indirecta estás afectando la soberanía.

Igual ocurre con la tecnología. Mientras más importes componentes electrónicos, software y equipos de una sola fuente (país o fabricante), estarás creando mayor dependencia tecnológica de esa fuente y, por ende, podrías estar afectando eventualmente la soberanía digital.

Claro, en un mundo tan globalizado como el de hoy, la dependencia de múltiples mercados es inevitable. Y mientras más diversificado sea, más conveniente será, ya que tendremos más oportunidad de rejuego al presentarse las contingencias.

Es la misma lógica con la tecnología en general.

Pero no debemos confundir soberanía digital con ciberseguridad. Son conceptos absolutamente diferentes. Puedes ser un país tecnológicamente muy dependiente (sin soberanía digital) pero muy ciberseguro; y viceversa.

La ciberseguridad más bien se refiere tu capacidad para prevenir y responder a los ataques cibernéticos, que pueden venir desde el interior o exterior del país, y no tiene que ver necesariamente con el nivel de dependencia tecnológica o falta de soberanía digital que tengamos. Claro, la ciberseguridad es un componente que por sí mismo puede afectar la soberanía digital de un país, como veremos más adelante.

Estos son los elementos que más podrían estar afectando la soberanía digital, y en algunas ocasiones, incluso podrían afectar a los demás aspectos del concepto soberanía:

  • Gobernanza del Internet: El Internet surgió como una red altamente descentralizada en la que la neutralidad tecnológica ha sido una de sus principales banderas. Por sus propias características, por el momento se hace difícil que ningún ente pueda “controlarla” de forma absoluta, aunque ha habido intentos en el pasado por despojarla de dicha neutralidad (Ver artículo https://reysonl.blogspot.com/2018/06/que-significa-el-fin-de-la-neutralidad.html). Pero ese alto nivel de descentralización ha dificultado a muchos Estados el poder controlar su funcionamiento y contenidos, propósito que sigue siendo un objetivo y que no es del todo negativo, ya que un Internet sin absolutamente ningún control podría poner en peligro la seguridad e integridad de personas y organizaciones.
  • Redes sociales: La proliferación de canales de redes sociales, los cuales son utilizados masivamente por la población global, también es una amenaza a la soberanía digital. Sobre todo, porque dichas plataformas normalmente son controladas por empresas y/o gobiernos extranjeros, quienes aplican normas y restricciones de forma unilateral contra millones de personas, lo cual a veces luce hasta violatorio de derechos fundamentales. Sin que medie ningún Estado u organismo internacional calificado, a veces vemos cómo censuran y hasta clausuran cuentas de usuarios por razones no tipificadas en ningún código penal nacional o internacional. Igualmente, vemos cómo personas, detrás de una identidad ficticia, utilizan las redes sociales para hacer bullying, amenazar o propagar falacias que pueden afectar a terceros, sin que los Estados tengan mecanismos muy efectivos para controlarlo. Ambos fenómenos afectan también la soberanía en general. Por eso vemos como entes supranacionales como la Unión Europea, trabajan en legislaciones específicas para controlar estas plataformas y proteger los derechos de los ciudadanos europeos.
  • Internet de las Cosas (IoT): El crecimiento exponencial de los dispositivos electrónicos conectados al Internet, es también una seria amenaza a la soberanía digital. De la misma forma en que Waze funciona, calculando la mejor ruta en función de la información que en tiempo real reportan los dispositivos suscritos a este servicio, así por igual cualquiera que tenga acceso no autorizado a esos datos podría conocer la ubicación, rutas y hábitos de millones de personas. El hecho de que esa acción, realizada de forma inconsulta al margen del Estado, pueda ser cometida por entes extranjeros, ponen en riesgo también la soberanía digital de una nación.
  • Servicios de Inteligencia extraterritoriales: Las revelaciones de Edward Snowden en 2013 pusieron en evidencia la enorme capacidad de recopilación, análisis y control masivo de datos de agencias de inteligencia de ciertas superpotencias que actúan de forma extraterritorial, sin mediar ningún aval legal de por medio. Esto pone de manifiesto que existe un control o acceso a la infraestructura de telecomunicaciones de los países, que en la mayoría de los casos responde a tecnología fabricada o controlada por el país que ejerce la vigilancia ilegal, lo cual atenta contra la soberanía de dichas naciones. Ningún Estado consiente la importación de tecnología de telecomunicaciones, como routers, celdas móviles, firewalls, etc., para que durante su utilización su tráfico sea escaneado inconsultamente por terceros del extranjero. Eso solo sería aceptable en el marco de acuerdos muy explícitos de colaboración en materia de inteligencia. Velar porque existan mecanismos efectivos para evitar ese acceso no autorizado de terceros, es ejercer la soberanía digital.
  • Computación en la Nube: Sin dudas, la computación en la nube es una de las tecnologías emergentes que más han contribuido a la aceleración del desarrollo digital, al disminuir al mínimo la inversión en adquisición, instalación y mantenimiento de las infraestructuras tecnológicas necesarias para los proyectos de transformación digital, sin importar su tamaño, debido a la escalabilidad que ofrece. Sin embargo, el hecho de que los grandes oferentes globales de computación en la nube son de Estados Unidos (Google, Amazon, Microsoft) o de China (Alibaba, Tencent, Huawei), muchos países ven en ello una seria amenaza a su soberanía digital, sobre todo por el hecho de que sus datos, muchas veces sensibles, son alojados en servidores que físicamente están en otros países. Y en ambos casos hay razones para tener aprehensiones. Estados Unidos aprobó en 2018 su Cloud Act, que no es más que una ley que permite a sus agencias de inteligencia “espiar” los datos de ciudadanos y organizaciones de otros países que estén almacenados en servicios de nube ofrecidos por empresas estadounidenses. Y en el caso de China, al ser un régimen autoritario, pues también hacen dudar al más indiferente. Por situaciones como esas es que la Unión Europea está impulsando un proyecto regional de computación en la nube, llamado GAIA-X, y muchos países están impulsando legislaciones locales para garantizar la territorialidad de los datos.
  • Desinformación mediática: La manipulación deliberada de contenidos y noticias de forma masiva ha traído consigo el fenómeno de la posverdad[2], definida por la RAE como una “distorsión deliberada de una realidad, que manipula creencias y emociones con el fin de influir en la opinión pública y en actitudes sociales”. Eso ha traído como consecuencia que la manipulación de la información sea utilizada hoy día como una herramienta de control político, lo que no es nuevo, pero sí ha visto potenciarse de forma exponencial gracias al alcance del Internet y las redes sociales, especialmente en los jóvenes. Más de un autor han visto en este fenómeno una seria amenaza para el sano desarrollo democrático[3]. Cuando esa manipulación proviene de agencias o gobiernos extranjeros para imponer su agenda o postura, entonces, también se está afectando potencialmente la soberanía nacional a través de medios digitales. Impulsar la alfabetización mediática e informacional, así como establecer mecanismos confiables de verificación o fact checking para contrarrestar la posverdad, son herramientas fundamentales para garantizar la soberanía digital.
  • Ciberseguridad: No puede existir soberanía digital si previamente no está garantizada la ciberseguridad. Las múltiples amenazas y riesgos a las que personas y organizaciones se exponen en el ciberespacio pueden traducirse en el robo o secuestro de información sensible (ransomware), ataques de denegación de servicios (DoS), entre otros, pudiendo poner en peligro la propia soberanía de los países. El mejor ejemplo es lo acaecido en Estonia en 2007. En medio de protestas y grandes tensiones producidas por el controversial traslado de la “Tumba del Soldado Desconocido” (erigida en la época soviética) hacia las afueras de la capital Tallin, se produjo un masivo ciberataque, atribuido a Rusia, que paralizó el país durante varios días, ya que colapsó el Internet, los cajeros automáticos y los servicios públicos en general.

Las redes sociales y la desinformación pueden distorsionar el debate político y la democracia


En fin, como he visto, la transformación digital y el propio Intenet parecen plantear desafíos a la soberanía de los países. Es por ello que cada vez más naciones están aprobando o fortaleciendo su legislación en materia de gobernanza digital, derechos digitales, territorialidad de los datos y ciberseguridad para garantizar los derechos fundamentales y las competencias del Estado sean aplicables en los entornos digitales.

GAIA-X la nube que impulsa la Unión Europea para proteger su soberanía digital


Que por el hecho de que un país sea un gran “consumidor” de tecnología no necesariamente signifique que pierda su soberanía, tanto digital como de cualquier otra índole, a manos de los países que son grandes “productores” de tecnología.

Porque la Era Digital, muy por el contrario, deberá apalancar la autodeterminación de los pueblos y no lo contrario.

www.reysonl.blogspot.com

Sígueme en Twitter: @ReysonLizardo

 

 

 

 



[1] Real Academia de la Lengua Española

[2] Ver artículo “Deepfake: El último escalón de la Postverdad” en https://reysonl.blogspot.com/2021/04/deepfake-el-ultimo-escalon-de-la.html

[3] Alvarado, V. (2019): “Manipulación de información en la era digital de las comunicaciones: ¿A qué se enfrentan los gobiernos latinoamericanos?”; Ramonet, I. (2006): “Comunicación y Manipulación del a información” en Revista “Agenda Latinoamericana”; Blanco, I. (2018): “Creencias, posverdad y política” en Revista “Doxa Comunicación”, Nº 27; entre otros

lunes, 14 de agosto de 2023

¿Qué está pasando en África?

 


Las naciones africanas han tomado decisiones en las últimas semanas que han llamado la atención de la opinión pública global, demostrando un nivel de independencia y soberanía nunca antes visto.

Según la evidencia científica, África es la cuna de la humanidad. Hace 300,000 años de allí salió el Homo Sapiens erguido y decidido a conquistar el mundo y sus recursos. Como continente es el tercero en tamaño (30 millones de km2) y segundo en población (1400 millones de personas). Y, por si fuera poco, es el continente más rico…en recursos naturales.

Los principales recursos naturales de África


África posee el 24% de toda la tierra cultivable del mundo; un tercio de todas las reservas minerales; el 60% del cobalto; el 46% de los diamantes; el 40% del oro; dos de las 10 reservas de petróleo más grandes del mundo; y un largo etcétera.

A pesar de su riqueza, África es la región más pobre del mundo


Pero, por mucho, es el continente más pobre. Un 40% de su población (más de 500 millones de personas) viven con menos de 2 dólares al día, por debajo del umbral de la pobreza. Todos sus países juntos aportan menos del 3% del PIB mundial.

¿Cómo esto es posible? Veamos

El colonialismo europeo y su secuela

El colonialismo en África fue un período de la historia que comenzó en el siglo XV y terminó en el siglo XX. Durante este tiempo, los países europeos conquistaron y controlaron gran parte del continente africano.

Aunque el colonialismo tuvo unos pocos aspectos positivos (introducción de nuevas tecnologías y conocimientos, construcción de infraestructura y unificación de un sinnúmero de estados pequeños y fragmentados), la realidad es que el impacto negativo que tuvo fue devastador.

No hay palabras para describir la barbarie a la que fue sometida África hasta hace poco


El más dañino, sin dudas, fue la esclavitud. Los europeos esclavizaron a millones de africanos y los llevaron a trabajar en sus colonias, donde morían de hambre, enfermedades y sobre explotación física.

También, la imposición de la cultura europea conllevó a la pérdida de muchas tradiciones y costumbres ancestrales.

En cuanto a lo económico, los europeos explotaron los recursos naturales de África sin dar nada a cambio a sus habitantes. Para el año 1914, en los albores de la Primera Guerra Mundial, casi todos los países africanos eran colonias de potencias europeas: Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, Portugal, Bélgica y España. En aquella época, solo Abisinia (hoy Etiopía) y Liberia eran independientes, aunque Abisinia fue invadida por Italia poco después en 1936.

Los británicos no son recordados con mucho cariño por los africanos


Aunque esas potencias europeas aún se resistan a reconocerlo hoy, esos siglos de dominación y explotación inmisericorde de personas y recursos naturales (hasta hace relativamente poco tiempo), ha sido la causa principal de la pobreza, hambre e inestabilidad política, económica y social de los africanos.

Aún Bélgica no pide perdón por las mutilaciones y asesinatos cometidos en el Congo


A este corolario de desgracias hay que agregarle que el 95% de los países de ese continente obtuvo su independencia hace menos de 80 años (las excepciones son Liberia, Sudáfrica y Egipto), lo que significa que la mayoría son estados que han tenido muy poco tiempo para madurar y consolidarse, en medio de grandes precariedades heredadas de la época colonial.

Señales de un nuevo rumbo

En los últimos meses hemos sido testigos de una serie de acontecimientos, que si bien es cierto en el pasado han ocurrido de forma esporádica y/o aislada, luce que en las últimas décadas existe una tendencia continental hacia la autodeterminación real.

Xi Xinping reunido con los presidentes africanos en el FOCAC


Por ejemplo, el Foro de Cooperación entre China y África (FOCAC), fue fundado en el año 2000 y actualmente participan 53 países africanos (solo con la excepción del Sahara Occidental -territorio en disputa- y el pequeño país de Esuatini). Desde entonces, el comercio de la región con China Popular ha crecido exponencialmente: De US$10.000 millones en 2000 a US$254.000 millones en 2021, suplantando a Estados Unidos como principal socio comercial desde el año 2008.  Como puede verse en el siguiente gráfico, basado en datos de ONU Comtrade, desde entonces la brecha no hecho más que aumentar entre ambas potencias con relación a África.

Ferrocarril etíope construido con capital chino


Continuando con la cada vez mayor influencia china en África, también la inversión y financiamiento desde ese país asiático se ha volcado sobre el continente africano. De menos de US$100 millones en el año 2003 ha ido incrementando hasta llegar US$42 billones en el año 2020. Según el Ministerio de Relaciones de Exteriores de ese país[1], en ese mismo período China ha construido en África más de 13.000 kms de líneas de ferrocarril, así como 80 plantas generadoras de energía, 130 hospitales, 45 estadios deportivos y 170 escuelas. Pekín hasta llegó a condonar la deuda a 15 países de esa región en 2020.

Puerto de Kribi, en Camerún, con financiamiento chino


Incluso, un estudio[2] del Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE.ES) admite que en las últimas dos décadas los chinos han construido en África casi 100.000 kms de carreteras, 1.000 puentes, 100 puertos y 66.000 kms de transmisión y distribución de energía.

Puente construido por los chinos en Brazzaville, República del Congo


Aunque obviamente China se beneficia de la explotación de los recursos mineros e hidrocarburos africanos, debemos reconocer que ha invertido en 20 años en el desarrollo de esos países muchas veces más que los europeos en 500 años.

Por otro lado, al estallar el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, una de las estrategias utilizadas por los rusos para contrarrestar el cada vez mayor aislamiento internacional y las múltiples sanciones impuestas por Occidente, fue acercarse a países del Tercer Mundo, siendo el continente africano una de las regiones donde encontraron mayor receptividad.

La respuesta favorable de África en el presente contexto ha sorprendido a más de uno. Pero no debiera ser sorpresa, ya que hay un poco más de historia detrás de ese hecho. Resulta que, desde los tiempos de la URSS, los soviéticos durante décadas apoyaron las luchas independentistas africanas contra los colonizadores europeos.

Cumbre Rusia-África 2019


Y el acercamiento de la actual Rusia fue mucho antes de la invasión a Ucrania del 2022. Ya en 2019, Vladimir Putin había organizado en Sochi la primera Cumbre Rusia-África, a la cual asistieron 40 países de ese continente y gracias a la cual se firmaron diversos acuerdos de cooperación[3].

Además, antes del 2022, ya Rusia había firmado 19 acuerdos de colaboración militar con igual cantidad de gobiernos africanos, incluyendo en muchos de ellos servicios de seguridad privada ofrecidos por el famoso Grupo Wagner. Esa empresa rusa inició sus operaciones en Mozambique y Sudán en 2017, luego extendiéndose a la República Centroafricana (2018), Libia (2019) y más recientemente en Malí.

Los militares rusos cada vez más presentes en África


Aunque en un volumen significativamente menor a China, Rusia ha hecho importantes inversiones en África en proyectos de infraestructura, energía y extracción de minerales y petróleo, amén de ser su principal proveedor de armas, según refiere la Revista Española de Defensa[4].

También hay que resaltar que, en la segunda convocatoria de la Cumbre Rusia-África, celebrada el pasado mes de julio, descendió notablemente el número de países presentes, ya que solamente asistieron 17 jefes de Estado, aunque sí representantes de 49 países en total. Claro, no sería de extrañar que los presidentes ausentes hayan recibido presiones para restarle brillo a ese evento.

De todas formas, las maniobras diplomáticas de Moscú han dado sus frutos. En la votación realizada en la ONU en octubre 2022 para rechazar las anexiones unilaterales de Rusia en Ucrania, solo 26 países africanos apoyaron la resolución, mientras que 19 se abstuvieron y el resto se ausentó de la votación.

Más tarde, en febrero 2023, la ONU resolutó el cese de hostilidades en Ucrania y la retirada inmediata de las tropas rusas. En esa ocasión, 15 países de África se abstuvieron y 2 votaron francamente en contra, uno de los cuales fue Sudáfrica (uno de los países BRICS). El resto de los países prefirió no presentarse a la votación.

Aunque la mayoría de los países del mundo siguen condenando la invasión rusa, Moscú ha encontrado un respiro con el apoyo abierto o disfrazado de neutralidad que le han conferido los países africanos, a pesar de los esfuerzos de Washington y Bruselas para lograr el aislamiento total de Putin.

Los países africanos conformaron una misión de paz que visitó Rusia y Ucrania


Ha sido tal el nivel de empoderamiento de los países africanos, que tomaron la iniciativa de hacer su propia propuesta de paz a Rusia y Ucrania, enviando sendas misiones diplomáticas de alto nivel a ambos países.

Aparentemente los países africanos ya no asimilan la versión occidental sobre el bien y el mal. Tal vez, lo que ha pesado más para ellos han sido los siglos de esclavitud, expoliación y maltrato que han sufrido. Y eso no se olvida tan fácil. Ahora, son más prácticos y piensan en su propio beneficio como región.

Por eso, los hilos de las diferentes potencias, occidentales o no, utilizan todos los medios para tratar de incidir en los destinos del continente más rico en recursos naturales. Lo confirma el anuncio de una coalición de naciones africanas que pretende invadir a Níger para revertir el golpe de Estado reciente que hubo allí, mientras que otra coalición proclama que apoyará a los golpistas. Como podrán imaginar, cada coalición tiene su padrino.

El Nuevo Orden Mundial tiene varios frentes y parece que África solo ha pasado a formar parte de uno de ellos.

www.reysonl.blogspot.com

Sígueme en Twitter: @ReysonLizardo