La historia (y hasta la prehistoria también) está llena de acontecimientos,
hechos y hallazgos que desafían toda lógica o, al menos, la concepción que
tenemos actualmente de cómo ocurrieron las cosas.
En lo que éstos son explicados por la ciencia (irremisiblemente lo serán),
detallamos a continuación una lista, no exhaustiva, de éstos para que usted
saque sus propias conclusiones:
- El
hombre de Neanderthal: Era una
subespecie del Homo Sapiens (hombre moderno) surgido hace unos 500,000
años. Aunque tenía una apariencia más
simiesca, contaba con una capacidad cerebral tan grande (y a veces mayor) que
el hombre moderno. La evidencia
arqueológica revela que cuidaba de sus enfermos y enterraban a sus muertos, por
lo que pudieron tener algún tipo de creencia religiosa primitiva. Sin embargo, el hombre de Neanderthal se
extinguió por razones todavía hoy desconocidas cabalmente, aunque diversos
reportes en los últimos dos siglos (no todos merecedores de mucho crédito)
indican que probablemente algunos supervivientes de esa subespecie se hayan
refugiado en regiones inhóspitas de Siberia y Mongolia. En este último lugar reciben el nombre de
“Almas”. También algunos vinculan a las leyendas
del Yeti o Pie Grande a esta teoría.
Hombre de Neanderthal - Batería
eléctrica de la antigua Babilonia: En esta antigua ciudad capital del Imperio
Babilónico, que existió hace unos 4000 años, fue construida por un inventor
desconocido una especie de pila eléctrica.
Era un recipiente de unos 15 centímetros de alto de cerámica amarilla
que contenía un cilindro hecho de una hoja de cobre soldada con estaño, como el
que utilizamos hoy en día para soldaduras. Una capa de asfalto sellaba la parte
superior, sosteniendo una varilla de hierro suspendida en el centro, la cual evidenciaba
signos de corrosión por un líquido ácido.
Batería eléctrica de Babilonia - Figuras
antiguas con indumentaria espacial: En
diversas culturas y civilizaciones antiguas podemos encontrar esculturas y
relieves con figuras utilizando una indumentaria parecida a un traje espacial. Lo vemos en las figuras Dogu de la
prehistoria japonesa (14,000 años antes de Cristo) los cuales utilizan una
especie de gafas y cascos. También en la
estatuilla encontrada en Xochipala en México, bautizada como el “astronauta
prehistórico” con un aparente casco y traje espacial, esculpida hace 3,500
años. Hay casos que han demostrado ser
un fraude, como el astronauta que aparece en la Catedral de Salamanca,
construida en 1513, y que resultó ser una figura añadida a una de sus columnas
en una remodelación hecha en 1992.
Astronauta en Catedral de Salamanca estatuilla de Xochipala figura Dogu - Figuras,
pinturas y relieves de la antigüedad con imágenes de naves aéreas o
espaciales: Igualmente, se han
descubierto objetos y relieves que aparentan ser aparatos de navegación aérea o
espacial, que desconcierta el hecho de que fueran tallados o esculpidos en la
edad antigua. Tal es el caso de la Nave
de Toprakkale, la cual data de unos 3000 años de antigüedad, y representa
claramente una especie de nave espacial con turbinas, piloteada por un ser
humano en traje espacial. Otro caso es la
pintura sobre la Crucifixión en el monasterio de Visoki Decani en Kosovo,
Yugoslavia, donde en el cielo aparecen dos naves espaciales tripuladas. También
están las conocidas figuras precolombinas que se asemejan a aviones y que datan
de miles de años atrás. Por igual está
el relieve egipcio con figuras que asemejan a un helicóptero, un tanque y un
avión.
relieve egipcio Figura precolombina Crucifixión del Monasterio Visoki Decani
Nave de Toprakkale
- Las 7
maravillas del Mundo Antiguo: Consiste
en aquellas obras de ingeniería que, por su magnitud, belleza estética y
complejidad, fueron seleccionadas por los griegos como las más admirables de su
tiempo. La primera de ellas son las
Pirámides de Giza, en Egipto, construidas entre el 2300 y 2700 AC, las
cuales son el mausoleo de tres faraones:
Keops, Kefrén y Micerino. La mayor de las tres, la de Keops, tiene más
de dos millones de bloques de piedra caliza y su altura original era de 146.6
metros. La segunda maravilla eran los
Jardines Colgantes de Babilonia, sobre el río Éufrates, en lo que hoy es
Irak, construidos entre los años 605 y 562 AC, en un intento por crear una
“montaña” artificial cubierta de árboles. Todavía hoy se debate sobre la autenticidad de
esta obra ya que ningún documento babilonio rescatado lo menciona, ni siquiera
Herodoto, contemporáneo del reinado de Nabucodonosor II quien supuestamente
ordenó su construcción, en sus historias. El Mausoleo de Halicarnaso es
la tercera maravilla y fue construido como tumba del gobernador persa Mausolo
en la costa de Asia Menor. Tenía 49
metros de altura y decorado con abundantes esculturas y frisos. Estaba coronado por la estatua de Mausolo
junto a su esposa Artemisia sobre un carruaje. Hacia el año 1404 de nuestra era,
un terremoto lo destruyó completamente.
Luego en 1522, los Caballeros de San Juan utilizaron sus restos para
construir una fortaleza. La cuarta
maravilla era el Templo de Artemisa en Éfeso, construido por el rey
Creso hacia el año 560 AC. Era el templo
de mármol más grande de todo el mundo griego.
Medía 125 metros de largo por 55 metros de ancho. Fue destruido por un incendio provocado en el
año 356 AC por Eróstrato, con el único fin de ganar fama. La siguiente
maravilla era la Estatua de Zeus en Olimpia, sede de los juegos
olímpicos. Fue una obra maestra del
escultor ateniense Fidias hacia el año 430 AC.
De madera recubierta de oro y marfil, media unos 12 metros de altura. Se
cuenta que una vez el emperador romano Calígula ordenó que le fuera cortada la
cabeza y supuestamente cuando los soldados llegaron al templo a cumplir la
orden escucharon la fortísima carcajada de Zeus por lo que salieron
despavoridos de allí. Fue destruido por
un terremoto en el siglo VI. La sexta
maravilla lo fue el Faro de Alejandría, en Egipto, el cual fue el
primero en el mundo. Medía unos 134 metros de altura y fue erigido en el año
280 AC. Durante siglos era la edificación
más alta del mundo. Quedó en ruinas tras un terremoto en el año 796 de nuestra
era. El Coloso de Rodas era la
séptima maravilla y fue construida por el año 290 AC. Tenía más de 30 metros de altura y consistía
en una estatua de Helios, dios del Sol, y se hallaba en la entrada del puerto
de Rodas. Apenas 66 años de estar en pie
fue derribada por un terremoto. Se dice
que su escultor, Cares, se equivocó en estimar sus honorarios y cuando se vio
en bancarrota se suicidó, teniendo que terminarla un discípulo.
Piramides de Egipto Coloso de Rodas
Faro de Alejandría Templo de Artemisa en Éfeso Mausoleo de Halicarnaso Estatua de Zeus en Olimpia
Jardines Colgantes de Babilonia
- El
ejército de terracota: Hace apenas 40
años que en China se hizo un descubrimiento de gran importancia arqueológica,
el mausoleo subterráneo (camuflajeado bajo una colina) del emperador Chin,
primero emperador de China y constructor de la Gran Muralla. En ella encontraron más de 3000 esculturas de
soldados (ballesteros, arqueros, oficiales, lanceros y aurigas). Lo desconcertante es que ninguna de las
esculturas tiene el mismo rostro, lo cual es realmente impresionante.
Ejército de Terracota - El
mecanismo de Anticitera:
Es un complicado artefacto construido en el siglo I AC por los griegos, que fue
descubierto por casualidad por unos pescadores en el año 1900 en Rodas. El grado de complejidad de sus engranajes
hizo que se tomaran casi 75 años para determinar cuál era su utilidad. Consistía en una computadora de engranajes
que calculaba el movimiento del Sol, la Luna y los planetas, algo que parecía
impensable para la época en que fue construida. Eso motivó que se generaran
todo tipo de teorías, incluyendo una que decía que el artefacto era de origen
extraterrestre. Con certeza no se conoce
quién fue su inventor, pero el mecanismo ha podido ser reproducido por
ingenieros modernos que han verificado su funcionalidad.
Mecanismo de Anticitera - El misterio de las turberas: En 1950 fue encontrado en Tollund Fen,
Dinamarca, por recolectores de turba (material orgánico utilizado como
combustible desde la antigüedad) un cadáver de un hombre con los restos de una
soga en el cuello. Por el aspecto bien
conservado pensaban que habían hecho el hallazgo de un crimen reciente. Cuando la policía llegó se dio cuenta que era
más bien un caso para ser estudiado por antropólogos, ya que ese cuerpo era de
una víctima asesinada hacía 2000 años.
Aunque todavía no se sabe a ciencia cierta porqué ahorcaron al hombre de
Tollund, si por ser un delincuente, un traidor o por un sacrificio humano (muy
frecuente en esa región para esa época), sí es considerada la cabeza humana de
la Antigüedad mejor conservada del mundo.
Hombre de Tollund - El
manuscrito de Voynich: Es un libro ilustrado,
de contenido desconocido, escrito hace unos 500 años por un autor anónimo, en
un alfabeto desconocido y un idioma incomprensible. Fue descubierto en 1912 por un especialista
en libros antiguos y desde esa fecha nadie ha sido capaz de interpretar una
sola palabra. Incluso, las ilustraciones
del libro hacen referencia a plantas quiméricas, es decir, que no existen en la
vida real. Hoy en día el manuscrito de
Voynich es el Santo Grial de la criptografía moderna.
Manuscrito de Voynich - El Rey
Arturo y la Mesa Redonda: Su leyenda ha
cautivado e inspirado al mundo cristiano durante más de mil años. Aunque hoy se
exhibe su Mesa Redonda en el castillo de Winchester, los análisis científicos
indican que sus ornamentos y madera son posteriores a la fecha en que supone
que vivió Arturo y su corte, en el siglo VI de nuestra era. El mito que le rodea junto a sus caballeros
como campeones de la civilización en contra del bandidismo y la barbarie, y
como defensor de los desvalidos, ha perdurado en el tiempo y servido de
inspiración durante toda la era medieval y más allá. Hoy en día no se precisa donde existió
Camelot, la capital de su reino, y tal vez el hecho de que en esa época en Britania
todavía su historia estaba indocumentada ha impedido sentar bases históricas
más firmes para la leyenda del Rey Arturo, sus caballeros Percival, Lancelot y
Tristán, el mago Merlín, y junto a su eterno amor, Guinevere.
La Leyenda del Rey Arturo
Muchos de los hallazgos e inventos descritos en este artículo se consideran
demasiado extraordinarios y avanzados para seres humanos de tan lejanos
tiempos, y algunos se vean tentados a pensar que eso es evidencia inequívoca de
presencia alienígena en el pasado.
Lamento diferir de esa conclusión, porque eso sería negar la capacidad
de ingenio y creatividad del homo sapiens.
Sería como pensar que Julio Verne pudo casi un siglo adelantado imaginar
viajes a la Luna, al centro de la Tierra, submarinos nucleares, cohetes
espaciales, etc. solo viajando en el tiempo o con ayuda extraterrestre,
subestimando la capacidad creadora de su genio; o de Arquímedes o Leonardo da
Vinci quienes cientos de años en avance diseñaron máquinas de guerra,
submarinos, aviones y helicópteros.
A todos estos hechos, descubrimientos y leyendas todavía le resta mucha
evidencia científica e histórica para saber en verdad qué realmente pasó o cómo
sucedieron realmente las cosas; pero innegablemente son parte de nuestro acervo
cultural y una vez develado el misterio que les rodea, conoceremos mejor aún cómo
éramos, cómo somos y cómo probablemente llegaremos a ser.
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