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jueves, 15 de diciembre de 2022

El Juicio del Mono: Cuando ciencia y religión volvieron a enfrentarse en los tribunales


Tal y como ocurrió durante los oscuros días de la Inquisición, en pleno siglo XX el mundo fue testigo de un juicio inédito que enfrentó al Creacionismo contra el Evolucionismo de Charles Darwin, recibiendo en ese entonces una cobertura mediática que generó interés a escala global.

Conozca la historia de un profesor de biología que tuvo fue juzgado por enseñar la teoría evolutiva a sus alumnos. Trescientos años después del juicio a Galileo, se repitió la historia.

Antecedentes

Corría el año 1925 cuando en los Estados Unidos, específicamente en el Estado de Tennessee, fue aprobada la Ley de Butler[1], que prohibía la enseñanza de la Teoría de la Evolución en las escuelas públicas. Butler, quien estaba a cargo desde el Congreso de supervisar las escuelas administradas por el Estado, llegó a percatarse de que en las mismas se utilizaban libros de texto con contenido darwinista.


John W. Butler

Convencido de que eso contravenía los postulados bíblicos y que socavaría el sistema moral que sustentaba la democracia de su país, se motivó a redactar la denominada “Ley del Mono”, conocida también posteriormente como la ley que lleva su apellido. Fue aprobada oficialmente por la Asamblea General de Tennessee el 13 de marzo de 1925.

Según la referida ley, se establecía que “Será ilegal que cualquier maestro en cualquiera de las universidades y todas las demás escuelas financiadas con fondos del Estado, enseñe cualquier teoría que niegue la Historia del Creación divina del hombre como se enseña en la Biblia, y enseñar en cambio que el hombre ha descendido de un orden inferior de animales[2]. En dicha norma se establecían multas de US$100 y US$500.

Juicio

John T. Scopes era entrenador de futbol en el Rhea County High School, ubicado en la ciudad de Dayton, Tennessee, donde ocasionalmente servía también como profesor sustituto de ciencias. El 5 de mayo de 1925 fue acusado de violar la Ley de Butler por hablar de la teoría evolutiva en clase.

John T. Scopes

Se dice que el verdadero responsable de que el juicio se llevara a cabo fue el empresario George Rappleyea, quien decidió desafiar la Ley de Butler reclutando a un profesor de biología para que enseñara sobre la Teoría de la Evolución en las aulas. Fue entonces cuando Rappleyea, junto a un grupo de empresarios locales, convencieron a Scopes para cometer el hecho, convencido de que podría contribuir a derogar tan absurda ley, al tiempo que lograría que se celebrara un juicio de trascendencia que podría traer beneficios económicos para la ciudad.

Es así que Rappleyea convence al Sindicato Americano de Libertades Civiles (ACLU por sus siglas en inglés) para que asumiera la defensa de Scopes, contratando para esa labor a Clarence Darrow, quien enfrentó en la barra contraria a William Jennings Bryan, quien representó a la fiscalía, siendo ambos considerados como los más brillantes abogados de esa época.

Clarence Darrow y Williams Jennings Bryan en la audiencia


El caso atrajo una enorme atención de la prensa y la opinión pública en general, puesto que se convirtió en una batalla ideológica entre el creacionismo y el evolucionismo, teniendo como telón de fondo a la obra El Origen de las Especies de Charles Darwin.

Una de las audiencias celebradas al aire libre


El juicio, que comenzó el 10 de julio de 1925, atrajo a reporteros y espectadores de todo el país. La escena atrajo hasta a artistas de circo con monos y otros animales. Era un verano tan caluroso que la temperatura de la atestada sala del tribunal era muy alta por lo que el juicio llegó a ser trasladado al aire libre en un momento dado. El debate entre Byran y Darrow fue largo y animado. Incluso, Darrow llegó a convocar a Bryan a subir al estrado como testigo de la defensa.

Las audiencias se celebraban a casa llena


Si bien la cobertura de los medios nacionales del Juicio del Mono describió a los habitantes de las zonas rurales de Tennessee como campesinos ignorantes, el trato a los demandantes fue bastante respetuoso.

Reseña del veredicto de culpabilidad


Al final, el tribunal declaró a Scopes culpable y le impuso una multa de US$100, la cual nunca llegó a pagar por tecnicismos legales.

Ciertamente Scopes perdió el caso y la controvertida ley estatal esperó más de 40 años para ser derogada en 1967, más, sin embargo, la enseñanza de la Teoría de la Evolución se ha expandido a las escuelas públicas de prácticamente todo el mundo, quedando el Juicio del Mono como un anecdótico recuerdo de que la modernidad y los avances científicos aún no han terminado de disipar el oscurantismo del pasado.

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[1] Llamada así por ser presentada por el congresista estatal John W. Butler, un granjero de Tennessee que llegó a ser electo a la Cámara de Representantes de ese estado, miembro de la Iglesia Bautista Primitiva, de orientación calvinista y conservadora.

martes, 6 de diciembre de 2022

Las distintas vertientes de la Ingeniería Social

 


Se acepta como definición de “ingeniería social” a la manipulación deliberada de una persona a través de técnicas psicológicas y habilidades sociales para alcanzar un fin específico. El concepto tiene una connotación negativa y en los últimos años ha estado muy vinculado a la ciberdelincuencia, pero, como veremos en este artículo, es un poco más complejo y se aplica en varios ámbitos.

Origen de la expresión

Fue el empresario y filántropo holandés Jacob van Marquen quien, en 1894, en uno de sus ensayos, introdujo el término cuando afirmó que las fábricas, así como necesitan ingenieros “ordinarios” para lidiar con los problemas de la materia (materiales, procesos, equipos), también necesitaban “ingenieros sociales” para lidiar con los problemas de los trabajadores.

Jacob van Marquen

El concepto se fue extendiendo hasta consolidarse como una técnica para lograr una variedad de resultados no solo dentro de las fábricas, sino también en la sociedad en su conjunto.

Por ejemplo, la psicología ha establecido cuáles son los mecanismos que permiten que la ingeniería social sea efectiva para la manipulación de las personas. De hecho, hay toda una escuela psicológica que aborda este tema, denominada Escuela Conductista.

Según algunos autores[1], son cuatro los principios básicos por los que las personas caen fácilmente víctimas de la ingeniería social:

  • Todos queremos ayudar: Desde niños a todos nos enseñan a ayudar a los demás, por lo que es natural que queramos cooperar con alguien cuando tiene una necesidad.
  • Tendencia a confiar en los demás: Aunque es un comportamiento que varía de una sociedad a otra, la tendencia natural de las personas es a confiar en los demás, especialmente si tienen una apariencia “confiable”.
  • Evitamos decir “No”: A la mayoría de las personas se le hace difícil decir no ante la solicitud de otra persona, especialmente si lo piden de “cierta forma”.
  • Atracción por las alabanzas de terceros: La necesidad natural de reconocimiento nos hace víctimas fáciles de los manipuladores que utilizan el elogio como un instrumento de ingeniería social.

Otros autores[2] hablan de “motivadores básicos” que impulsan a las personas a actuar, tales como:

  • Reciprocidad: El ser humano siente la necesidad de devolver favores, sean estos reales o percibidos como tales.
  • Aprobación social: Los individuos tienden a creer como válido el comportamiento observado en la mayoría de las demás personas y a buscar la aprobación de ellas.
  • Compromiso y coherencia: El impulso de “parecer coherente” es una poderosa arma de influencia social.
  • Simpatía: Mediante la construcción de lazos de simpatía o atracción física, es más fácil obtener cambios de actitud.
  • Autoridad: Las explicaciones se apoyan en una referencia o argumento de autoridad importante, sea esta real o supuesta.
  • Escasez o urgencia: La percepción de una limitada disponibilidad de recursos o del sentido de urgencia, induce a tomar decisiones apresuradas.

La mayoría de las técnicas utilizadas para manipular mediante ingeniería social, se apoyan en, al menos, uno de estos principios o motivadores básicos de los seres humanos.

La ingeniería social como técnica de hacking

La acepción más popular en estos días es la relacionada con la ciberdelincuencia. Consiste en acceder a información confidencial a través de usuarios legítimos, basado en el principio de que, precisamente el usuario, es el “eslabón más débil” en cualquier sistema de información. En muchos casos, el ataque consiste hacer creer a la víctima de que se trata de un mensaje legítimo, para que ésta acceda a abrir el enlace o archivo adjunto, consistente en un programa malicioso o malware.

El Phishing es una de las modalidades más comunes de Ingeniería Social


Entre las técnicas de ingeniería social más utilizadas actualmente para obtener credenciales de acceso y otros datos sensibles, son las siguientes:

  • Pretextos: En estos casos el delincuente crea un escenario falso para que la víctima revele información personal. Haciéndose pasar por un compañero de trabajo, policía, oficial bancario o funcionario público, el estafador simula ser alguien quien tiene la autoridad y el pretexto legítimo para solicitar ciertas informaciones para fines de “validación”.
  • Redes Sociales: Son una fuente predilecta de los estafadores, ya que acceden a abundante información personal que les facilita la realización de sus fechorías.
  • Phishing: Consiste en hacer pensar a la víctima que está accediendo a un portal o enlace legítimo, por lo que coloca sus credenciales o datos privados con absoluta confianza, sin darse cuenta de que le ha entregado al delincuente las claves para acceder a su cuenta bancaria o cualquier otra plataforma con acceso restringido. Como phishing también se catalogan los correos electrónicos recibidos de personas aparentemente confiables, que te comparten un archivo adjunto supuestamente inofensivo, pero que contiene un malware. También puede realizarse vía SMS a los móviles.
  • Vishing: Son aquellas encuestas telefónicas falsas que procuran información personal sensible de la víctima, haciéndose pasar por empresas que realizan sondeos de satisfacción de clientes.
  • Baiting: Es cuando se deja un dispositivo electrónico extraíble (USB, CD, DVD) en un lugar público, con el objetivo de que la curiosidad de la víctima la lleve a introducirlo en su computador personal para entonces allí activarse un malware que extraiga información restringida.
  • Trashing: Consiste en descubrir información sensible de la víctima en su depósito de basura, como estados de cuenta, facturas, agendas telefónicas, etc.
  • Tailgating: Es cuando el estafador accede a lugares no autorizados aprovechando que la víctima (quien sí tiene autorización) ha dejado el acceso abierto.
  • Eavesdropping, Sniffing o Wiretapping: Es cuando se escuchan o leen conversaciones ajenas para obtener información.
  • Shoulder Surfing: Es descubrir una contraseña mediante la observación directa de la víctima mientras accede con sus credenciales.
  • Office Snooping: Esta técnica consiste en aprovechar la ausencia del usuario para acceder a su laptop o computador personal después de haber dejado su sesión abierta.
  • Bribing: Es el soborno de empleados para obtener información o tener acceso a zonas restringidas.

La ingeniería social en las relaciones interpersonales

Una vertiente de este tema que es poco analizada es la relacionada al uso de la ingeniería social en las relaciones interpersonales. No hablamos de la manipulación con fines de realizar fraudes o estafas, sino cuando ciertos individuos aprenden a dominar la técnica de ingeniería social para aprovecharse de amistades o familiares para obtener ventajas o beneficios, sin que llegue a ser el hecho un delito.

Es el caso de las personas que “buscan” amistades por conveniencia. No deja de ser un engaño porque fingen una amistad que es falsa, pero que se hacen pasar por amigos porque les “conviene” de alguna manera. Igual ocurre cuando alguien aprovecha una relación familiar para sacar alguna ventaja.

Claro, como las consecuencias de esta faceta de la ingeniería social son muy subjetivas, las personas deberán tener mucho cuidado a la hora de catalogar sus relaciones interpersonales, porque existe la posibilidad de que la asimetría de los beneficios de dichas relaciones se esté produciendo de forma involuntaria e inconsciente para ambas partes.

En todo caso, para cada tipo posible de ingeniería social, al final del artículo compartiré algunas recomendaciones.

La ingeniería social para moldear a la sociedad o al mercado

Como explica la Psicología Conductista, la ingeniería social también es útil para los gobiernos influir en el comportamiento de la población o las empresas cambiar los hábitos de los consumidores.

Es natural y deseable que el Estado quiera incentivar ciertas conductas y desincentivar otras. Cada vez que se aprueba una ley, comúnmente lo que se busca es fomentar un comportamiento específico. Así como la aprobación de un incentivo busca fomentar una acción, la creación de gravámenes procura frenar otra.

Igualmente, la tipificación de penas en el código penal de cualquier país procura erradicar conductas que se identifican como socialmente perjuiciosas, como la delincuencia, violaciones, asesinatos, etc. Por tanto, para muchos autores[3] las políticas públicas son herramientas válidas de ingeniería social para los males de la sociedad. Son mecanismos de control social.

La propaganda Nazi fue una herramienta muy efectiva en la manipulación de masas


Sin embargo, muchas corrientes políticas han visto en la ingeniería social un instrumento para manipular la opinión pública y establecer regímenes totalitarios o extremistas. El caso más conocido fue el Nacionalsocialismo en Alemania. Mediante un eficaz método de propaganda, llegaron a manipular de forma absoluta a la población germana, llevándolos a aceptar, incluso, que los judíos eran realmente culpables de la crisis económica de su país.

También las empresas han encontrado en la ingeniería social, a través de la mercadotecnia y la manipulación del lenguaje, un medio eficaz para modificar los hábitos de consumo.

Consejos para evitar ser víctimas de la ingeniería social

En términos de la ciberdelincuencia en general, es sumamente importante que como usuario del Internet o de cualquier sistema de información, tengas en mente las siguientes recomendaciones:

  • No compartas información sensible a desconocidos o en lugares públicos (como redes sociales, anuncios, páginas web, llamadas telefónicas, etc.).
  • No confíes en ofrecimientos y regalos que lleguen a través de mensajes de texto o correos electrónicos. Verifica siempre la legitimidad de la fuente.
  • Si te están pidiendo información muy sensible (números de cuenta bancaria, claves de acceso, etc.) que te hace sospechar de que es un engaño, exige que se identifique y trata de revertir la situación intentando obtener la mayor cantidad de información posible del sospechoso.
  • Implementa, o exige que se implementen, políticas de seguridad en la organización que minimicen las acciones de riesgo.
  • Efectúa, o exige que se efectúen, controles de seguridad física para reducir el peligro inherente a las personas.
  • Realiza, o exige que se realicen, rutinariamente auditorías y pruebas usando ingeniería social para detectar huecos de seguridad en tu empresa.
  • Participa en programas de concientización sobre ciberseguridad.

En cuanto a las relaciones interpersonales, solamente debes evaluar si esa(s) persona(s) es(son) la(s) única(s) que se beneficia(n) de la relación. De ser así, es hora de que vayas cambiando de amistades.

Para la manipulación social o de masas, cuando es efectuada por las empresas, solo pregúntate si realmente necesitas ese producto o servicio antes de tomar una decisión de compra. Evita al máximo caer en la espiral del consumismo.

Y si tienes la poca fortuna de que en tu país un régimen totalitario o extremista quiera imponerte una forma de pensar, solo pregúntate si eso no se contrapone con tus valores y si eso realmente contribuye a que el tuyo sea un mejor país. Por más bombardeo de propaganda que haya, tu intima convicción se encargará de contestarte.

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[1] Mitnick, K. (2002) El arte de la decepción. México D. F.: John Wiley & Sons

[2] Cialdini, R. B. (2001, February). The science of persuasion. Scientific American

[3] Popper, K. (1945) La sociedad abierta y sus enemigos. México D. F.: Paidós

viernes, 28 de octubre de 2022

Palimpsestos, el reciclaje en la literatura medieval

 


Tanto en la Antigüedad como en la Edad Media, mucho antes de que fuera inventada la imprenta, era muy frecuente que se realizara reciclaje de materiales para la actividad de copiado de los manuscritos, especialmente el pergamino. A estas obras, copiadas sobre una superficie que contenía un escrito anterior, deliberadamente borrado para tales fines, se le denominan “palimpsestos”.

Origen de esta práctica

Antes del siglo I a.C., el papiro, de origen vegetal, era el material por excelencia para escribir textos literarios y cartas, siendo producido y exportado por Egipto. Sin embargo, a pesar de su relativo bajo costo, era frágil, poco duradero, solo podía ser utilizada su cara anterior y tenía que ser enrollado para su conservación.

Ejemplos de papiros

Eso motivó que, con el tiempo, empezara a ser utilizado el pergamino, un material hecho con piel de cordero pulida, inventado por la ciudad griega de Pérgamo, de donde provino su nombre. Su durabilidad, resistencia, y la posibilidad de aprovechar ambas caras de cada lámina y de ser encuadernado, lo hizo convertirse en el favorito de escritores, copistas y lectores, quedando el papiro relegado para publicaciones menores y correspondencia.

Elaboración de pergamino


A partir del siglo VII d.C., ante las dificultades comerciales para conseguir en Europa papiro egipcio, el costo del pergamino se disparó de forma astronómica, volviéndose escaso. Por tal razón, se volvió cada vez más frecuente que textos descontinuados, mutilados o que simplemente tenían varios ejemplares duplicados en las estanterías, fueran borrados con piedra pómez y lavados para reaprovechar sus hojas y volver a escribir encima de la superficie.

Como la mayoría de los palimpsestos se trataban de textos teológicos sobre manuscritos greco-romanos, muchos podrían pensar que dicha acción estaba motivada por el afán de erradicar el paganismo, pero esa afirmación no es exacta. De hecho, recordemos que la mayoría de los textos antiguos que sobrevivieron al oscurantismo medieval fue gracias a la metódica conservación y protección que muchos monjes y religiosos les dieron a dichos manuscritos.

Por tanto, los palimpsestos eran más bien una respuesta pragmática a una crisis económica imperante.

Casos más famosos de sobreescritura

Conocidos son los palimpsestos descubiertos por el filólogo alemán Barthold Georg Niebuhr, quien en la Catedral de Verona en 1816 descifró la obra Institutiones del jurista romano Gayo (siglo II) debajo de las Epístolas de San Jerónimo copiadas en el siglo IX; así como poemas del siglo V de Flavio Merobaudes en manuscritos religiosos de la Abadía de San Galo en Suiza.

Barthold Georg Niebuhr

Igualmente, el cardenal milanés Angelo Mai se destacó en el siglo XVIII por descubrir varias obras clásicas de Homero, Marco Aurelio, Antonino e, incluso, recuperó fragmentos perdidos de la conocida obra De re publica (De la cosa pública) escrita por Marco Tulio Cicerón en el siglo I a.C.; todas ocultas en manuscritos conservados en la Biblioteca Ambrosiana de Milán.

Imagen de Gayo y el palimpsesto de Institutiones

Pero el caso más famoso es el del Palimpsesto de Arquímedes. Aunque el destacado físico y matemático griego vivió en el siglo III a.C., una copia de varios de sus tratados (entre ellos la única copia conocida de El Método de los Teoremas Mecánicos) del siglo X fue desatada, raspada y lavada doscientos años después por monjes para reescribir textos litúrgicos. No fue hasta finales del siglo XIX que Athanasios Papadopoulos-Kerameos, un investigador griego que inventariaba los manuscritos de las iglesias y monasterios del Imperio Otomano, identificó la obra de Arquímedes en el libro de oraciones.

Una de las páginas del Palimpsesto de Arquímedes

Con el tiempo, el invaluable manuscrito pasó a colecciones privadas hasta que en 2001 se le permitió a la Universidad Johns Hopkins y el Instituto Tecnológico de Rochester realizar estudios multiespectrales sobre el manuscrito para obtener las imágenes del texto e imágenes ocultas, para así rescatar la obra del matemático griego. Con el apoyo que luego les brindó la Universidad de Standford, se logró recuperar el 100% en 2003 y ya en 2008 todo el material fue hecho público por Google Books[1].

Los palimpsestos son, indudablemente, una fuente fidedigna para acceder a textos antiguos dados por perdidos. Gracias a la tecnología, la intención de los copistas medievales de borrar material “descartable” para suplir la demanda de libros litúrgicos, puede ser revertida y devolverle a la humanidad obras clásicas indispensables para el avance de las ciencias y el conocimiento en general.

El afán de la iglesia medieval por limitar el acceso de las masas a las obras de los antiguos clásicos nos llevó a un oscurantismo que atrasó el desarrollo científico y cultural por casi mil años. Por suerte, se hizo la luz con el Renacimiento, la imprenta y toda la ciencia que proliferó después.

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[1] https://books.google.es/books?id=_zX8OG3QoF4C&printsec=frontcover&source=gbs_summary_r&redir_esc=y&hl=es#v=onepage&q&f=false

domingo, 18 de septiembre de 2022

Órganos vestigiales: Evidencia irrefutable de la evolución de las especies



Hoy hablaremos de un tema que, aunque está bastante estudiado y explicado científicamente, no deja de generar controversia a la hora de medir su impacto en otras áreas distintas a la biología.

Se trata de los “órganos vestigiales”, que no son más que aquellas estructuras del cuerpo de un ser vivo que no cumple actualmente con ninguna función biológica, o la cumple de forma muy disminuida. Como veremos, su explicación científica está directamente asociada a la teoría evolutiva, planteada por primera vez en 1859 por Charles Darwin[1].


Charles Darwin

Obviamente, hablar de evolución despierta inmediatamente todas las alarmas, especialmente de quienes tienen profundas creencias religiosas, pero en este artículo solo presentaremos evidencia científica, la mayoría de las cuales son observables a simple vista.

¿Qué es la vestigialidad?

Es el proceso biológico en el que un organismo retiene órganos que han perdido totalmente su función original. Esto no significa que siempre sea totalmente inútil, ya que en algunos casos conservan ciertas funciones alternas.

Es muy importante recordar que este fenómeno no es exclusivo en los seres humanos, la especie Homo Sapiens. En realidad, está presente en todo el reino animal.

Antes de avanzar en este tema, es necesario definir ciertos conceptos que nos serán útiles para entender el mecanismo evolutivo:

  • Selección natural: Es el proceso evolutivo en el que genéticamente tiende a reproducirse más aquellas características que hacen a un individuo ser más apto al medio que le rodea. Por tanto, de forma natural tienden a sobrevivir los individuos más aptos y éstos transmiten sus características genéticas a su progenie.
  • Presión evolutiva: También conocida como “presión selectiva”, es aquella causa que reduzca el éxito reproductivo de una población en una proporción significativa. La presión es positiva cuando se generalizan ciertos rasgos hereditarios que mitigan el efecto y es negativa cuando ciertos rasgos tienden a desaparecer hereditariamente porque disminuyen la posibilidad de supervivencia ante ese mismo efecto.
  • Exaptación: Es cuando una estructura anatómica evoluciona de tal forma ante un cambio medioambiental que pierde su función original y se especializa en otra completamente distinta.
    Ejemplos de Exaptación

En otras palabras, los órganos vestigiales son producto de la pérdida de una función por ya no existir presiones de evolución positivas que la favorecían, lo cual ocurre al cambiar el entorno. Sobre eso trata la Primera Ley de Lamarck (establecida por uno de los precursores de Darwin): “El uso de un órgano lo desarrolla, mientras que su desuso lo atrofia”[2].

También debe destacarse que la vestigialidad puede consistir, además de estructuras anatómicas, en patrones de comportamiento o procesos bioquímicos que pierden su funcionalidad para una especie a través del tiempo.

Órganos vestigiales en animales y plantas

Antes de detallar una lista de órganos vestigiales que, en algunos casos están a simple vista, existen en los seres humanos, veamos las evidencias palpables que existen de la vestigialidad en el Reino Animal, muchos de los cuales contribuyen a colocar eslabones en la larga cadena evolutiva de las especies:

  • Especies ciegas: Muchas especies animales han perdido absolutamente el sentido de la vista, principalmente por establecerse en entornos donde prácticamente no llega la luz solar. Es el caso del Topo Nariz de Estrella (Condylura cristata), Serpiente Ciega (Blanus cinereus), Proteo (Proteus anguinus), entre otros, aunque aún conserven cavidades oculares e, incluso, “ojos” rudimentarios que no funcionan. Aunque no necesitan de la visión por vivir en las profundidades marinas o subterráneas, sí han desarrollado de forma notable otros sentidos como el olfato o tacto.
    Proteo

  • Patas traseras y pelvis en cetaceos y serpientes: Las boas constrictoras y las ballenas barbadas (misticetos) conservan en su estructura ósea unas patas traseras subdesarrolladas e incluso vestigios de pelvis, recordando de esa forma su vínculo evolutivo con reptiles con patas locomotoras.
    Órganos vestigiales en ballenas y serpientes

  • Alas vestigiales: Existen especies de aves que han perdido la necesidad de volar, por lo que sus alas se han atrofiado de tal forma que apenas las utilizan. Es el caso de los kiwis, emúes, avestruces, cormoranes de las Galápagos, pingüinos, entre otros. Estas especies, aunque ya no pueden volar, han aprovechado sus alas vestigiales para lograr equilibrio en tierra, defenderse e incluso nadar (como los pingüinos). Este es un ejemplo de exaptación biológica.
    Aves no voladoras

  • Microorganismos con partes vestigiales: Es el caso de los parásitos del tipo Platelmintos, que se adhieren a las agallas de peces y anfibios, los cuales cuentan en su mayoría con abrazaderas o ganchos con los que se unen a su huésped. Variaciones en la familia Protomicrocotylidae han devenido en órganos vestigiales.
  • Vestigialidad en plantas y hongos: Los científicos han encontrado estructuras vestigiales en ciertas partes de las plantas, como estípulas y carpelos sin función, reducción de hojas en la especie Equisetum, así como parafises vestigiales en hongos o plantas que se reproducen sin cruzamiento, pero aun así cuentan con flores subdesarrolladas[3].

Tal y como advertía Darwin en su época, los rasgos vestigiales están presentes en todo el reino animal, lo cual con el tiempo se ha determinado que también está presente en el reino vegetal y fungi, según ha ido avanzando la ciencia.

¿El cuerpo humano, es perfecto o “sobran” algunas partes?

El que haya estructuras vestigiales en los animales y plantas parece no representar muchos problemas para los creacionistas, ya que sus explicaciones pseudo científicas terminan selladas con la sentencia de que cada especie fue “creada” con ese diseño y características, y que por un principio de “eficiencia” especies de las mismas familias comparten un mismo “chasis”. Nada más absurdo, pero sobre ese sofisma profundizaremos en otra ocasión.

Lo cierto es que el Homo Sapiens, nuestra especie, está plagada de estructuras rudimentarias y que no cumplen con ninguna función, muchas de las cuales, a veces, hasta llegan a ofrecer riesgo a la salud. Claro, esta afirmación no es categórica para todos los órganos vestigiales, ya que algunos han evolucionado y llegaron a desarrollar funciones alternas, mediante el mecanismo denominado exaptación.

Ya en 1893, el anatomista alemán Robert Wiedersheim había identificado 86 órganos vestigiales en el cuerpo humano. Si bien es cierto que a varios de esos órganos les fue descubierta su función en años posteriores, la lista se ha ido incrementando con la identificación de más estructuras vestigiales, llegando hoy a la cifra de 180. A modo de broma en 1925 el zoologo Horatio Newman afirmó que, ante tan elevada cantidad de órganos vestigiales presentes, “el hombre era un verdadero museo de antigüedades andante”[4].

Pero ¿Cuáles son esos órganos vestigiales que tenemos los humanos? Como la lista es muy larga, veamos los más destacados:

  • Ciego y apéndice: El ciego intestinal es una estructura vestigial presente en casi todos los omnívoros, ya que su función se ve limitada a la digestión de material vegetal resistente. El ciego está mucho más desarrollado y con mayor cantidad de compartimentos en las especies herbívoras. Justamente, el apéndice es el vestigio de uno de esos compartimentos que se fue atrofiando con el tiempo. Aunque se sospecha de forma no concluyente que el apéndice podría contribuir a la estimulación del sistema inmune, la realidad es que con mucha frecuencia termina inflamándose, poniendo en riesgo la vida de la persona. De hecho, al 7% de la población mundial se le ha tenido que practicar la apendicectomía o extirpación del apéndice[5], sin que esto afecte en absoluto el funcionamiento del resto de sus órganos. Como si esto fuera poco, hay investigaciones que apuntan a que en el apéndice se origina la enfermedad de Parkinson.
    Ciego y apéndice

  • Coxis: Es el vestigio de la cola presente en los simios y primates, cuya función actualmente está limitada a servir de ancla a algunos músculos pélvicos.
    Coxis

  • Plica semilunaris: Es el pliegue interno del ojo que es un vestigio de la membrana nictitante, presente en aves, reptiles y peces. Llamado también “tercer párpado”.
    Plica semilunaris

  • Muelas del juicio: Son un legado de nuestros antepasados simios, que por su dieta sí necesitaban más dientes para triturar los alimentos que consumían. Con el tiempo, y gracias al cambio drástico de dieta del Homo Sapiens, especialmente después de dominar el fuego, esos dientes adicionales cada vez estorbaban más, por lo que hoy es una práctica común el extirparlos para asegurar la salud bucal. De otra forma solo generan dolor e inflamación.
    Muelas del juicio

  • Músculos de las orejas: Todos los seres humanos tenemos músculos alrededor de las orejas y en la mayoría de los casos están completamente atrofiados y no podemos moverlos voluntaria ni involuntariamente, aunque algunas personas sí conservan aún un poco esa capacidad de movilidad. Esa función está presente en casi todos los mamíferos.
    Músculos en las orejas

  • Senos paranasales: Estas cavidades no cumplen con ninguna función conocida, más bien son propensas a la proliferación de bacterias y, en muchos casos, degeneran en sinusitis. Se le considera una estructura vestigial presente desde los dinosaurios.
    Senos paranasales y su relación con la sinusitis

  • Pezones masculinos: Este órgano tiene solo utilidad para alimentar a las crías ya que están conectados a las glándulas mamarias que posee el género femenino. Por tanto, su presencia en el género masculino es solo vestigial, ya que no cumple ninguna función.
  • Falanges de los meñiques de los pies: Con relación a los simios, las falanges de los dedos pequeños de los pies están muy atrofiadas y carecen de movilidad. Al abandonar los árboles y habituarse a caminar erguido, los pies de los seres humanos evolucionaron de tal forma que eliminaron casi completamente la movilidad del dedo meñique, quedando sus falanges en estado vestigial.
  • Palmar largo: Este es un órgano vestigial que, de hecho, ha empezado a desaparecer de generación en generación. Es un músculo que va desde la muñeca hasta el codo y es visible cuando extiendes tu brazo con la palma de la mano hacia arriba mientras intentas unir el pulgar con los demás dedos. Aparece como una protuberancia fina y recta en tu antebrazo. Ya el 10% de los seres humanos han perdido este músculo, el cual se encuentra presente en los simios, mucho más desarrollado, y les ayuda a generar fuerza en las manos para trepar árboles.
    Palmar largo, en un caso presente y en otro ausente

  • Tubérculo auricular: También conocido como Tubérculo de Darwin, es el engrosamiento cartilaginoso del borde de la oreja, presente en muchos seres humanos, y que se corresponde con la "punta" de la oreja en la mayoría de los mamíferos. 
    Tubérculo auricular o de Darwin

Así como los que hemos enumerado, existen cientos de órganos, estructuras y funciones biológicas que se consideran vestigiales, puesto que ya no cumplen con su función.

Aceptar esta realidad no debe causar pánico ni hacer pensar que nuestro sistema de valores y creencias colapsó. En absoluto.

La evolución nos demuestra, sea por la vía de la selección natural como de la selección artificial, que la naturaleza es dinámica y que lo que sí debemos es calcular bien el impacto que podamos ejercer sobre nuestro hábitat, ya que somos la única especie capaz de hacerlo en gran escala y a una velocidad que la evolución natural no puede contrarrestar, dejando a las demás especies en gran desventaja y en peligro de no poder adaptarse a tiempo.

Cada uno de nosotros testimoniamos involuntariamente con nuestro cuerpo, que la evolución no es un invento, es un hecho, que todavía se resiste a ser aceptado por aquellos que pretenden seguir tapando al sol con un dedo.

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[2] Lamarck, Jean-Baptiste (1809). Philosophie zoologique ou exposition des considérations relatives à l'histoire naturelle des animaux.

[3] Knobloch, I. (1951) "Are There Vestigial Structures in Plants?" Science New Series, Vol. 113: 465

[4] Declaración ofrecida por Newman en el Juicio de Scoopes, proceso legal celebrado en Estados Unidos en 1925 que enfrentó al creacionismo con el evolucionismo en los tribunales.

[5] Brunicardi, F. (2006). «Capítulo 29: El apéndice». Schartz: Principios de cirugía (8va edición). McGraw-HillISBN 9789701053737