Desde hace siglos, sea por conflictos bélicos, razones políticas, culturales o por puro raterismo, numerosas obras de arte y
tesoros valiosísimos han sido usurpados, desconociéndose hasta la fecha su
ubicación. Incluso, por muchos de ellos se han ofrecido grandes recompensas
detrás de su recuperación.
En este artículo veremos los casos más conocidos.
El Concierto de Vermeer |
- Pintura El
Concierto de Johannes Vermeer. Fue robada en 1990 en Museo Isabella Stewart
Gardner en Boston, Massachusetts. En el acto vandálico fueron hurtadas varias
pinturas, valoradas en unos US$300 millones, perpetrado por unos ladrones
disfrazados de polícias. Por esta pintura en específico se ofrece una
recompensa de US$10 millones.
La Tormenta en el mar de Galilea de Rembrandt - Pintura La
Tormenta en el mar de Galilea de Rembrandt van Rijn. Despareció en el mismo
robo efectuado en el Museo Isabella Stewart Gardner, por lo que se denomina
como el robo de arte más grande de la historia. Se considera la única pintura
marítima de Rembrandt. Por esta sola pintura se ofrece también la recompensa de
US$10 millones. Un hecho significativo es que ese museo aún mantiene los marcos
vacíos en las paredes, como recuerdo perenne de las obras sustraídas.
Flores de Amapola de van Gogh - Pintura Flores
de Amapola de Vincent van Gogh. Esta
es otra de las pinturas robadas más valiosas de la historia, con un valor
estimado en los US$50 millones. Desapareció en 2010 del Museo Mohammed Mahmoud
Khalil en Egipto, con el dato curioso de que había sido robado en 1977 en ese
mismo lugar, aunque apareció diez años después.
Vista de Auvers-sur-Oise de Cézanne - Pintura Vista
de Auvers-sur-Oise de Paul Cézanne. Pintada en 1875, fue adquirido por el
Museo Ashmolean de Oxford en 1980. En víspera de Año Nuevo del 2000 unos
ladrones penetraron y se robaron la valiosa pintura. La última valoración de la
obra rondaba los 6 millones de euros.
Grabado del Cetro de Dagoberto - El Cetro
de Dagoberto. Perteneció al rey Dagoberto I de Francia, formando parte de
las insignias reales de la monarquía francesa. Fue robado en la Basílica de
Saint-Denis en plena Revolución Francesa en 1795.
Grabado de una parte de las Joyas de la Corona Irlandesa - Las Joyas
de la Corona Irlandesa. Eran las insignias de la Orden de San Patricio, las
cuales pertenecían a la monarquía irlandesa. Fueron robadas del castillo de
Dublín en 1907, siendo su paradero aún desconocido.
Fotografía de una copia del Diamante Florentino - El Diamante
Florentino. Es uno de los diamantes más famosos de la historia, de unos
137.27 quilates con un color amarillo claro. El diamante perteneció a la
familia Médici en Italia y luego pasó a ser parte de las joyas de la Corona
Austríaca. Alguien cercano a la familia imperial, cuando esta se encontraba
exiliada en Suiza, robó el diamante, perdiéndose su rastro desde 1921.
Huevo de Fabergé "Imperial de Pascua" recuperado en 2012 - Los Huevos
de Fabergé. Los 69 huevos creados por el orfebre Carl Fabergé son considerados
obras maestras de la joyería. La mayoría de ellos fueron encargados
exclusivamente por la familia imperial rusa, sobreviviendo aún hoy 61. Los ocho
restantes desaparecieron durante las requisas realizadas por los bolcheviques
cuando ascendieron al poder, aunque uno de ellos apareció adquirido por un
chatarrero norteamericano en el año 2000, quien no fue hasta el 2012, después de buscar en Google sobre las obras perdidas de Fabergé, que se dio cuenta del tesoro que poseía. Siete de ellos siguen desaparecidos,
valorados cada uno en 30 millones de euros.
Los Jueces Justos de los hermanos van Eyck - Pintura Los
Jueces Justos de Huberto y Jan van Eyck. Esta obra del siglo XV era parte
de un políptico (retablo de 12 tablas) exhibido en la Catedral de San Bavón de
Gánte, Bélgica. Fue robado en 1934 y atrapado el ladrón poco después, pero
murió sin decir el paradero de la obra.
Cámara de Ámbar - La Cámara de
Ámbar. Adornada con paneles de ámbar respaldados por pan de oro y espejos,
fue robada del palacio de Catalina en San Petersburgo durante la Segunda Guerra
Mundial, pero nunca pudo ser recuperada.
Espada con empuñadura de diamantes de la Bóveda Verde - Las Joyas de
la Bóveda Verde en Dresde. En 2019 en los museos estatales de esa ciudad
fueron robadas por ladrones desconocidos varias joyas alemanas de incalculable
valor, la mayoría espadas y broches incrustados de piedras preciosas, valoradas
en más de 1,000 millones de euros.
Inodoro de Oro de Maurizio Cattelan - El Inodoro
de Oro. También en 2019 fue robado en el Palacio de Blenheim, Inglaterra,
un inodoro de oro exhibido allí, titulado “América”, obra de Maurizio Cattelan.
Al momento de su desaparición el mismo estaba disponible para su uso a los
visitantes de ese palacio, en el cual exhibía una exposición artística del autor
italiano. En 2017 esa pieza cobró notoriedad porque, en ese entonces, el
presidente norteamericano Donald Trump había solicitado en préstamo al Museo
Guggenheim una pintura de Vincent van Gogh para exhibirla en la Casa Blanca, lo
cual fue rechazado por el museo, que en cambio le ofreció el inodoro “América”
que tenían en exhibición en ese momento.
La Mujer del Abanico de Modigliani - Pintura La
Mujer del Abanico de Amadeo Modigliani. Esta obra fue una de las robadas en
el asalto producido en 2010 al Museo de Arte Moderno de París, valoradas todas
en unos 100 millones de euros.
Una Figura Tumbada de Henry Moore - Estatua Una Figura Tumbada de Henry Moore. En uno de los robos más espectaculares, esta estatua de dos metros de altura y dos toneladas de peso exhibida en los jardines de la Fundación Henry Moore fue sustraída por unos desaprensivos que utilizaron un camión-grúa para alzarse con ella, valorada casi 5 millones de euros. Se cree que fue fundida.
Todas estas obras y tesoros
fueron sustraídas sin haberse podido recuperar hasta la fecha. Pero no todos
los robos de arte quedaron sin resolverse, ya que algunos sí tuvieron un final feliz. Veamos.
Obras de arte que fueron
robadas y luego recuperadas
A través del tiempo varias obras maestras han sido robadas de sus lugares de exhibición y han podido ser recuperadas gracias al trabajo policial o por puros golpes de suerte. Además del huevo Fabergé mencionado anteriormente, estos son los casos más conocidos de obras artísticas robadas que han podido ser recobradas:
El Grito de Edvard Munch |
- Pintura El
Grito de Edvard Munch. Esta famosa pintura del pintor noruego fue robada del
Museo de Munch en Oslo en el 2004. La policía logró recuperar la obra poco
tiempo después, pero muy maltratada.
La Virgen de la Rueca de Leonardo da Vinci - Pintura La
Virgen de la Rueca de Leonardo da Vinci. Valorada en 70 millones de euros,
esta famosa obra maestra fue robada en 2003 en el castillo de Thornhill,
Escocia. Afortunadamente pudo ser recuperada poco tiempo después.
Autorretrato ante el Caballete de van Gogh - Pintura Autorretrato
ante el Caballete de Vincent van Gogh. Junto a otras obras del mismo autor,
este famoso lienzo fue hurtado en el Museo de van Gogh en Ámsterdam en 1991.
Todas las pinturas fueron recuperadas pocas horas después y encarcelados los
responsables.
Jaques III de Gheyn pintado por Rembrandt - Pintura Jacques
III de Gheyn de Rembrandt van Rijn. Esta
obra tiene el record de ser la más robada en la historia, ya que en cuatro
ocasiones diferentes (1966, 1973, 1981 y 1986) fue extraída del Dulwich Picture
Gallery en el Reino Unido. En cada ocasión fue recuperada.
Mona Lisa de da Vinci - Pintura La Mona Lisa de Leonardo da Vinci. En 1911 la afamada obra del genio florentino fue hurtada del Museo de Louvre en Francia por Vincenzo Peruggia, quien lo hizo disfrazado de empleado. La pintura fue recuperada en 1913 por la policía ante la denuncia de un comerciante.
Los montos elevados a los que llegan
a cotizarse grandes obras artísticas y tesoros de gran significación histórica y
cultural, así como el voraz apetito de coleccionistas privados con mucho dinero
y pocos escrúpulos, han sido el factor determinante en la mayoría de los robos
que se han realizado en museos y galerías, quienes cada día invierten
cantidades exorbitantes para proteger la seguridad de sus colecciones.
¿Quién dijo que la cultura no
tiene un costo? Pero bien valen la pena los esfuerzos que se hacen para
conservar y recuperar las obras maestras y tesoros que forman parte del
patrimonio cultural de la humanidad.