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viernes, 15 de abril de 2022

Los fascistas de hoy

 


Con el linchamiento de Benito Mussolini el 28 de abril de 1945 por fuerzas partisanas en Italia y el suicidio de Adolf Hitler dos días después al verse rodeado del ejército soviético en Berlín, el mundo pensó que el fascismo desaparecería para siempre. Pero lamentablemente no fue así.

Antes de entrar en detalles, primero veamos en qué consistió el fascismo.

Fascismo, la extrema derecha del espectro político en medio de la crisis de postguerra

El fascismo consistió en un movimiento político, surgido en Italia después de 1ra Guerra Mundial, que promueve el estado totalitario, el militarismo, el populismo y el nacionalismo a ultranza, el cual normalmente raya en el fomento del racismo y xenofobia al culpar a minorías étnicas de problemáticas nacionales. Comúnmente se opone a las democracias parlamentarias, por considerarla obsoletas, así como al comunismo, por plantear la supresión de las clases sociales y el internacionalismo.


Mussolini junto a sus Camisas Negras en 1923

Su nombre viene de la palabra latina “Fasci” que significa “Liga” y en la antigua Roma simbolizaba la autoridad republicana. La primera “Fasci” se fundó en 1891 en Sicilia, Italia, que luchaba por los derechos de jornaleros y campesinos. Con el creciente sentimiento nacionalista italiano, exacerbado por la 1ra Guerra Mundial, Benito Mussolini creó en 1919 la Liga Italiana de Combate, organización política desde la que promovió sus ideas fascistas. El movimiento evoluciona hasta convertirse en 1921 en el Partido Nacional Fascista (PNF) que lo llevó al poder en 1922 tras la Marcha sobre Roma, compuesta por miles de voluntarios, denominados “Camisas Negras”, con quienes tomó el poder, disolvió el Senado y estableció un régimen dictatorial.

En esos años, las ideas fascistas habían germinado en toda Europa, especialmente en Alemania, donde las condiciones impuestas por el Tratado de Versalles tras su capitulación en la 1ra Guerra Mundial, la sumieron bajo una gran crisis económica y social, lo cual aprovechó Adolf Hitler para catapultar al Partido Nacional Socialista Obrero Alemán (NSDAP) hasta llevarlo al poder mediante elecciones en 1933.

Hitler dando un discurso político antes de 1933

Además de Italia y Alemania, en esa época el fascismo echó raíces en España, con Francisco Franco en 1936 y su Falange Española; Croacia, con Ante Pavelic en 1929 y su movimiento Ustacha; Reino Unido, con Oswald Mosley y su Unión Británica de Fascistas en 1932; Francia, con Jacques Doriot y su Partido Popular Francés en 1936; Noruega, con Vidkun Quisling y su Nasjonal Samling en 1933; Hungría, con Ferenc Szálasi y su Partido de la Cruz Flechada en 1935; Grecia, con Ioannis Metaxás y su fascismo griego en 1936; Rumania, con Corneliu Zelea Codreanu y su Guardia de Hierro en 1927; Bélgica, con Léon Degrelle y su Rexismo en 1930; Ucrania, con Stepán Bandera y su Organización de Nacionalistas Ucranianos en 1929; entre muchos otros movimientos en diferentes países.

Ante Pavelic haciendo el saludo nazi en Croacia

Hay que resaltar que ni los Estados Unidos ni Rusia estuvieron exentos en esa época de dicha corriente extremista. Fue el caso de Fritz Julius Kuhn, un inmigrante alemán naturalizado estadounidense, quien fundó en 1936 la organización German American Bund, que llegó a tener más de 25,000 miembros hasta su disolución en 1941. Por otra parte, en 1931 el general Vladimir Dimitrievich Kozmin funda en Rusia el Partido Fascista Ruso desde su exilio en Manchuria (ocupada entonces por Japón), siendo sucedido por el carismático Konstantín Rodzayevski, quien llegó a atraer a más de 20,000 afiliados.

Como puede verse, casi ningún país europeo quedó sin ser afectado, al principio del siglo XX, de la propagación de las ideas fascistas en un contexto de postguerra y crisis económica. Una vez vencidas las potencias del Eje, las naciones victoriosas se aseguraron de tomar una serie de medidas que sepultaran para siempre  el fascismo, especialmente en Europa, donde en la mayoría de los países se prohibió esa doctrina y toda su simbología asociada. Eso facilitó el camino para que se constituyera la Unión Europea en 1993.

Neonazismo: el fascismo de siempre en nuevo empaque

La mayoría de los lideres fascistas que surgieron en Europa en la primera mitad del siglo pasado, murieron ajusticiados por los múltiples crímenes que incitaron, salvo unas pocas excepciones. Con la estrepitosa derrota de las Potencias del Eje (Alemania, Italia y Japón) y la difusión de los horrores del Holocausto, el fascismo parecía que iba a desaparecer para siempre de la faz de la Tierra. Pero no fue así.

Ya sea porque múltiples líderes nazis lograron esconderse y hasta reciclarse en Sudamérica, Estados Unidos y otras naciones aliadas, o sea porque muchos ciudadanos europeos abrazaron durante el III Reich los postulados supremacistas, antisemitas y anticomunistas, la realidad fue que el fascismo sobrevivió.

Hubo varios personajes claves para que dichas ideas se internacionalizaran, como fue el caso de Karl-Heinz Priester, quien, a pesar de no destacarse como oficial de bajo rango de las SS de Hitler, fue uno de los principales promotores del fascismo internacional durante la postguerra y uno de los fundadores del Movimiento Social Europeo, que reunió cientos de delegados de distintos países en varias ocasiones.

Es así como desde entonces fueron germinando en todo el mundo diversas organizaciones que aglutinaron sentimientos de odio racial y nacionalismo extremo, los cuales han encontrado diversas formas de legitimarse en el sistema político de distintos países, a pesar de que en muchos de ellos el fascismo como ideología están prohibidos por las leyes.

A continuación, detallaremos los casos más destacados de países europeos con importante presencia de organizaciones neofascistas, algunas de las cuales incluso han llegado a ser catalogadas como “organizaciones terroristas”:

Manifestación nazi en la Alemania contemporánea

  • Alemania: En 1964 fue fundado el Partido Nacional Democrático (NPD) conglomerando en él a todas las corrientes supremacistas y fascistas del espectro político. Se le considera el mayor partido neonazi desde 1945. Aunque actualmente no tiene representación en el parlamento federal (obtuvo un 0.1% en las últimas elecciones), ha logrado escaños en varios parlamentos estatales, pero se mantiene con poca relevancia a nivel nacional. Otro partido de extrema derecha es el Alternativa para Alemania (AfD), que aunque niega vínculos con el neonazismo, su ideología racista, xenofóbica y revisionista de la historia los acerca mucho a esos extremos. Según el Ministerio de Interior de Alemania, había en 2012 unos 26,000 extremistas de derecha viviendo en ese país[1].
  • Austria: El Partido de la Libertad de Austria (FPO), fundado en 1956, se considera de extrema derecha y sirvió de refugio para los exnazis, aunque con el tiempo muchos lo han terminado de catalogar como un partido populista de derecha. En 1999 logró el segundo lugar en las votaciones nacionales y logrando el poder mediante coalición, lo cual volvió a lograr nuevamente en 2002 y 2017.
  • Bélgica: La organización Bloed, Bodem, Eer en Trouw (Sangre, Suelo, Honor y Lealtad) fue creada en 2004 y en 2006 fue desmantelada con el arresto de 17 miembros, 11 de los cuales eran militares, con armas, municiones y explosivos con los cuales tramaban realizar actos terroristas.
    Propaganda fascista de BPNP en Bosnia-Herzegovina

  • Bosnia & Herzegovina: La organización Bosanski Pokret Nacionalnog Ponosa (BPNP-Movimiento de Orgullo Nacional de Bosnia) se fundó en 2009 y se autoproclaman como enemigos de “judíos, romaníes, serbios, croatas, comunistas, homosexuales y negros”.  En los actuales momentos la organización está inactiva en sus redes sociales.
  • Bulgaria: Aquí el principal exponente neofacista es Unión Nacional de Ataque (Ataka), que se caracteriza por ser antiinmigrante, antisemita, antimusulmán y ultranacionalista. Fue fundado en 2005 y actualmente es uno de los principales partidos del sistema, aunque aún no ha logrado hacerse con el poder.
  • Chequia: En este país hay pocas organizaciones fascistas de importancia, siendo su mayor aproximación el partido Libertad y Democracia Directa, que se caracteriza por su postura antiinmigración, antiislámica, así como por su populismo de derecha. En la República Checa se castiga estrictamente el neonazismo como ideología.
    Manifestación en Croacia a favor del criminal de guerra nazi Ante Govina

  • Croacia: En este país todavía existen seguidores de las ideas de Ante Pavelic y la Ustacha, donde esporádicamente surgen manifestaciones de apoyo a las ideas fascistas, como las concentraciones respaldando al criminal de guerra croata Ante Gotovina en 2012 o en conciertos de rock.
  • Grecia: Amanecer Dorado es el principal partido político neofascista helénico, fundado en 1985. Logró representación congresional por primera vez en 2012. Sin embargo, los numerosos incidentes de violencia neonazi, donde se destaca el asesinato del rapero griego Pavlos Fyssas a manos de radicales afiliados a esa organización, llevaron a Amanecer Dorado a perder en 2019 la representación congresional, así como su peso específico en la vida política del país.
  • Eslovaquia: El Partido Popular Nueva Eslovaquia, liderado por Marian Kotleba, un líder neonazi que cultiva el odio antigitano y negacionista del Holocausto. Llegó a ser electo gobernador regional en 2013 y quedó en 4to lugar en las elecciones presidenciales de 2019.
    Manifestación fascista en España

  • España: El fascismo tiene profundas raíces en la sociedad española, como resultado del fuerte sentimiento franquista remanente de la dictadura. Desde organizaciones culturales neonazis como el Círculo Español de Amigos de Europa (CEDADE) o Círculo de Estudios Indoeuropeos (CEI), hasta organizaciones políticas exitosas como VOX (logró un 15% en las elecciones generales del 2019), la ultraderecha española tiene cada vez mayor peso político. Aunque VOX no es considerada una organización fascista como tal, ideológicamente coincide con sus postulados autoritaristas, xenófobos y ultranacionalistas, así como su afán por el revisionismo histórico para atenuar la interpretación de los crímenes de la dictadura de Franco.
  • Estonia y Letonia: El fascismo dejó profundas huellas en ambos países desde la 2da Guerra Mundial, cuando incluso se crearon allá legiones de voluntarios al servicio de los alemanes (Waffen SS). Incluso, desde 1995 se celebra en otoño una competencia internacional en Estonia que rememora una hazaña de un grupo de reconocimiento de esos legionarios nazis: La Marcha de Erna (Erna Raid). Todavía a la fecha no se le reconoce nacionalidad estonia y letona a los 78,000 y 228,000 rusos étnicos, respectivamente, que residían en esos países al disolverse la URSS.
    Marine Le Pen lidera la extrema derecha en Francia

  • Francia: Aunque por ley están prohibidas las organizaciones fascistas, de facto sí existen. Algunas pequeñas organizaciones han tomado notoriedad como Bloc Identitaire o Nouvelle Resistance, pero sin dudas la de mayor éxito ha sido el Frente Nacional (FN), fundado en 1972 por Jean-Marie Le Pen. Aunque el FN (rebautizado como Rassemblement national en 2018) se autodenomina como una organización de centro-derecha, la realidad es que su ideología es antiinmigración, anti europeísta y ultra nacionalista. Aunque en su fundación estuvieron vinculados connotados políticos neonazis, la actual presidenta del partido Marine Le Pen se ha esforzado en moderar la imagen de la organización, lo que le ha permitido crecer en popularidad en el electorado. En las recientes elecciones presidenciales de abril 2022, quedó en 2do lugar y pasó a segunda vuelta contra el presidente francés Emmanuel Macron.
  • Holanda: El Partido por la Libertad (PVV), fundado en 2006 por Geert Wilders, que propugna por el «chovinismo del bienestar», esto es, que los beneficios sociales deben solamente ser disfrutados por los nativos del país y no los inmigrantes, además de ser anti islámico.  Ha llegado a ser la 2da fuerza política del país.
  • Hungría: Con el tiempo, los seguidores de Ferenc Szálasi y su Partido de la Cruz Flechada mantuvieron vigentes su ideología, conocida localmente como “hungarismo”. Desde organizaciones abiertamente neonazis como el Frente Nacional Húngaro (MNA), disuelta en 2016, hasta partidos políticos de extrema derecha que han sido exitosos como Jobbik (obtuvo el 20% del electorado en las últimas elecciones) o Fidesz (que actualmente ostenta el poder mediante una coalición de centroderecha).
  • Irlanda: En este país, el Partido Nacional de Irlanda (NP), fundado en 2016 por Justin Barrett, representa el neofascismo irlandés. Hasta la fecha no ha conseguido representación congresional.
    Manifestación neofascista en Italia

  • Italia: Los remanentes del fascismo italiano al terminar la 2da Guerra Mundial se agruparon en el Movimiento Social Italiano, creado en 1946. Con el tiempo fue moderando su ideología neofascista hasta convertirse en una nueva organización más orientada a la centro-derecha: Alianza Nacional. A través del tiempo, los elementos más radicales del Movimiento Social Italiano se fueron separando y creando nuevas organizaciones neofascistas, aún vigentes, como Fiamma Tricolore, Forza Nuova, Fronte Nazionale y Movimiento Idea Social.
  • Lituania: A pesar de ser uno de los países cuyos habitantes más colaboraron con las fuerzas de ocupación nazi, hoy en día en Lituania prácticamente no existen organizaciones neonazistas de importancia. Sin embargo, la remembranza fascista está íntimamente enraizada en la sociedad. Es así como oficialmente se ha minimizado el impacto del Holocausto en los libros de historia lituanos (a pesar de que el 95% de los judíos lituanos fueron exterminados bajo el gobierno nazi con ayuda local) y hasta en el 2010 llegó un tribunal lituano a reconocer la esvástica nazi como un “patrimonio histórico”.
  • Polonia: A pesar de ser una de las naciones más perjudicadas por la Alemania Nazi y que en su Constitución prohíben el fascismo, en Polonia subsisten varias organizaciones neofascistas que, aunque niegan serlo, coinciden ideológicamente. Es el caso de Restauración Nacional Polaca y Campo Nacional Radical, aunque ambas son de poca incidencia.
    Manifestación de Britain First en Reino Unido

  • Reino Unido: El fascismo británico ha ido creciendo, aunque tímidamente, aunque esa sola idea parecía improbable después que el Reino Unido ganó la guerra a la Alemania Nazi. Por ejemplo, el British National Party ha logrado escaños en el parlamento, incluso eurodiputados; mientras que se pueden mencionar otras menos relevantes como Frente Nacional, English Defence League, Britain First, Blood & Honor y Combat 18, siendo esta última catalogada como terrorista.
  • Rumania: Varias organizaciones se adjudican ser las herederas de la Guardia de Hierro en ese país. Tal es el caso de Noua Dreaptă y el Partido Todo para el País. Igualmente ha llegado a ser considerado como neofascista la organización de izquierda Partido de la Gran Rumania, fundado por excomunistas de la época soviética pero que se caracterizan por su ultranacionalismo e irredentismo.
    Voluntarios del movimiento Unidad Nacional Rusa

  • Rusia: Tras la caída de la URSS, se fundó la Unidad Nacional Rusa (RNE) que propugna por el ultranacionalismo, antisemitismo e irredentismo, además de enarbolar símbolos fascistas. Esa organización tuvo una participación destacada en 1993 defendiendo a la Duma cuando el presidente Boris Yeltsin intentó disolver el congreso por la fuerza.
  • Serbia: En esta nación el neonazismo tiene presencia en organizaciones como Nacionalni stroj, que produjo varios incidentes violentos en 2005 y fue prohibida en 2012; así como presencia de células de organizaciones terroristas neofascistas como Combat 18 y Blood & Honor.
  • Suecia, Noruega, Finlandia y Dinamarca: Estas cuatro naciones escandinavas presentan un denominador común neofascista: el Movimiento de Resistencia Nórdico (PVL), fundado en 1997 y que procura la creación de una república nacional socialista en Europa del Norte. En 2018 fue declarado ilegal en Finlandia.
  • Suiza: Este pacífico país tampoco ha sido la excepción, teniendo en su territorio manifestaciones neofascistas encarnadas principalmente por el Partido Nacionalista Suizo, fundado en el año 2000 y catalogado por sus autoridades como “extremista”. No cuenta actualmente con representación congresional.
    Voluntarios del Batallón de Azov en Ucrania

  • Ucrania: Por razones históricas, el fascismo caló profundamente en una parte importante de la sociedad de este país, siendo uno donde mayor vigencia tienen las ideas neonazis. Uno de los partidos políticos más influyentes es el Svoboda, el cual se considera el heredero del legado del líder fascista Stepan Bandera, siendo actualmente la 4ta fuerza política del país. Otras organizaciones relevantes son Pravy Séktor (que ha llegado a conseguir legisladores y su líder es asesor de las Fuerzas Armadas) y el Batallón Azov, unidad militar compuesta por activistas neonazis, que incluso fue oficialmente incorporada a la Guardia Nacional Ucraniana.  En la actual guerra entre Ucrania y Rusia, las organizaciones neofascistas han jugado un papel estelar en la defensa de su territorio contra la invasión rusa.

Aunque es la región del mundo donde mayor incidencia y poder político tiene, el neofascismo no se limita al continente europeo. Es así como podemos encontrar en Estados Unidos (Partido Nazi Americano, Movimiento Nacional Socialista), Canadá (Heritage Front, Partido Nacionalista de Canadá), Australia (Resistencia Antípoda), Nueva Zelanda (Unidad 88), entre otros.

Manifestación neofascista en Chile

Hasta en Latinoamérica podemos encontrar estas manifestaciones, como es el caso de Argentina (Partido Nuevo Triunfo, Partido del Nuevo Orden Social Patriótico), Chile (Patria Nueva Sociedad, Movimiento Social Patriota), Uruguay (Movimiento Joseph Goebbels), entre otros.

Sea que estemos ante un fenómeno relacionado con la Teoría del Ciclo Histórico[2] de Friedrich Nietzsche o que las fórmulas aplicadas por los tradicionales partidos de izquierda, centro y derecha no han llenado las expectativas de la población europea, y del Primer Mundo en general, la realidad es que las ideas neofascistas están calando lentamente en aquellas sociedades que una vez juraron erradicar ideologías tan lesivas, ya que no hacen más que fomentar el odio a su máxima potencia.

Y más que probado está que el odio no conduce a ninguna parte. Al menos, eso nos ha enseñado la historia. Ojalá a Europa y al resto del mundo no se les olvide esa lección.

 

www.reysonl.blogspot.com

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BIBLIOGRAFÍA

Camus, Jean-Yves (2017): Far-Right Politics in Europe (en inglés). Harvard University Press.

Ignazi, Piero (2003). Extreme Right Parties in Western Europe (en inglés). Oxford University Press.

Wilkinson, Paul (1981). The New Fascists. Londres: Grant McIntyre

 



[2] Es aquella que varios filósofos establecen como la tendencia de la humanidad de volver siempre a su punto de partida, repitiendo los mismos ciclos históricos una y otra vez a lo largo de los siglos.