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domingo, 29 de noviembre de 2020

Corrupción en América Latina: El gran lastre de la región más desigual del mundo

 


Desde hace años, organismos internacionales como PNUD[1], CEPAL[2], Banco Mundial[3], entre otros, han advertido que Latinoamérica es la región más desigual del mundo, incluso superando a aquellas donde se encuentran los países más pobres, como es el caso de África.

Estos informes revelan la enorme brecha social existente, donde en muchos de los países latinoamericanos la esperanza de vida entre un ciudadano nacido en un sector de clase alta y el de un barrio marginado o área rural, puede llegar a ser hasta de 16 años de diferencia. Sencillamente dramático y, al mismo tiempo, inaceptable.

Llama la atención que, siendo una región privilegiada con inmensas reservas de recursos naturales y exhibiendo importantes tasas de crecimiento económico en las últimas décadas, no ha podido avanzar significativamente en su desarrollo económico y social.

En este artículo trataremos de analizar una de las principales causales de esta desigualdad: la corrupción.

Desigualdad latinoamericana

Según reporta el Índice de Desarrollo Humano (IDH) 2019, publicado por el PNUD, presentamos a continuación la esperanza de vida al nacer en los países latinoamericanos y el porcentaje de desigualdad existente en ese indicador entre el quintil más pobre con relación al quintil más rico de la población:

País

Esperanza de vida (años)

Desigualdad en la esperanza de vida (%)

Chile

80.0

6.3

Argentina

76.5

8.6

Uruguay

77.8

7.9

Panamá

78.3

12.0

Costa Rica

80.1

7.1

Cuba

78.7

5.1

México

75.0

10.5

Brasil

75.7

10.9

Colombia

77.1

10.7

Perú

76.5

10.8

Ecuador

76.8

11.5

República Dominicana

73.9

17.0

Venezuela

72.1

17.1

Paraguay

74.1

13.8

Bolivia

71.2

22.5

El Salvador

73.1

12.5

Guatemala

74.1

14.6

Nicaragua

74.3

13.1

Honduras

75.1

13.3

Países de mayor desarrollo humano

Noruega

82.3

3.0

Suiza

83.6

3.5

Irlanda

82.1

3.4

Fuente: PNUD

En la tabla anterior se puede apreciar que la desigualdad en la esperanza al nacer supera los dos dígitos en la mayoría de los países latinoamericanos, donde solamente Cuba, Chile, Costa Rica, Uruguay y Argentina presentan menos de 10 puntos porcentuales de desigualdad. Eso significa que esos países muestran una diferencia entre 4 y 6.5 años en la esperanza de vida promedio entre los más pobres y los más ricos.

Por otro lado, los países de la región con mayores niveles de desigualdad en este aspecto, Bolivia, Venezuela y República Dominicana, presentan diferencias que superan el 17% (Bolivia con un 22.5%), lo que significa que en Bolivia los más pobres viven 16 años menos que los más ricos, mientras que en Venezuela y República Dominicana viven 12 años menos. Por tanto, cualquier estrategia de desarrollo que no corrija esa distorsión distará mucho de ser justa y sostenible.

Si comparamos los países de América Latina con aquellos que lideran el IDH a nivel mundial (Noruega, Suiza e Irlanda), vemos que, a pesar de no estar tan lejos en cuanto a la esperanza de vida promedio (solo 4 años de diferencia promedio), sin embargo, la desigualdad que tienen esos países europeos en este indicador ronda solo el 3% (mientras que en Latinoamérica esa disparidad es de 2 a 7 veces mayor).

Cuando analizamos la dimensión económica, utilizando los datos publicados por la misma fuente, encontramos esta distribución del ingreso comparando el grupo más pobre con el más rico:

País

Proporción del ingreso total (%)

% Diferencia

40% más pobre

10% más rico

Chile

14.4

37.9

-23.5

Argentina

15.3

29.4

-14.1

Uruguay

16.5

29.7

-13.2

Panamá

11.5

37.7

-26.2

Costa Rica

12.8

37.0

-24.2

Cuba

-

-

-

México

15.5

34.8

-19.3

Brasil

10.6

41.9

-31.9

Colombia

12.4

39.0

-26.6

Perú

14.4

32.3

-17.9

Ecuador

14.1

33.8

-19.7

República Dominicana

13.9

35.4

-21.5

Venezuela

-

-

-

Paraguay

13.2

39.2

-26.0

Bolivia

13.6

31.7

-18.1

El Salvador

17.4

29.1

-11.7

Guatemala

13.1

38.0

-24.9

Nicaragua

14.3

37.2

-22.9

Honduras

11.0

37.7

-26.7

Países de mayor desarrollo humano

Noruega

23.1

22.3

0.8

Suiza

20.3

25.2

-4.9

Irlanda

20.9

25.4

-4.5

Fuente: PNUD

Si vemos la distribución del ingreso, la situación no es menos alarmante en América Latina. Sacando a Cuba y Venezuela, por carecerse de información sobre ellos, en todos los países de la región el 10% más rico recibe dos, tres y hasta cuatro veces más ingresos que el 40% más pobre, donde Brasil, Honduras y Colombia (31.9%, 26.7% y 26.6% respectivamente) presentan las mayores brechas. El Salvador es el país que presenta menor diferencia económica entre ricos y pobres, ya que solamente es de 11.7% la diferencia porcentual, seguido por Uruguay con el 13.2%.

Como referencia, al analizar el desempeño de los líderes mundiales en el IDH, todos de Europa, vemos que en Noruega incluso el 40% más pobre recibe un 0.8% más de ingreso que el 10% más rico, mientras que en Suiza e Irlanda la diferencia es de apenas un 4.9% y 4.5% a favor de la población de clase alta. Un severo contraste entre ambas realidades.

Principal sospechosa de la desigualdad en la región: la corrupción

Si bien es cierto que la pobreza y desigualdad son multidimensionales, y, por tanto, causadas por múltiples factores, la corrupción generalizada luce ser la principal razón para justificar el drama latinoamericano: mucha riqueza conviviendo con mucha pobreza.

Según el Barómetro Global de Corrupción para Latinoamérica y Caribe 2019[4], publicado por Transparencia Internacional, se determinaron los siguientes hallazgos en la región:

  • El 53% de los ciudadanos piensan que la corrupción aumentó en el último año
  • El 57% de los ciudadanos piensa que su gobierno no está haciendo lo suficiente para combatir la corrupción
  • Más de la mitad de los consultados piensan que la mayoría de los políticos electos en su país son corruptos
  • 1 de cada 5 ciudadanos que utilizaron servicios públicos, incluyendo salud y educación, tuvieron que sobornar a un empleado público
  • 1 de cada 5 ciudadanos han experimentado, o conocen a alguien que experimentó, extorsión sexual al acceder a un servicio público
  • 1 de cada 4 ciudadanos recibió o le ofrecieron sobornos en los últimos 5 años a cambio de su voto
  • 77% de los ciudadanos están convencidos de que la gente común con su actitud puede hacer la diferencia en el combate a la corrupción

Según el referido estudio, entre los países donde sus ciudadanos percibieron que la corrupción estaba en aumento en los últimos 12 meses, resaltaron Venezuela, República Dominicana y Perú, con un 87%, 66% y 65% respectivamente. Los que tuvieron una menor percepción en ese sentido fueron México, El Salvador y Guatemala, con 44%, 45% y 46% respectivamente.


Fuente: Transparencia Internacional

En otro orden, según el Índice de Percepción de Corrupción (IPC) 2019[5], también publicado por Transparencia Internacional, a nivel mundial la creciente percepción de que los gobiernos están haciendo poco por frenar la corrupción, ha desatado protestas ciudadanas donde millones de personas han expresado su frustración en las calles del Norte de África, Europa del Este, Oriente Medio y Asia Central. En ese fenómeno, América Latina también ha jugado un papel estelar.

Por ejemplo, el escándalo de corrupción vinculado a los confesados sobornos que pagó el gigante brasileño de la construcción, Odebrecht, en poco más de tres años se expandió a 10 países de la región poniendo en evidencia mecanismos ilegales de financiación de partidos políticos, provocando el enjuiciamiento de figuras políticas y funcionarios públicos, y deteriorando de paso aún más la precaria confianza que los ciudadanos latinoamericanos tenían en sus instituciones políticas.

¿Cuál fue el desempeño de los países latinoamericanos en el último IPC? Veamos:

País

Índice de Percepción de Corrupción (IPC) 2019

Puntuación

Ranking

Uruguay

71

21

Chile

68

25

Costa Rica

56

44

Cuba

48

60

Argentina

45

66

Ecuador

38

93

Colombia

37

96

Panamá

36

101

Perú

36

101

Brasil

35

106

El Salvador

34

113

Bolivia

31

123

México

29

130

República Dominicana

28

137

Paraguay

28

137

Guatemala

26

146

Honduras

26

146

Nicaragua

22

161

Venezuela

16

173

Países con menor percepción de corrupción

Dinamarca

87

1

Nueva Zelanda

87

1

Finlandia

86

3

Fuente: Transparencia Internacional

En América Latina, Uruguay es la nación con menor percepción de corrupción (con 71 puntos de 100), ocupando la privilegiada posición 21 a nivel global. Le siguen Chile (67 puntos en el lugar 25) y Costa Rica (56 puntos en el lugar 44), pero esos tres países son la excepción. En la región, 14 de 19 países no llegan a 40 puntos, reflejando un bajísimo desempeño en el combate de la corrupción. En el último lugar está Venezuela, con 16 puntos y el lugar 173 en todo el mundo.

Si vemos los resultados arrojados por los países con menor percepción de corrupción en el IPC, encontramos a Dinamarca y Nueva Zelanda con 87 puntos en primer lugar ambas, seguidas por Finlandia con 86 puntos.

El IPC 2019 concluye con 7 recomendaciones, las cuales acogemos para su aplicación en la región latinoamericana, ya que las mismas se ajustan a la realidad de nuestros países:

·       Gestionar los conflictos de interés para reducir los riesgos de influencia indebida

·       Controlar la financiación política para evitar el flujo indiscriminado de recursos provenientes de corporaciones interesadas en influir en la política

·       Fortalecer la integridad electoral para garantizar plenamente unas elecciones libres y justas

·       Regular las actividades de lobby promoviendo un acceso transparente y amplio a los procesos de tomas de decisiones

·       Acabar con el trato preferencial en la prestación de servicios públicos y distribución de los recursos del Estado

·       Empoderar a la ciudadanía, promoviendo la participación activa de la sociedad y protegiendo a quienes dan seguimiento y denuncian a la corrupción

·       Reforzar los sistemas de control, promoviendo los contrapesos y separación de poderes del Estado

Definitivamente así, y solo así, podremos aspirar a que en nuestra región haya más salud, más educación y más democracia.

www.reysonl.blogspot.com