Entrada destacada

Como se celebran los cumpleaños en todo el mundo

  Ayer, en el día en que precisamente cumplía años, me animé a escribir un artículo sobre un tema inusual para mi blog, pero que resulta sum...

domingo, 19 de noviembre de 2017

Grandes rivalidades en la historia de la Ciencia y el Arte


El estereotipo de científico o artista consagrado es el de una persona con dones e intelecto superiores al resto de los mortales, colocados por el imaginario colectivo por encima de las incidencias y miserias que caracterizan el diario vivir del común de la gente.  Nada más falso.

Tal es el caso de notables rivalidades que involucraban a grandes personajes que hoy colocamos en el Olimpo intelectual, pero que protagonizaron encarnizadas enemistades que, muchas veces, llegaron al extremo, y en otras ocasiones, impulsaron su genio creador.  Veamos los diez casos más conocidos:

Salón de los Quinientos, Palacio Vecchio en Florencia
Leonardo da Vinci y Miguel Ángel Buonarrotti

Miguel Ángel y Leonardo da Vinci
Ambos pintores eran considerados en vida como los más importantes artistas plásticos de la Italia renacentista, aunque Leonardo le llevaba 23 años a Miguel Ángel Buonarrotti. Su rivalidad llegó al grado de que se insultaban mutuamente cuando se cruzaban en las calles de Florencia. Dicha enemistad probablemente se acentuó cuando ambos fueron contratados simultáneamente en 1503 para pintar cada uno un extremo de la Sala de los Quinientos en el Palacio Vecchio florentino.  Ambas obras, La batalla de Anghiari encargada a Leonardo y La batalla de Cascina encargada a Miguel Ángel, fueron abandonadas por sus autores en 1506 y curiosamente ambas también se perdieron para siempre. Podrán haberse adversado, cruzar a la acera de enfrente para no toparse en la calle, pero sin dudas fueron dos exponentes que sin ellos no hubiera existido Renacimiento.

Francisco Quevedo y Luis Góngora

Luis de Góngora y Francisco Quevedo
Los más importantes poetas del siglo XVII español, Luis de Góngora (máximo exponente del culteranismo) y Francisco Quevedo (cúspide del conceptismo), eran acérrimos enemigos. Todo empezó durante su estancia común en la Corte de Valladolid, donde Quevedo ganó fama parodiando los poemas de Góngora. La respuesta del cordobés no se hizo esperar y así nació una rivalidad que solo terminó con la muerte de Góngora en 1627. Incluso, en una ocasión Quevedo escribió “Untaré mis obras con tocino para que no me las muerdas”, con lo que sacaba a relucir el origen judío de Góngora. Hasta llegó a comprar la casa que Góngora perdió en deudas de juego, solo para darse el gusto de quemar sus libros. Con razón o sin ella, ambos autores llegaron a la cúspide de la producción literaria a pesar de (o quizás gracias a) sus incesantes y mutuos ataques.

Christopher Marlowe y William Shakespeare

William Shakespeare y Christopher Marlowe
La supuesta rivalidad entre los más importantes dramaturgos de la literatura inglesa, está mas bien amparada en mitos que en hechos concretos. Aunque nacieron el mismo año, Marlowe se destacó primero que Shakespeare y es a partir de su prematura muerte (a los 29 años por una confusa trifurca en un bar) en 1593 que curiosamente Shakespeare empieza a destacar con su obra. No son pocos los que afirman que Shakespeare nunca existió y en realidad fue un alias que el propio Marlowe utilizó después de simular su muerte.  Por si fuera poco, en el 2016 mediante herramientas de Big Data la Universidad de Oxford concluyó que algunas partes de la obra Enrique VI de Shakespeare fueron coescritas por Christopher Marlowe, lo que agrega algo de verosimilitud a las teorías conspirativas y arroja dudas sobre la alegada enemistad de ambos insignes dramaturgos. Verdad o ficción del personaje, la realidad es que William Shakespeare (con la ayuda de Marlowe) es la máxima expresión de la lengua inglesa.

Caravaggio
Giovanni Baglione




















Caravaggio y Giovanni Baglione
Sin dudas, Michelangelo Caravaggio es considerado el primer gran exponente del Barroco en la pintura. Entre sus primeros discípulos estuvo Giovanni Baglione, que también llegó a convertirse en su primer biógrafo. Sin embargo, tal vez producto de la envidia y con el fin de escalar en el competitivo mercado romano a costa de su maestro, Baglione se dedicó a desprestigiar a Caravaggio y su obra.  La enemistad llegó a su climax cuando en 1602 Caravaggio pinta la conocida obra “Amor Victorioso” o “Cupido”, que llegó a ser denostada por algunos (encabezados por Baglione) como escandalosa. Baglione respondió artísticamente con su propia versión, más ortodoxa, a la que llamó “Amor Divino”.  Paradójicamente ambas obras son exhibidas hoy una al lado de la otra en el Gemäldegalerie de Berlín. A pesar de los ataques de Baglione, tras la muerte de Caravaggio, su muerte lo único que hizo fue aumentar el prestigio e influencia de su obra.

Wolfgang Amadeus Mozart y Antonio Salieri

Wolfgang Amadeus Mozart y Antonio Salieri
Una de las rivalidades más conocidas en el ámbito artístico, fue la protagonizada por Mozart, el genio de Salzburgo, y Salieri, un connotado músico italiano establecido en la Corte de Viena y que llegó a ser profesor de futuras estrellas de la música clásica como Ludwig von Beethoven, Franz Schubert y Franz Liszt. Todo inició en 1790 cuando Mozart, en la cúspide de su carrera, acusó a Salieri, ya en decadencia, de haberlo plagiado y hasta de querer atentar contra su vida. Salieri siempre negó tales acusaciones, aunque las mismas le persiguieron hasta su muerte. A pesar de todo, fue uno de los pocos connotados músicos que asistieron al funeral de Mozart, que murió a destiempo en 1791 con solo 35 años de edad, dejando como legado una de las más prolíficas obras musicales de todos los tiempos. Esta rivalidad entre ambos personajes trascendió a nivel literario y musical, ya que, por ejemplo,  inspiró una obra poética de Alexander Pushkin y una ópera de Nikolai Rimski-Korsakov.

Vincent van Gogh y Paul Gauguin

Vincent van Gogh y Paul Gauguin
Dos de los más importantes pintores posimpresionistas modernos fueron grandes amigos que incluso trabajaron en el mismo taller. Con el tiempo su relación se fue deteriorando hasta el punto que la misma noche en que van Gogh se cortó la oreja, previamente había amenazado a Gauguin con una navaja de afeitar. El propio Gauguin entregó a Vincent a una institución psiquiátrica y se marchó para siempre.  Hoy día hay investigadores que plantean la hipótesis de que fue Gauguin quien accidentalmente cortó a van Gogh fruto de una trifulca. La verdad es que después de ese incidente el genio creador de ambos, por separado, llegó a su máxima expresión.

Alexander Graham Bell y Elisha Gray
Antonio Meucci











Alexander Graham Bell y Elisha Gray
Alrededor de la invención del teléfono hay una serie curiosidades y coincidencias que ponen en duda lo tradicionalmente establecido. Ocurre que en 1876 el mismo día, con apenas dos horas de diferencia, Alexander Graham Bell y Elisha Gray inscriben la patente del mismo invento, como muy pequeñas diferencias, algo prácticamente imposible. Se enfrascan en una batalla legal que finalmente gana Bell y lo convierte en millonario. Sin embargo, es conocido que en 1860 un italiano inmigrante llamado Antonio Meucci inventó un aparato al que le llamó “teletrófono”, llegando a hacer una demostración pública,  y que tenía todas las características del aparato presentado por Bell 16 años después. La cuestión es que Meucci era pobre y nunca pudo reunir el dinero necesario para inscribir su patente. Oficialmente, desde el año 2002, el Congreso de los Estados Unidos reconoció que Antonio Meucci, quien murió en la pobreza absoluta, fue el verdadero inventor del teléfono. Pareciera que Bell y Gray fueron dos rufianes que se enfrascaron en una lucha por atribuirse una idea que al final era robada a un tercero, o tal vez simplemente fueron grandes visionarios que rescataron una idea olvidada que podía transformar al mundo, como en efecto, lo hizo.

Nikolas Tesla y Thomas Edison

Nikolas Tesla y Thomas Edison
Los dos más célebres inventores de la era moderna se conocieron en 1884. Ya en esa época Edison era un próspero empresario de la industria eléctrica y Tesla era un joven inmigrante de Croacia (de origen serbio) que fue contratado por aquél gracias a una carta de recomendación de un amigo común. A pesar de lo ingenioso de Tesla y sus grandes aportes para hacer más eficiente la compañía de Edison, éste le pagaba una miseria por lo que el joven lo abandonó 2 años después. En poco tiempo Tesla se convirtió en el gran rival de Edison cuando en 1886 aprovechó el capital de George Westinghouse para desarrollar un modelo de generación eléctrica basado en corriente alterna, en contraposición con el modelo de corriente directa de Edison. A esa competencia económica y tecnológica se le conoció como la “guerra de las corrientes” en la década de 1880. Como sabemos, al final se impuso el modelo de Tesla, a pesar de los golpes bajos que le asestó Edison para desacreditarlo (como inventar la silla eléctrica a través de un testaferro para demostrar la peligrosidad de la corriente alterna).

Los hermanos Orville y Wilbur Wright
Samuel Pierpont Langley




















Los Hermanos Wright y Samuel Pierpont Langley
Estos pioneros norteamericanos de la aviación se enfrascaron en una lucha encarnizada por ser quien primero lograra volar en un aparato mas pesado que el aire. El primero en intentarlo, dos veces, el 7 y 8 de diciembre fue Langley, pero en ambas ocasiones su artefacto se estrelló en el agua (su diseño estaba basado en la acuatización) mientras que 10 días después los hermanos Wright lo logran exitosamente. El resto de la historia es conocida, los Wright mejoraron su diseño hasta que en el 1908 patentizaron el aeroplano. Langley tuvo que conformarse con la patente del bolómetro, instrumento para medir la radiación electromagnética.

Georges Lamaitre y Fred Hoyle

Fred Hoyle y Georges Lamaitre (junto a otros teóricos del Big Bang)
En 1927 el científico y sacerdote belga Georges Lamaitre revolucionaba el mundo científico con su teoría del “átomo primigenio”, en el cual planteaba que el universo se encontraba en constante expansión desde un momento inicial. Ese planteamiento ganó adeptos pero también muchos detractores, especialmente los que creían fielmente en el concepto de Estado Estacionario (curiosamente Albert Einstein fue uno de ellos, aunque después cambió de opinión). Su detractor más efusivo fue Fred Hoyle, un destacado astrónomo británico que llegó a hacer importantes aportes sobre la nuclesíntesis estelar y otros temas. Lo curioso del caso es que los defensores del universo en expansión no se habían puesto de acuerdo en el nombre definitivo de su teoría, hasta que el propio Hoyle en un programa radial de la BBC en 1949 trató de ridiculizar esa teoría planteando que era falsa la “hipótesis de que toda la materia del universo fue creada en un gran estallido (“big bang”)”. Fueron tantas veces que repitió despectivamente al término “Big Bang” que al final consiguió popularizarlo, a pesar de sus deseos.

Muchos otros casos podrían abundar los ejemplos sobre estas rivalidades que, en la mayoría de los casos, permitieron en su momento a estos insignes personajes entrar en una competencia que despertó su creatividad en su afán por destacarse del contrario.

Tal vez todos tenemos un talento especial o capacidad oculta que lo único que espera es a que aparezca quién nos desafíe lo suficiente como para hacerla surgir y florecer.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tus comentarios son bienvenidos!