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lunes, 14 de agosto de 2023

¿Qué está pasando en África?

 


Las naciones africanas han tomado decisiones en las últimas semanas que han llamado la atención de la opinión pública global, demostrando un nivel de independencia y soberanía nunca antes visto.

Según la evidencia científica, África es la cuna de la humanidad. Hace 300,000 años de allí salió el Homo Sapiens erguido y decidido a conquistar el mundo y sus recursos. Como continente es el tercero en tamaño (30 millones de km2) y segundo en población (1400 millones de personas). Y, por si fuera poco, es el continente más rico…en recursos naturales.

Los principales recursos naturales de África


África posee el 24% de toda la tierra cultivable del mundo; un tercio de todas las reservas minerales; el 60% del cobalto; el 46% de los diamantes; el 40% del oro; dos de las 10 reservas de petróleo más grandes del mundo; y un largo etcétera.

A pesar de su riqueza, África es la región más pobre del mundo


Pero, por mucho, es el continente más pobre. Un 40% de su población (más de 500 millones de personas) viven con menos de 2 dólares al día, por debajo del umbral de la pobreza. Todos sus países juntos aportan menos del 3% del PIB mundial.

¿Cómo esto es posible? Veamos

El colonialismo europeo y su secuela

El colonialismo en África fue un período de la historia que comenzó en el siglo XV y terminó en el siglo XX. Durante este tiempo, los países europeos conquistaron y controlaron gran parte del continente africano.

Aunque el colonialismo tuvo unos pocos aspectos positivos (introducción de nuevas tecnologías y conocimientos, construcción de infraestructura y unificación de un sinnúmero de estados pequeños y fragmentados), la realidad es que el impacto negativo que tuvo fue devastador.

No hay palabras para describir la barbarie a la que fue sometida África hasta hace poco


El más dañino, sin dudas, fue la esclavitud. Los europeos esclavizaron a millones de africanos y los llevaron a trabajar en sus colonias, donde morían de hambre, enfermedades y sobre explotación física.

También, la imposición de la cultura europea conllevó a la pérdida de muchas tradiciones y costumbres ancestrales.

En cuanto a lo económico, los europeos explotaron los recursos naturales de África sin dar nada a cambio a sus habitantes. Para el año 1914, en los albores de la Primera Guerra Mundial, casi todos los países africanos eran colonias de potencias europeas: Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, Portugal, Bélgica y España. En aquella época, solo Abisinia (hoy Etiopía) y Liberia eran independientes, aunque Abisinia fue invadida por Italia poco después en 1936.

Los británicos no son recordados con mucho cariño por los africanos


Aunque esas potencias europeas aún se resistan a reconocerlo hoy, esos siglos de dominación y explotación inmisericorde de personas y recursos naturales (hasta hace relativamente poco tiempo), ha sido la causa principal de la pobreza, hambre e inestabilidad política, económica y social de los africanos.

Aún Bélgica no pide perdón por las mutilaciones y asesinatos cometidos en el Congo


A este corolario de desgracias hay que agregarle que el 95% de los países de ese continente obtuvo su independencia hace menos de 80 años (las excepciones son Liberia, Sudáfrica y Egipto), lo que significa que la mayoría son estados que han tenido muy poco tiempo para madurar y consolidarse, en medio de grandes precariedades heredadas de la época colonial.

Señales de un nuevo rumbo

En los últimos meses hemos sido testigos de una serie de acontecimientos, que si bien es cierto en el pasado han ocurrido de forma esporádica y/o aislada, luce que en las últimas décadas existe una tendencia continental hacia la autodeterminación real.

Xi Xinping reunido con los presidentes africanos en el FOCAC


Por ejemplo, el Foro de Cooperación entre China y África (FOCAC), fue fundado en el año 2000 y actualmente participan 53 países africanos (solo con la excepción del Sahara Occidental -territorio en disputa- y el pequeño país de Esuatini). Desde entonces, el comercio de la región con China Popular ha crecido exponencialmente: De US$10.000 millones en 2000 a US$254.000 millones en 2021, suplantando a Estados Unidos como principal socio comercial desde el año 2008.  Como puede verse en el siguiente gráfico, basado en datos de ONU Comtrade, desde entonces la brecha no hecho más que aumentar entre ambas potencias con relación a África.

Ferrocarril etíope construido con capital chino


Continuando con la cada vez mayor influencia china en África, también la inversión y financiamiento desde ese país asiático se ha volcado sobre el continente africano. De menos de US$100 millones en el año 2003 ha ido incrementando hasta llegar US$42 billones en el año 2020. Según el Ministerio de Relaciones de Exteriores de ese país[1], en ese mismo período China ha construido en África más de 13.000 kms de líneas de ferrocarril, así como 80 plantas generadoras de energía, 130 hospitales, 45 estadios deportivos y 170 escuelas. Pekín hasta llegó a condonar la deuda a 15 países de esa región en 2020.

Puerto de Kribi, en Camerún, con financiamiento chino


Incluso, un estudio[2] del Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE.ES) admite que en las últimas dos décadas los chinos han construido en África casi 100.000 kms de carreteras, 1.000 puentes, 100 puertos y 66.000 kms de transmisión y distribución de energía.

Puente construido por los chinos en Brazzaville, República del Congo


Aunque obviamente China se beneficia de la explotación de los recursos mineros e hidrocarburos africanos, debemos reconocer que ha invertido en 20 años en el desarrollo de esos países muchas veces más que los europeos en 500 años.

Por otro lado, al estallar el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, una de las estrategias utilizadas por los rusos para contrarrestar el cada vez mayor aislamiento internacional y las múltiples sanciones impuestas por Occidente, fue acercarse a países del Tercer Mundo, siendo el continente africano una de las regiones donde encontraron mayor receptividad.

La respuesta favorable de África en el presente contexto ha sorprendido a más de uno. Pero no debiera ser sorpresa, ya que hay un poco más de historia detrás de ese hecho. Resulta que, desde los tiempos de la URSS, los soviéticos durante décadas apoyaron las luchas independentistas africanas contra los colonizadores europeos.

Cumbre Rusia-África 2019


Y el acercamiento de la actual Rusia fue mucho antes de la invasión a Ucrania del 2022. Ya en 2019, Vladimir Putin había organizado en Sochi la primera Cumbre Rusia-África, a la cual asistieron 40 países de ese continente y gracias a la cual se firmaron diversos acuerdos de cooperación[3].

Además, antes del 2022, ya Rusia había firmado 19 acuerdos de colaboración militar con igual cantidad de gobiernos africanos, incluyendo en muchos de ellos servicios de seguridad privada ofrecidos por el famoso Grupo Wagner. Esa empresa rusa inició sus operaciones en Mozambique y Sudán en 2017, luego extendiéndose a la República Centroafricana (2018), Libia (2019) y más recientemente en Malí.

Los militares rusos cada vez más presentes en África


Aunque en un volumen significativamente menor a China, Rusia ha hecho importantes inversiones en África en proyectos de infraestructura, energía y extracción de minerales y petróleo, amén de ser su principal proveedor de armas, según refiere la Revista Española de Defensa[4].

También hay que resaltar que, en la segunda convocatoria de la Cumbre Rusia-África, celebrada el pasado mes de julio, descendió notablemente el número de países presentes, ya que solamente asistieron 17 jefes de Estado, aunque sí representantes de 49 países en total. Claro, no sería de extrañar que los presidentes ausentes hayan recibido presiones para restarle brillo a ese evento.

De todas formas, las maniobras diplomáticas de Moscú han dado sus frutos. En la votación realizada en la ONU en octubre 2022 para rechazar las anexiones unilaterales de Rusia en Ucrania, solo 26 países africanos apoyaron la resolución, mientras que 19 se abstuvieron y el resto se ausentó de la votación.

Más tarde, en febrero 2023, la ONU resolutó el cese de hostilidades en Ucrania y la retirada inmediata de las tropas rusas. En esa ocasión, 15 países de África se abstuvieron y 2 votaron francamente en contra, uno de los cuales fue Sudáfrica (uno de los países BRICS). El resto de los países prefirió no presentarse a la votación.

Aunque la mayoría de los países del mundo siguen condenando la invasión rusa, Moscú ha encontrado un respiro con el apoyo abierto o disfrazado de neutralidad que le han conferido los países africanos, a pesar de los esfuerzos de Washington y Bruselas para lograr el aislamiento total de Putin.

Los países africanos conformaron una misión de paz que visitó Rusia y Ucrania


Ha sido tal el nivel de empoderamiento de los países africanos, que tomaron la iniciativa de hacer su propia propuesta de paz a Rusia y Ucrania, enviando sendas misiones diplomáticas de alto nivel a ambos países.

Aparentemente los países africanos ya no asimilan la versión occidental sobre el bien y el mal. Tal vez, lo que ha pesado más para ellos han sido los siglos de esclavitud, expoliación y maltrato que han sufrido. Y eso no se olvida tan fácil. Ahora, son más prácticos y piensan en su propio beneficio como región.

Por eso, los hilos de las diferentes potencias, occidentales o no, utilizan todos los medios para tratar de incidir en los destinos del continente más rico en recursos naturales. Lo confirma el anuncio de una coalición de naciones africanas que pretende invadir a Níger para revertir el golpe de Estado reciente que hubo allí, mientras que otra coalición proclama que apoyará a los golpistas. Como podrán imaginar, cada coalición tiene su padrino.

El Nuevo Orden Mundial tiene varios frentes y parece que África solo ha pasado a formar parte de uno de ellos.

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