Es un tema actualmente en boga en República Dominicana, donde la reelección
presidencial inmediata no está permitida pero que, al mismo tiempo, se presenta
la circunstancia de un presidente constitucional con la más alta popularidad de
la historia.
Independientemente de las bondades o peligros que pueda significar el reformar
nuevamente, y tan pronto, nuestra Constitución para legitimar otra vez la
reelección consecutiva, veamos cual es el panorama en nuestra región con
relación a este tema.
Reformas constitucionales
Latinoamérica ha atravesado desde hace varias décadas una verdadera oleada
de reformas constitucionales, como parte de su transición de regímenes
dictatoriales o muy cerrados, a otros
más abiertos y democráticos. Esto fue
mucho más notorio en los países del cono sur.
Cuántas veces han reformado sus constituciones los países de América
Latina? Veamos (a partir de la fecha en que aprobaron su primera constitución republicana):
Fuente: Elaboración propia
PAIS
|
Constituciones
aprobadas
|
Año de la
primera-ultima Constitución
|
Reformas
Constitucionales parciales desde la última Constitución
|
Última Reforma
Constitucional (total o parcial)
|
Promedio de
vigencia de la Constitución
|
Costa
Rica
|
3
|
1848-1949
|
15
|
2003
|
c/56
años
|
Chile
|
3
|
1833-1980
|
17
|
2014
|
c/61
años
|
Uruguay
|
6
|
1830-1967
|
4
|
2004
|
c/31
años
|
Panama
|
4
|
1904-1972
|
5
|
2004
|
c/28
años
|
Perú
|
12
|
1823-1993
|
7
|
2015
|
c/16
años
|
Argentina
|
8
|
1853-1994
|
0
|
1994
|
c/20
años
|
México
|
6
|
1824-1917
|
26
|
2014
|
c/32
años
|
Brazil
|
8
|
1824-1988
|
77
|
2012
|
c/24
años
|
El
Salvador
|
12
|
1841-1983
|
6
|
2014
|
c/15
años
|
Colombia
|
2
|
1886-1991
|
39
|
2014
|
c/65
años
|
Paraguay
|
4
|
1870-1992
|
0
|
1992
|
c/36
años
|
Honduras
|
10
|
1865-1982
|
22
|
2005
|
c/15
años
|
Guatemala
|
6
|
1879-1985
|
1
|
1993
|
c/23
años
|
República
Dominicana
|
23
|
1844-2010
|
0
|
2010
|
c/7
años
|
Cuba
|
4
|
1901-1976
|
3
|
2002
|
c/29
años
|
Nicaragua
|
12
|
1838-1987
|
7
|
2005
|
c/15
años
|
Ecuador
|
21
|
1830-2008
|
1
|
2011
|
c/9
años
|
Bolivia
|
17
|
1826-2009
|
0
|
2009
|
c/11
años
|
Venezuela
|
22
|
1819-1999
|
1
|
2009
|
c/9
años
|
Como puede apreciarse en el cuadro anterior, las naciones que menos veces a
modificado sustancialmente su constitución han sido Colombia (sólo 2 veces),
Costa Rica y Chile (3 veces cada una), mientras que República Dominicana en el
otro extremo tiene el mayor récord (23 veces), seguida por Ecuador y Venezuela
(21 y 22 veces respectivamente). Por
supuesto, eso es sin incluir las reformas parciales de la Constitución.
Esa cantidad de reformas constitucionales permiten establecer la
estadística de que, por un lado, en Colombia cada reforma constitucional tiene
una vigencia promedio de 65 años, mientras que en República Dominicana la
estamos modificando aproximadamente cada 7 años. Es un aspecto institucional a tomar en
cuenta.
Obviamente, aunque estos no son elementos suficientes para establecer un
vínculo entre el desarrollo institucional y económico de un país con la
frecuencia de las reformas constitucionales, vale la pena resaltar que las
naciones más avanzadas en la región (desde el punto de vista institucional,
económico y democrático), como Uruguay, Chile y Costa Rica; reflejan una
apreciable estabilidad constitucional:
Uruguay con 31 años, Chile con 61 años y Costa Rica con 56 años de
vigencia promedio de sus respectivas constituciones.
La reelección presidencial en América Latina
Ahora bien, cual es el estado de situación de la reelección presidencial en
Latinoamérica? Como podemos apreciar en el cuadro anexo, la reelección, en sus
distintas modalidades, está permitida en la inmensa mayoría de los países de la
región. Sin embargo, entre ese grupo de
países que sí la permiten, son menos los que la aprueban de manera consecutiva,
aunque debemos admitir que casi todos establecen un control para impedir la reelección
indefinida, con la excepción de Venezuela, Cuba y Nicaragua. Veamos:
PAIS
|
Reelección
Prohibida
|
Reelección
Consecutiva y nunca más
|
Reelección con
alternancia
|
Reelección
Indefinida
|
Costa
Rica
|
X
|
|||
Chile
|
X
|
|||
Uruguay
|
X
|
|||
Panama
|
X
|
|||
Perú
|
X
|
|||
Argentina*
|
X
|
|||
México
|
X
|
|||
Brazil
|
X
|
|||
El
Salvador
|
X
|
|||
Colombia
|
X
|
|||
Paraguay
|
X
|
|||
Honduras
|
X
|
|||
Guatemala
|
X
|
|||
República
Dominicana
|
X
|
|||
Cuba
|
X
|
|||
Nicaragua
|
X
|
|||
Ecuador*
|
X
|
|||
Bolivia
|
X
|
|||
Venezuela
|
X
|
Fuente: Elaboración propia
(*) Aprueban la reelección consecutiva pero permiten
la repostulación luego de dejar un período de por medio
Pros y contras de la reelección presidencial
La reelección presidencial tiene argumentos, sólidos en muchos casos, para
favorecerla o combatirla. A favor, se esgrime que muchos países desarrollados
la contemplan, con lo que permiten la continuidad de los liderazgos políticos,
como el caso de Estados Unidos, Finlandia, Francia y Alemania. También, está el importante argumento de que
es la propia democracia el mecanismo de reaseguro de las bondades de la
reelección así como el mecanismo de prevención de sus supuestos males, además de ser un mecanismo válido para que el pueblo pueda favorecer la continuidad de una buena gestión gubernamental.
En contra, la reelección presidencial choca de frente con la tesis de que
es perniciosa en sociedades que han sido sacudidas por la dictadura y el
caudillismo, que se puede desvirtuar en continuismo, y de la necesidad de la propia democracia de que haya alternancia
y periodicidad de los cargos públicos.
Ambos planteamientos son atendibles, y en ambos se pueden presentar pruebas
fácticas que apoyen o refuten la tesis.
En el primer caso, ya mencionamos los ejemplos de algunos países
desarrollados con reelección inmediata permitida, y sin embargo muchos países
latinoamericanos tienen el mismo modelo pero con niveles inferiores de
desarrollo (por ejemplo Argentina y Bolivia).
En el segundo caso, podemos mencionar naciones que prohíben la
reelección, mas tienen bajísimos niveles de desarrollo institucional y
económico (Guatemala y Honduras).
Podemos concluir que, aunque lo ideal es que las reglas de juego sean las
mismas durante el mayor tiempo posible, con la consecuente mayor probabilidad
de estabilidad social y política, más importante es que la flexibilidad que se
le pueda dar al marco jurídico vigente sea respetando esas mismas reglas y bajo
el más estricto apego al espíritu democrático y voluntad de la mayoría, bajo la
premisa de que “la voz del pueblo es la voz de Dios”.