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domingo, 9 de junio de 2019

La eugenesia: De como un principio científico puede ser tergiversado y utilizado malignamente



Sin dudas la teoría de la selección natural de especies enarbolada por Charles Darwin vino a arrojar luz sobre la diversidad de especies animales y plantas que pueblan el planeta Tierra, así como de la infinidad de especies que en el pasado remoto existieron y que fueron desapareciendo por distintas causas.
Portada original de "El Origen de las Especies" de Charles Darwin

Con su obra El Origen de las Especies[1], producto de una minuciosa investigación que la hizo recorrer medio mundo, Darwin revolucionó la ciencia y la consciencia de los seres humanos, porque definitivamente explicó de dónde provenimos los seres vivos y sepultó siglos de mitos y fábulas que las distintas religiones se han encargado de propagar para intentar explicar el origen del hombre y el resto que nos rodea.

Bueno eso ya no está en discusión porque las pruebas de la evolución biológica no hacen más que acrecentarse día a día con el descubrimiento de cada fósil y cada nueva especie. Las leyendas antropogónicas[2] de los dogmas religiosos han quedado solamente para adornar murales y frescos que sirven para maravillarnos con la creatividad humana.

Sin embargo, en ocasiones principios o realidades científicas han servido para que mentes macabras y retorcidas elaboren teorías absurdas que, al intentar aplicarse, nos distancian completamente de nuestra propia naturaleza humana.

Es el caso de la eugenesia, que aunque incorpora algunas ideas con cierto sentido, su propósito termina siendo abyecto.

¿Qué es la eugenesia?
Es la filosofía que justifica la mejora de los rasgos hereditarios de las personas mediante la manipulación genética y métodos de selección humana. Fue originalmente planteada en 1865 por Francis Galton, casualmente primo de Charles Darwin e inspirado por la obra de éste, y sostenía que el fomento de la reproducción de los más aptos garantizaba una raza humana más sana, fuerte e inteligente.
Grabado antiguo sobre las prácticas eugenésicas de griegos y romanos

Por supuesto, las prácticas eugenesícas existían de forma aislada en distintas civilizaciones desde hacía miles de años. Por ejemplo, es conocido que los griegos (en especial los espartanos) abandonaban a los hijos que nacían deformes o alguna enfermedad congénita. Igual práctica continuaron los romanos siglos después.

Esa práctica, que actualmente consideramos completamente inhumana y reprochable, cobra algún sentido si lo vemos desde la perspectiva de aquella época, donde los pueblos estaban constantemente asediados por ejércitos enemigos y dependían totalmente de una población apta para el combate en cualquier momento.
Grabado del siglo XIX que resumía la filosofía de la Eugenesia

Pero a partir del siglo XIX la eugenesia empezó a cobrar adeptos en la comunidad científica. Aunque parezca mentira, grandes figuras como Alexander Graham Bell, George Bernard Shaw, Nikola Tesla y Winston Churchill la apoyaban.

Con el tiempo se formaron dos corrientes: La eugenesia positiva y la eugenesia negativa. La positiva consiste en el fomento de la reproducción de aquellos individuos que se consideran más “aptos” o con rasgos hereditarios más apropiados. La negativa es la evasión de la reproducción de aquellos que se consideraban con rasgos hereditarios “malos”.
Propaganda nazi que decía "Mantener un discapacitado cuesta lo mismo que a una familia de pura raza"

Al llegar Hitler al poder en Alemania, adoptaron la eugenesia de forma radical. Como todos sabemos, iniciaron su política de segregación racial y exterminio de aquellas etnias o segmentos poblacionales que consideraban “inferiores” (judíos, gitanos, enfermos mentales, homosexuales, comunistas, etc.). Con los nazis, lo que inició como un programa de esterilizaciones forzadas terminó en genocidio.

El carácter brutal de la política de eugenesia de la Alemania Nazi terminó por hundir el prestigio de esta filosofía, que como veremos, era practicada a distintos niveles en otras partes del mundo.

La eugenesia en el mundo
Algo no muy conocido es que, en la era contemporánea, el segundo lugar donde más se promovió la eugenesia fue en los Estados Unidos. En Connecticut se aprobó en 1896 una ley que prohibía el casamiento de una persona que fuera “epiléptico, imbécil o débil mental”. En los distintos estados de ese país fueron aprobadas leyes que permitían la esterilización forzosa de los enfermos mentales. Todavía en 1963 esa práctica se mantenía y ya se habían esterilizado a más de 63,000 personas desde principios de siglo[3].
Protestas en EEUU por la esterilización forzosa de minorías

Muchos otros países llegaron a implementar prácticas eugenésicas. Canadá lo hizo hasta los años 70s contra los First Nations (indígenas canadienses), afectando a miles de individuos. Suecia hasta hace pocas décadas llegó a esterilizar a 62,000 enfermos mentales y algunas minorías étnicas.  Otros países como Australia, Reino Unido, Francia, Finlandia, Dinamarca, Estonia, Islandia y Suiza llegaron a implementar esterilizaciones forzosas de enfermos mentales[4].

Después de los Juicios de Nuremberg, en los que fueron procesados los jerarcas nazis por sus crímenes de guerra, se dieron a conocer ampliamente sus prácticas eugenésicas, lo que terminó por desprestigiar ese movimiento filosófico y académico, porque a partir de entonces la eugenesia fue asociada al racismo y limpieza étnica.

Aunque la palabra eugenesia prácticamente está erradicada, por las razones expuestas anteriormente, subsisten hoy ciertas modalidades de prácticas eugenésicas:
  • Desde 1994 en China se aplica una ley que aplica la evaluación premarital obligatoria para prevenir enfermedades genéticas de naturaleza grave. Quienes reciben un diagnóstico positivo se les obliga a la esterilización y se les impide casarse[5].
  • En Israel se implementa un programa estatal que fomenta la evaluación prenatal para diagnosticar enfermedades hereditarias e interrumpir el embarazo, aunque de manera consensuada con los padres[6].
  • En el Reino Unido recientemente se suscitó un debate por una sentencia que prohibió el acercamiento entre dos personas que sufrían de una condición mental. Dicha sentencia ha sido etiquetadas por muchos como “eugenésica”[7].
  • La pujante tecnología de la ingeniería genética que está en desarrollo pretende mejorar los genes de los hijos, llamados “bebés de diseño”, y en sí misma consistiría en una forma de eugenesia, lo cual causará mucha controversia en el futuro cercano. Aunque sería una decisión de los padres, todavía no se ha evaluado en toda su extensión el impacto que esta selección artificial a gran escala podría tener sobre la especie humana[8].

La ingeniería genética es vista por muchos como una nueva forma de eugenesia

Premisas falsas de la eugenesia
La eugenesia como corriente de pensamiento social, que procuraba mejorar la sociedad humana mediante la manipulación de la reproducción, estaba basada en varios principios que con el tiempo se han comprobado como falsos:
  • No hay razas superiores a otras. Los niveles de avance o desarrollo de una cultura con relación a otra está más fundamentada a razones sociales y económicas que a razones biológicas.  Biológicamente todas las razas tienen las mismas capacidades y potencialidades. Los grandes avances logrados por diversas civilizaciones que trascendieron en el pasado, localizadas en distintos puntos de la faz de la Tierra (mayas, egipcios, griegos, romanos, chinos, japoneses, etc.) demuestran que la etnia no tiene nada que ver con el desarrollo de capacidades intelectuales.
  • La ciencia ha demostrado que una gran parte de enfermedades mentales y condiciones de discapacidad no son hereditarias, por lo que la esterilización forzosa nunca iba a erradicarlas.
  • Hemos visto a través de los siglos que personas con discapacidad y trastornos mentales han llegado a ser verdaderos genios o lograron destacarse por su talento (Iván el Deshuesado, Ludwig van Beethoven, Vincent van Gogh, John Nash, Stephen Hawkings, Andrea Bocelli, etc.). Está demostrado que el principal obstáculo que tienen que superar los discapacitados, más que su discapacidad, es el respaldo de su comunidad.

John Nash, premio Nóbel de Matemáticas, era esquizofrénico

Los apologistas de la eugenesia podrían decir que la propia naturaleza aplica la eugenesia a través de la “selección natural” explicada por Darwin, ya que la tendencia es que sobrevivan los más fuertes. Eso es cierto, y como principio natural lo aceptamos con los animales y plantas (aunque a veces intervenimos los humanos cuando esa selección natural pone en peligro a ciertas especies las cuales son conservadas entonces en reservas, zoológicos o parques botánicos).

Sin embargo, estamos hablando de aplicar artificialmente este principio a seres humanos. La ciencia ha demostrado ampliamente la igualdad biológica de todas las etnias humanas que existen. No es correcto pensar que un pueblo es étnicamente inferior por el hecho de no pertenecer a la clase gobernante o dominante. El dominio de una etnia sobre otra obedece más bien a otros aspectos que nada tienen que ver con una capacidad intelectual o física superior heredada genéticamente.
Considerados salvajes y tribales, los mongoles dominaron Asia y parte de Europa por casi 200 años

Los mongoles dominaron medio mundo durante cientos de años a otros pueblos que tenían un desarrollo cultural y científico superior (sojuzgaron a chinos, selyúcidas, húngaros, rusos y muchos otros pueblos en la época medieval). Los romanos en la Antigüedad terminaron conquistando a los griegos quienes llegaron a ser una de las civilizaciones que más desarrollaron la ciencia y el conocimiento en general. Igual podemos decir del destino final de la civilización egipcia.

El que una civilización o cultura se imponga sobre otra no tiene nada que ver con los genes, es más bien por la forma en que desarrollen estrategias militares, políticas y económicas que les permitan florecer y conquistar nuevos territorios.  Cuando ese modelo estratégico se agota, viene el ocaso y otra civilización se hace cargo aplicando su propio libreto.

Ojalá no estemos esperando enfrentar una amenaza común que ponga en peligro a toda la especie humana, sin distinción de razas, para darnos cuenta de que no hay etnias superiores ni inferiores.

Si ocurre de esa forma, probablemente en ese momento ya sea demasiado tarde.





[1] El origen de las especies —título original en inglés: On the Origin of Species— es un libro de Charles Darwin publicado el 24 de noviembre de 1859, considerado uno de los trabajos precursores de la literatura científica y el fundamento de la teoría de la biología evolutiva.
[2] La antropogonía es la clase relato de carácter mítico-religioso sobre el origen del hombre, su creación o surgimiento y por extensión de su cultura (Wikipedia)
[3] La historia de la eugenesia en los Estados Unidos se describe en la obra de Mark Haller, Eugenics: Hereditarian attitudes in American thought (New Brunswick, NJ: Rutgers University Press, 1963) y Daniel KevlesIn the name of eugenics: Genetics and the uses of human heredity (Nueva York: Knopf, 1985).
[4] Diversas obras describen las prácticas eugenésicas en diferentes países del mundo. Para la historia de la eugenesia en Escandinavia, véase Gunnar Broberg y Nils Roll-Hansen, eds., Eugenics And the Welfare State: Sterilization Policy in Demark, Sweden, Norway, and Findland (Michigan State University Press, 2005). Otro estudio internacional es Mark B. Adams, ed., The Wellborn Science: Eugenics in Germany, France, Brazil, and Russia(Nueva York: Oxford University Press, 1990).
[5] Informe de Naciones Unidas sobre la discriminación de la mujer en China: https://www.un.org/womenwatch/daw/cedaw/cedaw25years/content/spanish/CONCLUDING_COMMENTS/China/China-CO-3-4.pdf
[6] Más información en http://doryeshorim.org/
[7] McKellar, Ian (29 de septiembre de 2005). «Jail sentence for kiss and cuddle man». Hunts Post.

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