La pandemia del COVID-19 ha
transformado todos los órdenes de la vida diaria de la gente, en todas partes
del mundo. Eso incluye la manera en que realizamos las labores productivas, ya
sea en la fábrica, oficina o comercio.
Eso ha incrementado la demanda
del teletrabajo, donde cada día más empresas recurren a las nuevas tecnologías
para mantener sus operaciones aun sea con una buena parte de su personal
trabajando desde sus casas. Más de uno se ha sorprendido de cuán productivo
puede ser un trabajador desde la casa, incluso lográndose, en algunos casos,
mayor rendimiento.
Pero, ¿el teletrabajo es un
concepto nuevo? La realidad es que no, de hecho, conceptualmente tiene casi 50
años de concebido. Veamos.
Orígenes del teletrabajo
Corría el año 1973 y el mundo
estaba sacudido por una profunda crisis económica producida por la negativa de
los países productores de petróleo del Golfo Pérsico de exportar el crudo a los
países occidentales. Eso hizo disparar por las nubes los precios de los
combustibles y generó una fuerte inflación a escala global.
Jack Nilles, padre del Teletrabajo |
Es en ese contexto que el físico
e ingeniero Jack Nilles propuso que “en vez de llevar el trabajador al trabajo,
hagámoslo al revés” como forma de ahorrar combustible en el desplazamiento al
lugar de trabajo y para bajar la factura eléctrica de las empresas. Desde 1972
había iniciado investigaciones sobre este tema en la Universidad Meridional de
California (USC) y es en 1973 que acuña la palabra “teletrabajo”. A partir de
entonces se convirtió en un importante consultor de gestión empresarial que ha
dedicado su vida a impulsar el uso intensivo de las TIC en el ambiente laboral
y concientizar sobre el impacto ambiental positivo del teletrabajo.
Aunque en español se utiliza el
término “teletrabajo”, en inglés originalmente se utilizaron las palabras “telecommuting” y “telework”, las cuales albergan algunas diferencias en su
significado. Telework es todo trabajo
que apoyado en herramientas tecnológicas se realiza fuera del centro de trabajo
en todas sus modalidades. Telecommuting
es aquel teletrabajo que se realiza desde una oficina externa o regional
dependiente del centro de trabajo para reducir el tiempo de traslado de los
empleados.
La tecnología del teletrabajo
En los años 70s, cuando surgió el
concepto, las oficinas satélites se comunicaban con el mainframe[1]
central a través de terminales “brutas”[2]
que eran conectadas a través de las líneas telefónicas.
Dumb terminal modelo DEC VT100 (foto cortesía Wikipedia) |
Cuando en los años 80s surge la
computadora personal o PC, que agregaba capacidad de procesamiento y
almacenamiento local, era posible conectarlas a los mainframes mediante “emuladores”[3].
Esto facilitó de manera significativa el teletrabajo, debido a que las PC
permitían a sus usuarios mayor autonomía y capacidad de realizar mayor cantidad
de tareas, incorporando herramientas de productividad como procesadores de
texto, hojas electrónicas, programas de diseño, etc., además de la capacidad de
integrar periféricos como impresoras, escáneres, entre otros.
IBM PC de 1981 (foto cortesía Wikipedia) |
A partir del surgimiento del
Internet en los 90s, se facilitó el teletrabajo gracias al uso de herramientas
como groupware[4],
redes privadas virtuales, llamadas de conferencia, videoconferencia, centro de
llamadas virtual, Voz sobre IP (VOIP) y por el costo cada vez menor de las
computadoras portátiles de buena calidad. Todos estos factores beneficiaron
grandemente al teletrabajo, ya que les permite a los trabajadores comunicarse a
largas distancias, ahorrando cantidades significativas de tiempo y costos de
viaje. A medida que las conexiones de Internet de banda ancha se vuelven más comunes
y rápidas, cada vez más trabajadores tienen un ancho de banda adecuado en sus
hogares para usar estas herramientas para vincular su hogar con su intranet
corporativa y sus redes telefónicas internas.
Laptop y smartphone, herramientas indispensables para el teletrabajo hoy |
A partir del siglo XXI la movilidad
de los teletrabajadores solo fue incrementando con el advenimiento de nuevas
tecnologías, tales como el WiFi y Cloud Computing que facilitaban la conectividad
y descentralización. El desarrollo de laptops cada vez más pequeñas y
poderosas, así como los teléfonos inteligentes, mejoraron aún más la
coordinación y comunicación de los teletrabajadores con sus organizaciones,
poniendo en sus manos software y hardware cada vez más portátil y poderoso.
Definición del teletrabajo y
posición oficial de la Organización Internacional del Trabajo (OIT)
Según la OIT, el teletrabajo es “el trabajo a distancia (incluido el trabajo a domicilio) efectuado con auxilio de medios de telecomunicación y/o de una computadora”[5]. En el marco de dicha organización, que pertenece al sistema de las Naciones Unidas y se ocupa de todos los asuntos relacionados con el trabajo y las relaciones laborales, y otros organismos internacionales relevantes, son muchos los pasos que se han dado para estandarizar el teletrabajo a nivel mundial. Aquí un breve resumen:
- La OIT realiza su primera convención sobre teletrabajo (Home Work Convention) en 1996
- En 1997 la OIT presenta un informe (revista World of Work, no. 19, 1997) que señala que el 6.5% de la fuerza laboral de Estados Unidos lo hacía en modalidad de teletrabajo. En 2do lugar estaba Irlanda con 3.8%, Reino Unido con 2.2%, España 0.5% y Alemania 0.4%
- La Unión Europea en 2002 aprueba el “Acuerdo marco europeo sobre teletrabajo”
- En 2004 OIT publica “Haciendo ajustes para conciliar el trabajo con la familia”
- OIT publica en 2011 el Manual de Buenas Prácticas en Teletrabajo en colaboración con Ministerio de Trabajo de Argentina
- Creación de la comisión de teletrabajo en el marco de la eLAC[6] 2015
Beneficios y desafíos del
teletrabajo
Según la OIT, tanto las empresas
como los empleados y la propia sociedad obtienen beneficios y enfrentan
desafíos con el teletrabajo. Este cuadro los resume:
Sector |
Beneficios |
Desafíos |
Empleadores |
Reducción de gastos generales/incremento beneficios |
Incremento de la demanda TIC |
Menos rotación de personal |
Problemas de seguridad |
|
Mayor disponibilidad de talentos |
No funciona para todas las tareas |
|
Solución económica |
Cierta pérdida de control |
|
Trabajadores |
Reducción de tiempo/costo de traslado |
Límites difusos entre la vida personal y laboral |
Flexibilidad electiva para atender familiares |
Trabajar fines de semana |
|
Mayor autonomía/satisfacción con el trabajo |
Dificultad para “desconectarse” del trabajo |
|
Menos estrés |
Aislamiento social/profesional |
|
Menos conflictos trabajo-familia |
Pérdida de oportunidades |
|
Sociedad |
Amigable al medioambiente |
Fomenta la expansión urbana |
Reduce la demanda de infraestructuras |
División de género reforzada |
|
Disminuye riesgos de salud pública |
||
Beneficia a personas con discapacidad |
Fuente: Resumen de las conclusiones del Foro Diálogo Global
sobre Desafíos y Oportunidades del Teletrabajo, OIT, Ginebra, 2016
Para los empleadores el
teletrabajo puede reportar muchos beneficios. Entre ellos, la reducción de los
gastos generales, incremento de la rentabilidad, menor rotación de personal,
mayor disponibilidad de talentos y que consiste en una solución de bajo costo
para su implementación. Entre los desafíos que le representa a este sector está
el incremento en la demanda de infraestructura tecnológica, problemas de
seguridad de la información, la imposibilidad de implementarlo en todas las
tareas (hay cargos que no son teletrabajables) y la sensación de pérdida de
control sobre el personal.
Para los trabajadores también hay
beneficios y desafíos. Para ellos, el teletrabajo reduce significativamente el
tiempo y costo invertido en el traslado hacia su centro de trabajo, ofrece
flexibilidad electiva para atender a los hijos o familiares enfermos, genera
una mayor sensación de autonomía y satisfacción con el trabajo, produce menos
estrés y menos conflictos trabajo-familia ya que facilita conciliar la vida
familiar con la laboral. Entre los desafíos que enfrentan los empleados al
laborar desde casa está el límite difuso que se presenta entre la vida personal
y laboral, la propensión a trabajar fines de semana y días feriados, genera
dificultad para “desconectarse” del trabajo, induce al aislamiento social y
profesional, además de pérdida de oportunidades que son más fáciles de
identificar cuando se labora físicamente en la empresa.
También la sociedad en su
conjunto tiene intereses en este tema. El teletrabajo le beneficia porque es
una modalidad más amigable al medioambiente (menos consumo de combustibles y
energía eléctrica), reduce la demanda de infraestructuras como puentes y
carreteras al disminuir la cantidad de vehículos transportando empleados a sus
respectivos centros de trabajo, reduce también los riesgos de salud pública
(especialmente en situaciones de pandemia como es el caso actual con el
COVID-19) y favorece la inclusión laboral de personas con discapacidad motriz (quienes
a través de la tecnología pueden perfectamente laborar desde la casa). Por otro
lado, el teletrabajo presenta algunos desafíos sociales, tales como que
indirectamente fomenta la expansión horizontal del espacio urbano (ya que hace
cada vez menos necesario el tener que vivir cerca de los centros de trabajo) y
que también indirectamente refuerza la división de género porque coexistirían
en el mismo hogar personas realizando labores, unas pagadas y otras no (como
las amas de casa).
Las personas con discapacidad encuentran oportunidades en el teletrabajo |
Estos señalamientos de la OIT son
una importante guía a la hora de pensar en el teletrabajo como política pública
para ser impulsada tanto en el sector estatal como en el privado. Además de los
planteamientos de la OIT, hay otros elementos a tomar en cuenta a favor y
contra del teletrabajo.
Teletrabajo: factores a favor
y en contra
Tomando en cuenta la realidad
económica y social del mundo de hoy, hay varios factores adicionales a tomar en
cuenta, tanto que impulsan como obstaculizan el avance del teletrabajo en el
mundo.
Entre los factores a favor tenemos:
- Desarrollo de la Sociedad Digital
- Cambio generacional donde baby boomers/generación X dan paso a milennials
- Desgaste de la teoría de que “productividad está asociada a cantidad de horas en la oficina”
- Tendencia actual de fomentar la conciliación de la vida laboral con la vida familiar
- Globalización
- Coworking
- Integración de personas con discapacidad y aquellas que se quedan en casa por razones familiares
- Reducción de costos (alimentación, traslados, riesgos laborales, etc.)
- Reducción de la contaminación ambiental
- Continuidad de operaciones en caso de desastres
Definitivamente la 4ta Revolución
Industrial favorece el teletrabajo. El aumento exponencial de nuevas
tecnologías hace que las personas sean capaces de hacer cada vez más cosas
desde cualquier lugar. Eso sumado a que la globalización y el coworking están
cada vez más presentes en la demanda del mercado. Es bastante común ya ver, en
el ámbito de la industria del software por ejemplo, que en el desarrollo de una
aplicación participen simultáneamente programadores ubicados en distintas
partes del mundo. Si a eso le agregamos que los baby boomers y generación X (los nacidos después de 1945 y antes de
1979) está dándole paso a los milennials
(los nacidos después de 1979 y antes del 2000), estos últimos más propensos a
cambiar los paradigmas.
Igualmente, la creciente
sensibilización sobre el cuidado del medioambiente y el fomento de políticas de
inclusión social para los discapacitados y otros sectores vulnerables,
definitivamente facilitan el avance del teletrabajo. Y por supuesto, el severo
impacto de la pandemia del COVID-19 ha demostrado en la práctica que el teletrabajo
es una efectiva alternativa de continuidad de operaciones en situaciones de desastre.
Pero no todo son rosas, también hay espinas. Entre los factores en contra del teletrabajo debemos tomar en cuenta:
- Muchos países no cuentan con una legislación explícita que ampare esta modalidad, tanto en el sector público como en el privado
- Existencia de muchos oficios y tareas que no son teletrabajables
- Temor a falta de mecanismos para evaluar a los teletrabajadores
- Temor a “pérdida de control” sobre el trabajador
- Cultura organizacional rígida o conservadora
- Riesgo de distracciones en el hogar
- Requiere adopción de un enfoque de gerencia por resultados
- Implica inversión en plataforma tecnológica tanto en la empresa como equipamiento de empleados
A pesar de que, como hemos visto,
el concepto teletrabajo tiene casi 50 años, en muchos países aun sus
legislaciones no lo contemplan. Eso es un serio obstáculo para el fomento de
esta modalidad, ya que la falta de normativa asociada deja muchas áreas grises
en la protección de los derechos de los trabajadores y las propias empresas.
Otro factor importante es que aún existen muchas labores o tareas que no es
posible teletrabajarlas aún. Por otro lado, las instituciones y empresas “chapadas
a la antigua” tienden a tener una cultura organizacional más reacia a adoptar
este tipo de cambios, especialmente por el hecho de que deben adoptar un
enfoque de gestión totalmente orientado a la gerencia por resultados. A eso se
le suma el temor de no contar con mecanismos efectivos de evaluación del
desempeño y la sensación de “pérdida de control” sobre los trabajadores.
El teletrabajo hoy: algunas estadísticas
El mundo poco a poco ha ido
avanzando hacia el teletrabajo después de casi cinco décadas de surgimiento de
esta modalidad. El progreso tecnológico ha contribuido mucho en ese avance. En
2012 un estudio determinó que el 40% de los trabajadores de Estados Unidos
podían hacerlo desde la casa, aunque sea por tiempo parcial[7].
Según un artículo del Wall Street Journal
en 2012[8],
en el 2010 más de 9 millones de trabajadores (6.6% de la fuerza laboral) lo
hacían desde su casa en ese país. En el 2009, la Oficina Federal de Gestión de
Personal de Estados Unidos reportó[9]
que aproximadamente 103,000 empleados federales teletrabajaron. Un estudio
global que incluyó a 26,000 administradores de empresas de 90 países reveló que
un 48% de ellos trabajaban desde casa la mitad del tiempo[10].
En el Reino Unido del 2007 al 2012 se incrementó en un 13% el total de
teletrabajadores, que llegaron a 4 millones ese año de un total de 30 millones
de la fuerza laboral[11].
La llegada del COVID-19 en el año
2020 forzó al aislamiento de las personas en sus casas y a las empresas a
adoptar el teletrabajo para poder sobrevivir. Pronto tendremos las métricas del
crecimiento forzoso del teletrabajo a nivel mundial producto de la pandemia.
El teletrabajo permite conciliar la vida laboral con la familiar |
Muchos han descubierto hoy las
ventajas del teletrabajo, así como de las nuevas tecnologías en general,
producto de la cuarentena y distanciamiento social que estamos viviendo desde
principios del 2020. Son muchos los que dicen que la vida no será la misma
después que la OMS anuncie el fin de la pandemia. Y esa afirmación es
totalmente cierta.
Las empresas, trabajadores y la
sociedad en su conjunto empezarán a planificar el futuro de una manera
diferente. Todos hemos descubierto cuán productivos podemos ser desde casa y ya
estamos convencidos que una nueva catástrofe no necesariamente habrá de
significar el cese de las operaciones y la pérdida de empleos.
El teletrabajo, junto al
Internet, las tecnologías exponenciales, el comercio electrónico, entre otros,
han demostrado que son herramientas que nos fortalecen, nos hacen más
resilientes y más preparados para adaptarnos a cualquier circunstancia que el
destino nos depare.
Y es que 4ta Revolución Industrial
dotó de ubicuidad no solamente a la tecnología y al comercio, sino que al
trabajo también.
[1] Mainframe era la denominación utilizada
en los años 70s para las grandes computadoras o servidores centrales que tenían
capacidad para procesar grandes volúmenes de datos
[2][2]
Eran las llamadas “dumb terminals”
que se caracterizaban por servir de unidades de entrada/salida de datos a
través de una pantalla y teclado. No tenían capacidad de procesamiento ni
almacenamiento, por lo que necesariamente debían estar conectadas al mainframe para poder funcionar.
[3]
Los emuladores son programas informáticos que permiten a una computadora
personal simular el funcionamiento de una “dumb
terminal” para conectarse a un mainframe.
El término se utiliza también para cualquier software que permita simular
cualquier dispositivo de visualización.
[4] Se
refiere al software corporativo que permite integrar a muchos usuarios
concurrentes en un solo proyecto o flujo de trabajo
[5] Tesauro
OIT, 6ta edición, 2008
[6]
eLAC es la agenda digital regional de América Latina impulsada por la Comisión
Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), dependiente de las Naciones
Unidas
[7] Matthews, H. Scott; Eric
Williams (February 28, 2012). "Telework
Adoption and Energy Use in Building and Transport Sectors in the United States
and Japan". J. Infrastruct. Syst.
[8] David Wessel (December 20,
2012). "Out of the Office but Still on the Job". The Wall
Street Journal. p. A4.
[9] United States Office of
Personnel Management (August 2009). "Status of Telework in the
Federal Government". Report to the Congress. United
States Office of Personnel Management
[10] "Remote working is here
to stay - 2013 Regus Global Economic Indicator". di-ve.
Digital Interactive Limited. September 11, 2013
[11] "Homeworking: helping
businesses cut costs and reduce their carbon footprint". The Carbon Trust. 2014.
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