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viernes, 6 de agosto de 2021

Los billonarios y su inédita carrera espacial

 


Como hemos comentado en artículos anteriores[1], el sector privado tiene décadas participando en la industria espacial, principalmente como contratistas de las agencias estatales, aunque esto ha sido más notorio a partir del siglo XXI. Ha sido el caso de Lockheed Martin y Boeing para la agencia estadounidense NASA; Orbital Technologies y NPO Lavochkin para la agencia rusa ROSCOSMOS; Airbus para la Agencia Espacial Europea (ESA); Galactic Energy o i-Space para la agencia china CASC.

Sin embargo, en los últimos años hemos visto como connotados magnates, que han ganado fama y fortuna como empresarios de diversas ramas de negocio, se han enfrascado en una interesante carrera por ser los primeros en rentabilizar la exploración espacial.

Primero, analicemos porqué los billonarios realmente se ven atraídos por invertir en esta costosa industria.

Beneficios económicos de la exploración espacial

Tal y como indicamos en nuestro artículo publicado hace un año, la exploración espacial ha dejado de tener un interés meramente geopolítico/militar, que también por supuesto, para volverse cada vez más atractiva para la inversión empresarial, en lo que modernamente se le ha denominado New Space o Nuevo Espacio. Estos son los principales factores que atraen a los inversionistas:

La proliferación de satélites la hacen una actividad muy rentable

  • Satélites: El mercado satelital cada vez es más grande y competitivo. De más de 2,000 satélites se estima que para finales de la década estaremos llegando a los 60,000, según publicó Business Insider[2]. Sea para dar servicio de telecomunicaciones e Internet, para vigilancia militar, navegación marítima y aérea, monitoreo metereológico, etc., estamos hablando de muchísimo dinero en el desarrollo, construcción y puesta en órbita de satélites.
    SpaceX es uno de los principales contratistas de la NASA

  • Contratos con agencias espaciales estatales: Las grandes agencias estatales de Estados Unidos, Rusia, China y Unión Europea cada vez dependen más de contratistas privados para construir propulsores, cohetes, cápsulas y otros equipos indispensables para la exploración espacial, así como para transportar astronautas a la Estación Espacial Internacional. Por ejemplo, la NASA no transporta sus astronautas desde el año 2011, cuando suspendió el programa de transbordadores espaciales después de éstos perder vigencia paulatinamente a partir de las catástrofes del Challenger (1986) y Columbia (2003). Desde entonces, la NASA subcontrató a ROSCOSMOS para esos fines y, desde el año pasado, empezó a utilizar la nave Dragon 2 de SpaceX y, próximamente, la CST-100 Starliner de Boeing.
    El proyecto Voyager Station, un hotel en el espacio

  • Turismo espacial: La exploración turística del espacio está cada vez más cerca de volverse realidad. Empresas como SpaceX, Blue Origin y Virgin Galactic están trabajando en proyectos concretos para ofrecer vuelos comerciales suborbitales, vuelos comerciales circunlunares (alrededor de la Luna) y estancia en estaciones espaciales comerciales (como el proyecto Voyager Station de la empresa Orbital Assembly Corporation).
    Diseño artístico de sonda minera de asteroides de Deep Space Industries

  • Minería espacial: Es el rubro que mayor potencial económico tiene. Según la NASA, se estima que el valor total de los minerales almacenados en el Cinturón de Asteroides[3] está valorada en US$100 billones por cada habitante de la Tierra. Sin dudas es un número atractivo para cualquier inversionista. Hay varias empresas dedicadas exclusivamente al desarrollo de tecnología de extracción mineral espacial, como Asteroid Mining Corporation (Reino Unido), Aten Engineering, Deep Space Industries y TransAstra Corporation (Estados Unidos), Origin Space (China), entre otras.

Como podemos ver, la inversión privada en la exploración espacial no está inspirada en la filantropía o la aspiración de llevar la raza humana hacia nuevas fronteras, que podría haber un poco de eso, claro. Pero es innegable de que hay muchas ganancias de por medio.

Billonarios que juegan a ser astronautas

Con la incursión en la exploración espacial de acaudalados empresarios, ésta ha dado uno nuevo giro, tomando un impulso sin precedentes. Estos billonarios, identificados por Forbes[4] entre las personas más ricas del mundo, han traído más dinamismo e innovación a esta industria y mucha atención de los medios de comunicación.

Jeff Bezos posando frente a su New Shepard

En primer lugar, está Jeff Bezos, fundador de Amazon y hombre más rico del mundo, con un capital neto estimado en US$177 billones. Incursionó en 2000 en la exploración espacial al fundar la empresa Blue Origin, centrándose en los vuelos orbitales y suborbitales mediante cohetes reutilizables. Son principales proyectos son New Shepard, cohete de una sola etapa y cápsula, ambos reutilizables; New Glenn, cohete reutilizable con capacidad de enviar seres humanos al espacio; y Blue Moon, es su módulo de aterrizaje con el que apuestan una misión tripulada a la Luna. El pasado mes de julio, Bezos abordó el primer vuelo tripulado del New Shepard, demostrando con ello la viabilidad y seguridad de su nave.

Elon Musk y su SpaceX

Por otro lado, está Elon Musk, el 2do hombre más rico del mundo, fundador de la compañía automotriz Tesla, incursionó en la astronáutica a partir del 2002, cuando crea la empresa SpaceX, sin dudas, la más exitosa hasta la fecha en la industria espacial privada. Fue la primera en lograr cohetes propulsores reutilizables y la primera en lanzar una nave espacial tripulada y acoplarla a la Estación Espacial Internacional. Actualmente es la empresa líder del sector privado; de un 45% del mercado de lanzamientos en 2017 ha llegado hasta un 65% y actualmente ha lanzado casi tantas toneladas de carga como la suma de todas las demás agencias espaciales del mundo[5], siendo la NASA uno de sus principales clientes. Su principal proyecto actualmente es la nave Starship, la cual todavía está en prueba y no ha sido tripulada, pero que tendrá la capacidad de transportar 150,000 kg de carga útil y realizar vuelos de larga duración. Otra de los emprendimientos de Musk es Starlink, subsidiaria con la que se propone crear una constelación de 12,000 satélites de internet para ofrecer banda ancha a bajo costo a nivel global, de los cuales ha desplegado a la fecha más de 1600. Aunque Musk no ha manifestado interés en protagonizar personalmente los vuelos espaciales que su compañía realiza, su ingenio y agresividad han acelerado el desarrollo de la industria espacial.

Richard Branson frente a un prototipo de su SpaceShip Two

Finalmente, el otro billonario que se ha tomado a pecho la exploración espacial es Sir Richard Branson, quien hizo fama y fortuna con la línea aérea Virgin Atlantic Airways y el sello discográfico Virgin Records. En 2004 funda Virgin Galactic, empresa que se ha concentrado en la realización de vuelos espaciales suborbitales para fines turísticos. Hizo historia en 2018 al lograr su primer vuelo comercial suborbital con la nave SpaceShip Two, que alcanzó una altura de 82 km, y luego en 2021 (solo pocos días antes que Bezos), se convirtió en el primer billonario que vuela al espacio en su prototipo Unity 22.

A simple vista, parecen billonarios que incursionan en la exploración espacial para jugar con cohetes y trajes espaciales. Sin embargo, como hemos visto anteriormente, además de la adrenalina, buscan apostar fuertemente a una industria que genera y seguirá generando muchos dividendos.

www.reysonl.blogspot.com

 

 

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