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lunes, 20 de septiembre de 2021

Mujeres a quienes la discriminación las empujó a disfrazarse de hombres

 


A través del tiempo, hemos sido testigos de cómo el machismo secular en la mayoría de las culturas predominantes ha empujado a valientes mujeres a tener que disfrazarse de hombres para poder ejercer un oficio, practicar un deporte o simplemente realizar su sueño, solo porque las normas sociales imperantes lo prohíben a las féminas.

Aunque la mayoría de los ejemplos que relataremos en este artículo podrían pasar como curiosidades anecdóticas, la realidad es que reflejan cuánto han tenido que sufrir las mujeres desde el origen de los tiempos para conquistar derechos y el respeto de sus congéneres masculinos.

Ahora les comparto los casos más conocidos en la historia universal de mujeres que se han tenido que disfrazar de hombres.

Escultura de la reina-faraón Hatshepsut

Hatshepsut, la reina-faraón

Corría el siglo XV a.C. en Egipto, cuando ascendió al poder como regente la esposa del faraón Tutmosis II, que acababa de fallecer de forma repentina. Como el heredero al trono era muy joven aún (Tutmosis III, hijo de otra mujer), Hatshepsut decidió coronarse como faraón (título reservado para hombres) y representarse en todos los murales y papiros como hombre, como una forma de ganarse el respeto, aunque siempre dejaba clara su condición de mujer en las inscripciones.

Pintura de Santa Marina de Bitinia

Marina de Bitinia, el monje Marino

En el siglo IV d.C. nace en Bitinia (actual Turquía) una niña llamada Marina. Al quedar huérfana, su padre decide ingresar al Monasterio de Qannoubine vistiendo a Marina de varón, llamándole Marino. Durante muchos años, Marino mantuvo oculta su identidad haciendo su vida monástica de forma regular. Sin embargo, en una ocasión fue enviada a un pueblo a realizar una labor comunitaria donde tuvo que pasar la noche en una posada donde la hija del posadero se enamoró de ella, pensando que era hombre, y al ser rechazada por Marino, decidió meses después en venganza culparlo de su embarazo. Ante la acusación, el abad del monasterio la expulsó, quedándose Marino viviendo a las puertas del monasterio, haciendo penitencia y viviendo de las sobras que le llevaban sus compañeros monjes. Nacida la criatura, se la enviaron para que se hiciera responsable de su cuidado, lo cual aceptó sin decir una palabra. A su muerte, los monjes al prepararlo para el entierro fue que se dieron cuenta de su verdadera identidad, descubriendo también que aceptó la culpa de un pecado que no cometió ya que era imposible que embarazara a otra mujer. Posteriormente fue canonizada.

Grabado de Hannah Snell

Hannah Snell, la mujer soldado

Desde niña atraída por la cultura militar, al ser abandonada a los 24 años por su marido y fallecer su bebé, en 1747 se enroló en los Marines Reales, vestida con la ropa de su cuñado bajo el nombre de James Gray. Participó en varias incursiones, siendo herida múltiples veces sin que nadie se percatara de su verdadero sexo. Lo hizo público en 1750 cuando solicitó formalmente su pensión, la cual le fue concedida.

Dr. James Barry (izq) y Margaret Ann Bulkley (der)

Margaret Ann Bulkley, el Dr. James Barry

En la Inglaterra de principios del siglo XIX era imposible que una mujer accediera a estudios universitarios y Margaret anhelaba practicar la medicina. Es así que en 1809 entra a la Universidad de Edimburgo bajo el nombre falso de James Barry. Se gradúa y logra ejercer una dilatada carrera médica principalmente en las colonias británicas y, aunque muchas personas llegaron a tener sospechas, no es hasta su muerte en 1865 que el personal de la funeraria al preparar su cadáver se da cuenta de que era una mujer.

Amantine Aurore Lucile Dupin (izq) y George Sand (der)

Amantine Aurore Lucile Dupin, mejor conocida como George Sand

La baronesa de Dudevant llegó a ser una de las escritoras más populares de Francia en el siglo XIX. A partir de 1829 decidió vestir como hombre para poder acceder a lugares donde las mujeres no eran permitidas y adoptó el seudónimo masculino George Sand. Su comportamiento rebelde le ganó tanto simpatías como repudios en la sociedad francesa. Llegó a codearse con grandes lumbreras de su época, como Victor Hugo, Franz Liszt, Eugene Delacroix, Honoré de Balzac, Gustave Flaubert, Julio Verne y  Frederic Chopin, llegando a sostener con este último una relación. Fue autora de obras tales como La Petite Fadette y Un Invierno en Mallorca.

Keith y Malinda Blalock

Malinda Blalock, a la Guerra Civil junto a su marido

Cuando estalló la Guerra de Secesión, el esposo de Malinda, Keith Blalock se alistó para pelear. En secreto, ella se disfrazó de hombre y bajo el seudónimo de Samuel Blalock, y se unió a la guerra para luchar lo más cerca posible de su marido. Tuvo un buen desempeño en el campo de batalla y no fue hasta que llegó a ser herida en el hombro que su médico se percató de que era una mujer. La pareja sobrevivió y se retiraron a vivir como granjeros.

Dorothy Lawrence (izq) y soldado Denis Smith (der)

Dorothy Lawrence, la única mujer soldado británica en la Primera Guerra Mundial

Ella fue una periodista inglesa que intentó por todos los medios ser corresponsal de guerra en la Primera Guerra Mundial. Fue rechazada por ser mujer y es así que se le ocurre disfrazarse de hombre y alistarse como Denis Smith. Asignada para excavar túneles en la línea del frente en Somme, gracias a algunos amigos pudo mantener su identidad oculta y evitar dormir en las mismas barracas del resto de los soldados. Logró engañar a todos durante unos 10 días, tiempo durante el cual su salud se deterioró notablemente, por lo que decidió presentarse ante las autoridades y entregarse. En 1919 intentó publicar sus memorias, sin mucho éxito. Desde 1925 pasó de un sanatorio a otro, debido a los problemas mentales que presentaba, hasta su muerte en 1968.

El jazzista Billy Tipton

Billy Tipton, el exitoso jazzista que en realidad se llamaba Dorothy

Dorothy Lucille Tipton nació en Oklahoma en 1914. Su sueño siempre fue tocar jazz, pero en esa época a las mujeres no se les permitía. Es así que decide atarse el pecho, peinarse y vestir masculinamente, para abrirse mundo. Y tuvo éxito. Tocó con grandes músicos y llegó a tener su propia banda, con la que grabó varios álbumes. Se las ingenió para tener varias parejas, casarse y adoptar tres hijos, sin que nadie se enterara de quién era realmente. Alegaba que utilizaba vendajes por un accidente que tuvo en su juventud y que tenía mutilados sus genitales, por lo que logró evadir la intimidad con sus parejas femeninas. Solo cuando le sobrevino la muerte en 1989 fue que los paramédicos que le atendieron descubrieron la verdad.

La madre del judo femenino, Rena Kanokogi

Rena Kanokogi, la madre del judo femenino

Nacida en 1935, Rena siempre fue amante de los deportes de combate. Cuando ingresó al mundo del judo, intentó varias veces inscribirse en competencias a las que no le permitieron participar por ser mujer. Hasta que en 1959 logró acceder a una organizada por YMCA en Nueva York haciéndose pasar por hombre. La medalla que ganó le fue retirada cuando se supo su verdadera identidad. En 1962 se mudó a Japón donde continuó su carrera como yudoca.

Secuencia del intento de sacar a Kathrine Switzer del maratón de Boston en 1967

Kathrine Switzer, la primera maratonista de Boston

El Maratón de Boston es uno de los más prestigiosos del mundo y todavía en 1967 solo permitía a los hombres inscribirse. Es así que ese año Kathrine burla el protocolo y lo hace con el nombre de KV Switzer y le asignan el dorsal #261. Cuando en el transcurso de la carrera uno de los comisarios se da cuenta de que era una mujer, salió detrás de ella para detenerla lo cual no pudo hacer porque otros corredores, al percatarse de la situación, la escoltaron hasta la meta. Siguió compitiendo y en 1974 ganó el maratón de Nueva York y en 1975 llegó segunda en el de Boston.

Estos relatos solo sirven para demostrar que las mujeres tienen siglos enfrentando estereotipos fijados por el supuesto “sexo fuerte” que, lamentablemente, somos testigos de cómo se pretende aún hoy mantenerlas subyugadas, especialmente en latitudes donde todavía la barbarie reina. Y, que conste, que en las regiones donde supuestamente somos un poco “más civilizados”, aún quedan muchas brechas por cerrar.

Estas heroínas, demostrándonos con su ejemplo que realmente no existen diferencias, ojalá nos recuerden siempre la importancia de la igualdad entre los géneros y que nunca más tenga una mujer que ocultar su verdadera identidad para alcanzar sus sueños.

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jueves, 9 de septiembre de 2021

La pandemia del Covid-19 y la deuda externa

 



El impacto de la pandemia del Covid-19 ha sido tal, que los daños que ha ocasionado van más allá de lo sanitario y ha trascendido, como hemos vivido todos en carne propia, al orden social y económico.

Y justamente en cuanto a lo económico es que el mundo ha visto cómo el 2020 fue un año que, según algunas estimaciones, el Producto Interno Bruto (PIB) global se redujo significativamente. Según el Fondo Monetario Internacional (FMI)[1], la economía mundial se contrajo un -3.3%, donde grandes potencias registraron un crecimiento negativo, como Estados Unidos con -3.5%, Reino Unido -9.9%, Alemania -4.9%, Canadá -5.4%, Francia -8.2%, Italia -8.9%, Japón -4.8% y Rusia -3.1%. Otros países tuvieron caídas estrepitosas como Libia (-59.7%), Maldivas (-32.2%), Venezuela (-30%) y Líbano (-25%). Algunos fueron la excepción y lograron incluso crecer en ese contexto, como fue el caso de Guinea (+5.2), Egipto (+3.6%), China (+2.3%), Irlanda (+2.5%) y Vietnam (+2.9%), pero fue un grupo muy reducido de países.

Como el resto de las regiones, Latinoamérica recibió también el embate económico de la pandemia y, según la misma fuente, las naciones más golpeadas con la recesión económica, además de Venezuela, fueron Panamá (-17.9%), Perú (-11.1%), Argentina (-10%) y El Salvador (-8.6%), siendo las menos afectadas Paraguay (-0.9%), Guatemala (-1.5%), Nicaragua (-3%), Brasil (-4.1%) y Costa Rica (-4.8%). En otras palabras, nadie pudo crecer en la región durante el 2020.

Previsión post Covid del FMI (abril 2020)

La caída de los ingresos fiscales, reducción de las exportaciones, pérdida de empleos, entre otras calamidades económicas, obligó a todos los países, en especial a los que están en vías de desarrollo, a recurrir a préstamos internacionales y emisión de bonos para poder cubrir su deficitario presupuesto y así enfrentar la emergencia sanitaria y auxiliar con subsidios focalizados a los sectores económicos más afectados, especialmente a población vulnerable y pequeños negocios. Este endeudamiento, tan preocupante como necesario, fue estrechamente observado por organismos como el FMI y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), que incluso elaboraron guías y recomendaciones para gestionar la deuda pública en respuesta a la pandemia[2].

Como afirmó la CEPAL, “la brecha de financiamiento del sector público se agrava por la necesidad de apoyar la balanza de pagos, sobre todo en las economías más pequeñas de la región, debido a las interrupciones de la cadena de suministro y a la disminución de las exportaciones, en particular de la exportación de servicios (turismo)[3]. A ese tétrico panorama se le sumó la caída de la inversión extranjera directa en la región, estimada por ese organismo entre un -45% y -55%.

Incremento de la deuda externa a nivel mundial

Aunque los países han aplicado estrategias diferentes para combatir los efectos del Covid-19, el común denominador ha sido el incremento del gasto público para hacer frente a la crisis sanitaria y acelerar la recuperación económica. El FMI en octubre 2020 estimó que, a ese momento, en todo el mundo se habían gastado US$12 billones para enfrentar la pandemia, salvando vidas y medios de subsistencia[4].

Todo eso condujo a que la deuda pública mundial alcanzara su máximo histórico y se haya acercado al 100% del PIB internacional, un fenómeno inédito. Sin embargo, diversos organismos internacionales han aconsejado no recortar el gasto en las actuales circunstancias, ya que advierten como necesario mantener el estímulo para generar crecimiento económico y lograr la recuperación.

De hecho, el FMI recomienda aprovechar las bajas tasas de interés para invertir en infraestructura, generando con ello crecimiento económico y empleos. Es por ello, aunque parezca paradójico, que el organismo no ve el alto nivel de endeudamiento que coyunturalmente ha ocasionado el Covid-19 como algo precisamente negativo.

Estimaciones sobre la deuda pública en Latinoamérica (FMI, abril 2020)

En todo el mundo, países ya altamente endeudados vieron incrementar aún mas los niveles de deuda externa fruto de la pandemia. Por ejemplo, según el artículo de la BBC referido anteriormente, el FMI calcula que Japón pasó de tener una deuda pública equivalente al 238% del PIB en 2019 a 266% en 2020, Grecia de 181% a 205% y Estados Unidos de 108% a 129%. 

En nuestra región, según CEPAL, la deuda del gobierno en general pasó de 68.9%  del PIB en 2019 a 79.3% en 2020, pasando a ser la región más endeudada del mundo en desarrollo[5]. Es por ello que proponen a América Latina y el Caribe cinco medidas de política para afrontar los retos:

  • Ampliación y redistribución de la liquidez desde los países desarrollados hacia los que están en vías de desarrollo.
  • Fortalecimiento de la cooperación regional.
  • Acceso a un mayor financiamiento complementado con una reforma de la arquitectura de la deuda multilateral.
  • Proporcionar a los países de instrumentos innovadores destinados a aumentar la capacidad de reembolso de la deuda y que evite el endeudamiento excesivo en el futuro.
  • Integrar las medidas de liquidez y de reducción de la deuda a una estrategia de financiamiento para el desarrollo.

En otras palabras, las recomendaciones de CEPAL, al igual que lo hace el FMI, sugieren seguir financiando la recuperación económica al tiempo que se aumenta el gasto público de capital, transformación productiva y generación de resiliencia.

Igualmente, debe tomarse en cuenta que el aumento relativo de la deuda externa con relación al PIB se ve inflado por la contracción económica ocurrida en 2020, por lo que, al caer el volumen total de la economía en un año el porcentaje de la deuda externa sobre el PIB automáticamente aumenta sin necesariamente haberse tomado prestado un centavo adicional.

Es por ello que, con el pronóstico generalizado de crecimiento económico para el 2021, incluyendo a América Latina, el peso relativo de la deuda con relación al PIB disminuirá por la misma lógica expuesta anteriormente.

Perspectivas de crecimiento en 2021 de CEPAL

Lo importante es que, tal y como recomiendan FMI y CEPAL, cada dólar tomado prestado contribuya a acelerar la recuperación económica y a estimular la economía para que retome las tasas previas de crecimiento, aprovechando las bajas tasas de interés imperantes.

Solo incentivando el crecimiento económico, generando nuevas capacidades en la infraestructura, en el tejido productivo y en las personas, nos permitirá salir de la crisis generada por la pandemia y retomar los senderos del desarrollo humano y social sostenibles. Cualquier otro camino luce equivocado.

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