El enfrentamiento armado que se
desató hace pocas semanas entre Armenia y Azerbaiyán disputándose el control de la república
separatista de Nagorno Karabaj, ha vuelto a llamar la atención sobre lo que
podría denominarse como la región más conflictiva del mundo por kilómetro
cuadrado. Nos referimos a Transcaucasia.
Transcaucasia, una de las regiones más conflictivas del mundo |
Se le denomina así al área que se encuentra al sur del Cáucaso donde Europa y Asia convergen, en un pequeño itsmo que separa al Mar Negro del Mar Caspio. Con apenas 186,100 kilómetros cuadrados, en esa estrecha zona hay tres países: Georgia, Armenia y Azerbaiyán, además de tres zonas donde sus respectivos pueblos luchan desde hace décadas por su autodeterminación[1]: Osetia del Sur, Abjasia y Nagorno Karabaj.
Un poco de historia
A pesar de su diminuta extensión,
Transcaucasia alberga una riqueza histórica y cultural impresionante. Desde la
Grecia clásica se identificaba esta zona como el lugar donde Prometeo[2]
fue condenado al suplicio eterno. También, en esta región se encontraba el
reino de la Cólquida, antigua tribu hacia donde Jasón viajó con los argonautas para
robar el vellocino de oro[3].
Según la mitología, el vellocino de oro estaba en la Cólquida (actual Transcaucasia) |
Según el historiador Herodoto, en el siglo V aC la Cólquida ya estaba habitada por "egipcios" de piel oscura. Pero, a través de los siglos ha sido invadida por escitios, alanos, hunos, árabes, turcos, mongoles y rusos.
Y es que, desde el principio de los
tiempos, en este lugar han confluido diversas etnias que lo han utilizado como
ruta de migración a través de Eurasia, por lo que en ningún otro lugar del
mundo existe tanta variedad de lenguas en un espacio de similar tamaño[4].
El aislamiento natural que impone este terreno montañoso ha permitido conservar
esta diversidad étnica y cultural.
Actualmente, en la pequeña región
se calcula que existen 50 etnias diferentes y se hablan lenguas de orígenes tan
diversos como es el caso del armenio, georgiano, azerí, osetio, turco, kurdo,
abjasio, batsi, entre muchos otros.
Pozos petroleros en Azerbaiyán |
En cuanto a recursos naturales, la pequeña región es rica en petróleo y gas natural, carbón, hierro magnetita, cobre, molibdeno y manganeso. Sus manantiales de agua natural son de fama mundial. Tantas riquezas podrían explicar en parte el interés por controlar el territorio.
Stepanakert, capital de Nagorno Karabaj |
El conflicto entre Armenia y Azerbaiyán
Volvamos a Nagorno Karabaj, ese pequeño terruño de poco más de 11,000 kilómetros cuadrados.
Tras ocurrir la Revolución de
Octubre de 1917 en la que los bolcheviques disolvieron el Imperio Ruso,
Georgia, Armenia y Azerbaiyán declararon su independencia en 1918 y se
confederaron en la República Democrática Federal de Transcaucasia, la cual
apenas duró 3 meses, principalmente por las diferencias que surgieron entre
Armenia y Azerbaiyán por el territorio conocido entonces como Alto Karabaj, habitado
principalmente por armenios, pero bajo la jurisdicción azerí. Al término de la
Primera Guerra Mundial, los británicos ocuparon en 1919 toda Transcaucasia y
terminaron por la fuerza los intentos de los pobladores de Alto Karabaj de
unificarse a Armenia.
A partir de 1922, la zona pasó a
ser controlada por la Unión Soviética, manteniendo bajo control los conflictos y cediéndolo a la jurisdicción de la República Socialista Soviética de Azerbaiyán, a pesar de las
constantes demandas de Armenia.
Manifestación de apoyo a la unificación de Armenia y Nagorno Karabaj |
Salvo esporádicos incidentes, la situación se mantuvo más o menos igual hasta 1988, cuando estallaron nuevamente enfrentamientos interétnicos, lo cual motivó una intervención militar soviética. Al colapsar la URSS en 1991, Armenia y Azerbaiyán se proclamaron independientes. Obviamente, heredando cada una importantes arsenales de municiones y equipamiento militar, iniciaron casi inmediatamente una guerra total. La misma se prolongó hasta 1994, cuando los armenios alcanzaron la victoria y desde entonces mantienen de facto a la República de Nagorno Karabaj (los armenios le llaman Artsaj), la cual no es reconocida por las Naciones Unidas.
Desde entonces, los escarceos e
incidentes fronterizos se han mantenido de forma intermitente, cada una de las partes sin ceder un centímetro en lo concerniente a la soberanía de Nagorno Karabaj. En 2016
hubo fuertes enfrentamientos armados que se prolongaron por 4 días con
importantes bajas en ambos bandos. Pero eso no fue nada comparado a lo
acontecido en este 2020.
Línea de fuego de artillería en Nagorno Karabaj |
En la madrugada del 27 de septiembre pasado, un ataque de morteros y artillería inició una escalada que se mantiene hasta el momento, donde ambas partes se culpan de haberlo iniciado. Por su parte, Armenia declaró la “Movilización General” y “Estado de Guerra”, reclutando voluntarios para defender lo que entienden su soberanía. Solo el primer día del conflicto, Azerbaiyán asegura haber ocasionado al oponente 550 bajas y destrucción de más de 60 unidades militares (tanques, blindados, sistemas de misiles, drones y piezas de artillería), mientras que Armenia asegura que les ocasionó a los azeríes 200 bajas y la destrucción de 30 tanques y blindados, además del derribo de 20 drones.
En las últimas horas el conflicto
ha seguido subiendo de tono, con ataques de misiles realizados por ambas
partes, donde la 2da ciudad de Azerbaiyán, Ganyá, fue bombardeada en zonas
civiles, y donde la capital de Nagorno Karabaj, Stepanakert, también fue
atacada en su central eléctrica y zonas residenciales.
Mientras tanto, Rusia,
tradicional aliado de Armenia, ha llamado a que se ponga fin al conflicto y se
ofreció como mediador, mientras que Turquía, que apoya naturalmente a
Azerbaiyán[5],
acusa a Armenia de iniciar los ataques. Por su parte, tanto Irán como la propia
OTAN, han exigido el fin de los enfrentamientos.
Es difícil que Rusia y Turquía arriesguen sus buenas relaciones por Nagorno Karabaj |
Sin embargo, a pesar del respaldo que ambas partes reciben respectivamente de potencias como Rusia y Turquía, no se ve muy claro en el horizonte de que éstas tomen parte activa en el conflicto, debido a que Moscú y Ankara viven actualmente una época de acercamiento y colaboración como nunca antes, lo cual les hará pensar dos veces cualquier acción que pueda entorpecer eso.
También hay que resaltar que entre las dos naciones enfrentadas, aunque ambos son países pequeños, al compararse entre sí la mayoría de los indicadores favorecen a Azerbaiyán. Por ejemplo, éste tiene una población de 10 millones de habitantes contra poco más de 3 millones de Armenia. Además, la economía azerí es mucho mayor, con unos US$172 billones contra US$30 billones de PIB (PPA) y también Azerbaiyán supera a su rival en territorio, con 86,600 kms cuadrados contra 30,000. La única esperanza de Armenia en este pleito es que Rusia intervenga, pero ya vimos que eso no es tan probable.
Mientras se sigue desangrando la
región transcaucásica, cabe preguntarse si la población de Nagorno Karabaj, que
es armenia en más de un 90%, tiene o no derecho a la autodeterminación. La decisión
final podría marcar un precedente que aliente las otras rebeliones de esa
región (Osetia del Sur y Abjasia) o aquellas que están todavía con la llama
encendida al norte del Cáucaso como Transnitria, Chechenia, entre otras.
Esperemos que Naciones Unidas se
pronuncie y actúe oportunamente, por el bien de la paz de tan atribulada región
y la de todo el resto del mundo.
[1]
Véase nuestro artículo de febrero 2015 sobre “Movimientos
secesionistas y estados no reconocidos en el mundo”
[2]
Prometeo es el personaje mitológico que, siendo inmortal, robó el fuego de los
dioses para dárselo a los seres humanos, por lo que fue encadenado a las montañas
del Cáucaso para que un águila le devorara el hígado, el cual le volvía a
crecer durante la noche para ser devorado nuevamente al día siguiente, durante
toda la eternidad.
[3]
Consistía en el vellón o cuero de oro de un carnero alado de la mitología
griega, que aportaba prosperidad a quien lo poseyera, pero que era custodiado
por una serpiente gigantesca. Al héroe griego Jasón le fue impuesta la dura prueba
de conseguir el vellocino de oro para poder acceder al trono y su búsqueda es
uno de los pasajes mitológicos más famosos.
[5]
Las relaciones entre Turquía y Armenia históricamente han sido muy tirantes. Desde
el siglo XIX los armenios luchaban por su soberanía y fueron víctimas de muchas
masacres. Ya en la Primera Guerra Mundial, los armenios apoyaron a los rusos
contra los otomanos, por lo que entre 1915 y 1923 se produjo lo que se conoce
como Genocidio Armenio, donde los turcos alegadamente asesinaron a más de un
millón de armenios.
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